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» Diario Cordoba
Fecha: 29/09/2024 15:57
Las hermandades de Córdoba, después de la polémica en torno al botellón junto a las verbenas del Resucitado y la Quinta Angustia, celebradas en Santa Marina y en la plaza de Colón, han pedido que no se les responsabilice por estas "concentraciones incívicas" ajenas a sus actividades; han apuntado que la solución no es prohibirlas, y han asegurado que las críticas "deben dirigirse a quienes tienen la responsabilidad de mantener el orden y asegurar el cumplimiento de las normativas municipales". Así se ha pronunciado la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba en un comunicado de prensa emitido este domingo, el mismo día en el que se ha conocido que el Ayuntamiento ha decidido que dejen de celebrarse verbenas populares en el centro y el casco histórico. El gobierno municipal sostiene que "las verbenas no pueden derivar en concentraciones en torno al alcohol en plazas del centro y del casco histórico que suponen un perjuicio real para la convivencia y respeto al descanso de los vecinos". En su comunicado, las hermandades señalan que "no es justo que se responsabilice" de "conductas incívicas protagonizadas por personas que no participan ni colaboran en los actos que organizamos", por lo que entienden que "no son responsables de las conductas ajenas a nuestras actividades". Es más, muestran su compromiso con la erradicación de los mismos. "Las hermandades -señalan- somos las primeras interesadas en que las concentraciones incívicas que se producen en nuestro entorno sean eliminadas. Estos actos solo generan malestar, suciedad y una mala imagen para nuestras actividades. En ningún caso, estas conductas benefician a nuestras organizaciones". En esa línea, advierten de que prohibir estas verbenas "no es la solución". "Creemos firmemente -aseguran- que la solución no reside en prohibir nuestras actividades de convivencia. Por el contrario, es necesario prevenir que personas ajenas a las celebraciones incumplan las normativas y alteren el orden". Por eso, añaden, "las críticas deben dirigirse a quienes tienen la responsabilidad de mantener el orden y asegurar el cumplimiento de las normativas municipales". Las hermandades, de su lado, "como parte del tejido social de nuestros barrios, estamos siempre dispuestas a colaborar con las autoridades para asegurar que nuestras celebraciones transcurran de manera adecuada" y reiteran que su "compromiso" es seguir trabajando para que nuestros eventos se desarrollen en un "ambiente de respeto y armonía". Las hermandades explican que las actividades que organizan en sus respectivos barrios "tienen un propósito claro: fortalecer el sentido de hermandad entre los vecinos y recaudar fondos para mantener el patrimonio de cada cofradía, así como para continuar con nuestra obra social, de vital importancia para el bienestar de los más necesitados". Y añaden que pretenden "visibilizar los enclaves de sus barrios y dinamizar la actividad entre los vecinos y convecinos que apoyan estas celebraciones que engrandecen estos lugares".
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