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  • “No sé cuándo vendrá otro igual”, dice emocionado el padre de “El Gurí”

    Crespo » Paralelo 32

    Fecha: 29/09/2024 17:20

    Entre otras cosas, don Enrique habló de la primera carrera del Gurí (así se refería a él cuando hablaba con orgullo de su muy joven hijo), a lo que debemos señalar que en aquellos años los medios que seguían al automovilismo chacarero por todos los circuitos podían contarse con los dedos de una mano. Uno de ellos fue Paralelo 32 (periodista Enzo Mildemberger), que hizo todas las coberturas desde 1972 y también registró la tarde del debuto de Omar en un improvisado circuito de tierra en su pueblo, Febre. Replicamos la nota de 2019: “En su establecimiento agrícola de Estación Febre, el ex piloto de F5 y padre del ídolo del TC 2000 Omar Martínez, nos cuenta sobre sus inicios y evoca aquella final de la Fórmula Renault cuando no tenían plata para salir con el auto a pista. Nogoyá.- Detrás de cada gloria deportiva hay un sinfín de colaboradores incansables que trabajan y acompañan al protagonista. El pasado domingo, Omar “Gurí” Martínez se despidió como piloto del automovilismo argentino. Con intachable conducta, humildad indiscutible y con el talento al volante, este piloto excepcional que heredó para siempre nuestro modismo entrerriano de llamarles gurí a los chicos, supo ganarse el corazón de los entrerrianos, de los hinchas del óvalo dentro del TC y el respeto de los adversarios. Pero antes de ello hubo una difícil escalada que se caracterizó por el esfuerzo familiar y de amistades. Tras ser testigos de una multitudinaria despedida el pasado domingo, este equipo de redacción recurrió al origen de tanta pasión, a aquel título recurrente de medios nacionales que daban cuenta de que el piloto entrerriano se había bajado de un tractor para subirse a un auto de carrera. Y no es antojadiza esa referencia. Paralelo 32 visitó la casa que vio crecer al ‘supremo entrerriano’ y entrevistó a Don Enrique Martínez, padre de Omar y se podría decir que autor del puntapié inicial de su trayectoria automovilística. La casa de los Martínez es la típica vivienda de campo, construida entre árboles, con galería al frente y como detalle en la ornamentación hay grandes macetas, las que no son de material cerámico, tampoco de plástico, sino de caucho. Algunas cubiertas del Falcon de Omar tienen como último destino su casa natal y son reutilizadas como macetas por Don Enrique. A Don Enrique lo caracteriza su paciencia al hablar, previo a iniciar la entrevista prepara el mate y se dispone en la galería de su casa a narrar con lujo de detalle la historia “del Omar”, un niño que cursó parte de la primaria en la Escuela Nº 89 de Febre, luego en la Escuela 101 de Nogoyá y la secundaria en la ENET Nº 1. Enrique mira el horizonte y parece que desde allí le vienen los recuerdos, “Yo corrí hasta el 78 en la Fórmula 5 y dejé el auto que usé aquí en el galpón, en ese momento el Omar lo empezó a tocar. En ese tiempo corría Sturzennegger en la Fórmula 6 y nosotros le ayudábamos con el auto, entonces un día del año 83 me dice Sturzennegger “vamos a hablar con las autoridades para hacer una carrera en Nogoyá”. Fuimos y se lo propusimos al presidente de la comisión de la Fórmula 6 y recibimos como respuesta un sí, confirmándonos que la próxima fecha (20 días después) de la Formula 6 se correría en Nogoyá. Nos preguntaron si teníamos campo para el circuito y le dijimos que sí, pero era mentira, no habíamos hablado con nadie todavía, fue así que regresamos a Nogoyá y comenzamos a buscar campo para trazar el circuito”. “Mi intención era hacerlo aquí enfrente”, recuerda Enrique señalando un campo que está enfrente del suyo cruzando la ruta, “pero los dueños no se pusieron de acuerdo, por eso fuimos al de la familia Elizalde y ellos si nos permitieron y se armó lo que fue el circuito El Retorno, en solo 20 días. Acordamos la repartida de ganancias y elegimos el terreno adecuado para un circuito”, relata. No sólo se estaba gestando un circuito para la ciudad de Nogoyá, sino que en el galpón de los Martínez, “el Omar” le metía mano al que fuera el auto de su padre y se disponía a participar debutando en la Fórmula 6. ¿Llegó a debutar Omar junto al circuito El Retorno? Se le pregunta a don Enrique y en ese momento despliega un arsenal de fotos, que más que recuerdos son testimonios irrefutables de cada uno de los momentos de las carreras de Omar Martínez, afirmando que finalmente tuvo su debut automovilístico inaugurando el circuito El Retorno, ubicado a la vera de Ruta 26, con un motor Peugeot y un chasis Bravia. “Yo también tenía un auto, así que corrimos los dos en Nogoyá, no me acuerdo el resultado de la carrera, creo que Omar rompió la caja, no recuerdo bien”, dice Enrique. Omar andaba bien, yo dejé mi auto, le di el motor a él y comenzamos a acompañarlo, íbamos a Villaguay, a San Salvador, a Viale y a otras partes de la provincia”. En el año 84 compramos un auto nuevo y peleamos el campeonato de Fórmula 6. No pudimos ganarlo, salimos segundo, pero en ese tiempo la mayoría de los pilotos eran mayores, entonces generaba algo de molestia que un gurisito de 17 años les hiciera sombra. En ese momento decidimos irnos a la Fórmula Renault, era un escenario diferente, de presencia nacional. Vendimos el auto de Fórmula 6 y compramos el Fórmula Renault debutando en el año 1985. Continuando su relato, Enrique rememora el asombro que se llevó el día del debut del nogoyaense en la Formula Renault, nada menos que en el circuito de Balcarce: “Cuando llegamos y empezamos a ver los equipos, yo me quería volver, pero participamos, me acompañaba en la mecánica Néstor Maggioni, íbamos pocas personas a esos viajes por una cuestión de reducir costos. Llegamos a estar en el sexto puesto en la final, pero un balancín nos jugó una mala pasada, luego se vino la fecha en General Roca (Río Negro) y allá fuimos, no clasificamos por una falla, pero quedamos compitiendo en el repechaje. Omar competía con pilotos como el Toto Echegaray, eran todos pilotos mayores y entre ellos estaba Omar, “que era un gurisito” define Don Martínez, sin darse cuenta que de ahí proviene el apodo de su hijo. “En Roca, Omar corrió el repechaje y lo ganó, recibiendo como premio un juego de gomas, las que fueron vitales para la siguiente fecha en Concordia, luego de esa carrera paramos y perdimos el año”, lamenta nuestro entrevistado, que ante otra pregunta nos responde que en el tiempo que el piloto no corría, trabajaba junto a él en el campo en Estación Febre. En ese momento la gente de Nogoyá se mostró disconforme con la participación de Omar en la Fórmula Renault, porque no podía acompañarlo y eso conllevó a que se perdiera parte del apoyo económico también. Solo pudieron participar de tres fechas, afirmó Enrique. “Al año siguiente el Gurí emprende viaje y se suma con Ramírez, atendía autos, se ganaba unos pesos, y fueron armando un motor para empezar a correr, ganando la primera carrera en Las Parejas y en el año 1990 y 1991 fue campeón de la Fórmula Renault, después de eso pasa a la Super Renault y luego al TC 2000”. El quiebre de la entrevista se genera cuando se le pide una definición al padre sobre este célebre Gurí Martinez con respecto a lo sucedido el pasado fin de semana: “que te puedo decir de lo del domingo…” y en ese momento el silencio gana partido, un nudo en la garganta de Don Enrique y los ojos vidriosos delatan que la emoción de la despedida sigue latente. “Fue un gesto enorme de los hinchas de la provincia, demuestra que Omar quedó como un ídolo, que se yo, no sé cuándo vendrá otro igual. Estuve desde el jueves en Paraná y fue impresionante, viejos conocidos y gente de todos lados nos mostraba su emoción y nos pedía que no se retire”. Las anécdotas Se le preguntó a Don Enrique cuáles momentos de la trayectoria del Gurí tiene siempre presente y mientras hojea el álbum de fotos comienza a relatar: “en Buenos Aires, el Omar había hecho la pole en Fórmula Renault, había ganado la serie y nos quedamos sin plata para competir en la final, no podíamos comprar combustible, pero teníamos un primo que vivía en Buenos Aires que nos prestaba el dinero”, explica. Aquí surge otro inconveniente, como la Fórmula Renault era tan convocante, llegar al circuito no era fácil y el primo de los Martínez estaba retrasado y con pocas posibilidades de llegar a tiempo para la final. “Estábamos en la carpa, hacía frío y yo les cebaba mate dulce con café a los muchachos del equipo. En ese momento aparece un mecánico de Gualeguay de apellido Bressan y nos dice “yo los voy a ayudar con lo que pueda” y nos entrega un dinero que se transformó en lo único que teníamos para competir, con eso compramos combustible, Omar salió a pista en la final y ganó la carrera, siempre fue todo con esfuerzo”. Haciendo un paréntesis en el esfuerzo realizado en 36 años, se le preguntó a Don Enrique sobre las peñas que se organizaban en sus inicios para recaudar fondos para las competencias y cuenta que en una ocasión se organizó una cena en la Sociedad Argentina de Nogoyá, para unas 600 personas. El detalle fue el menú: canelones con estofado. “La doña (la madre de Omar N.de R) junto a un grupo de mujeres prepararon 1.300 panqueques y el picadillo para el relleno, era una locura eso, tres panaderías trabajaron para que la comida se sirva caliente y las mujeres se pasaron trabajando en la cocina”. De esta manera, la trayectoria deportiva de Omar “Gurí” Martínez bien se puede basar en tres pilares fundamentales, si se los busca fuera de su gran pericia como piloto: la dedicación familiar, el esfuerzo conjunto y la perseverancia ante todo.

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