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» Radiosudamericana
Fecha: 29/09/2024 15:20
Domingo 29 de Septiembre de 2024 - Actualizada a las: 12:54hs. del 29-09-2024 MALAS NOTICIAS PARA EL LOBIZÓN En 1907, bajo la presidencia de José Figueroa Alcorta, se estableció que el presidente sería el padrino de estos niños, para contrarrestar las creencias supersticiosas en torno al "lobizón". A principios de septiembre, nació en el Hospital Regional de Río Gallegos Noah Portillo, que sería el primer ahijado presidencial de Javier Milei, en cumplimiento de la Ley de Padrinazgo Presidencial, ya que se trata del séptimo hijo varón de la familia. "Nos explicaron en el hospital que podíamos solicitar que el presidente fuera padrino de Noah, y ya estamos con los trámites", comentó Mirta, la mamá, en una entrevista radial. La histórica tradición que otorga al presidente de la Nación el rol de padrino del séptimo hijo varón o mujer de una familia tiene su origen en la Leyenda del Lobizón, una figura mítica del folclore argentino. Según esta creencia, el séptimo hijo de un matrimonio consecutivo se transformaría en lobizón, una criatura que se convierte en lobo bajo la luna llena. Para mitigar esta superstición, se implementó una práctica que perdura hasta hoy: el jefe de Estado asume el padrinazgo de estos niños o niñas, otorgándoles reconocimiento y un simbólico respaldo social. En 1907, bajo la presidencia de José Figueroa Alcorta, se estableció formalmente que el presidente sería el padrino de estos niños, buscando contrarrestar las creencias supersticiosas en torno al lobizón y prevenir la exclusión social de quienes nacían en tales circunstancias. Finalmente, en 1974, esta costumbre fue legalizada, otorgando además a los ahijados presidenciales beneficios como una beca educativa y una medalla conmemorativa.
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