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  • Colón no fue el primero en llegar

    » El litoral Corrientes

    Fecha: 29/09/2024 14:46

    n De acuerdo a la historia y documentos antiguos, unos ocho siglos antes que Colón llegaron unos monjes irlandeses comandados por San Brendan, quien en compañía de 17 monjes zarpó de las costas de Irlanda en una barca hecha con cueros de buey, cosido, hacia la tierra prometida que según ellos estaba situada al otro lado del Océano Atlántico. Es decir que según esta teoría, Colón no descubrió un nuevo mundo, sino un “mundo olvidado” ya conocido por los antiguos. Lo que hizo Colón fue llegar a América, tomar posesión, explorar y comunicar su “descubrimiento” a los reyes de España y también al mundo. Brendan escribió que primero arribaron a la “isla de las ovejas”, que hoy son las Faroe, pasaron a la “isla de los herreros”, donde los demonios les arrojaron fuego (los volcanes en erupción de Islandia). En esa isla acamparon durante el invierno. Al seguir su viaje se encontraron con una enorme “columna de cristal” (un témpano de hielo) y una gigantesca criatura marina, tan grande como una isla (una ballena). Al fin el santo y sus monjes llegaron a la “tierra prometida” que era en realidad una isla (Terranova) en Norteamérica, donde permanecieron siete años y luego regresaron a Irlanda. San Brendan quiso volver más tarde a América, pero las corrientes marinas le fueron desfavorables y tuvo que regresar a Irlanda, donde falleció a los 92 años de edad, en el año 577. Su madre fue la que lo animó para que desde muy joven entrara en una orden religiosa. San Brendan fue un sacerdote muy reverenciado por sus virtudes cristianas. El año 519 fue ordenado presbítero por San Arcadio y fundó su monasterio en el norte de Irlanda. Era un personaje sumamente aventurero, pues con sus monjes viajó a Gales, Britania, a las islas Orkney y a las Shetland. El relato que escribió sobre su viaje a la tierra prometida fue traducido al inglés, francés, holandés, alemán, español y portugués. Brendan fue conocido como el santo navegante, celebrándose su día el 16 de mayo. En 1970 el viajero y escritor inglés Timothy Severin se propuso repetir el viaje de San Brendan, usando también una barca hecha de cuero de res. Preguntó a un experto si una barca hecha de cuero soportaría el viaje por mar durante bastante tiempo. El experto le contestó que al mojarse el cuero se cuartearía, se puede descomponer como la carne, lento o rápido, dependiendo de variados factores, además el agua salada la afectaría mucho. Severin no hizo caso a los malos augurios y mandó a construir la barca según el diseño original de San Brendan. Al tenerlo, mandó a hacer las costillas de su nave con madera de Fresno. Curaron 44 cueros de buey en una solución de corteza de roble. Un fabricante de arneses con sus ayudantes cosieron las pieles al casco. Ya terminada la embarcación, el obispo la bendijo y la niña de 4 años hija de Severin la bautizó con una botella de whisky irlandés (no podía ser de otra manera) con el nombre de “Brendan”. Detalles de la expedición La tripulación de la nave la componían cinco jóvenes expertos. El de mayor edad era Severin con 35 años. En la isla escocesa de Iona se les unió el escocés Kennel. Luego en las islas Faroe se agregó el escandinavo Petterson, que resultó ser un excelente pescador y cocinero. Contra todos los pronósticos, el agua de mar, helada, conservó mejor el cuero. Durante el viaje nadie se bañó o afeitó para evitar malgastar el agua dulce con que contaban. Además, el barco de cuero, embadurnado de grasa, como cubierta protectora, apestaba más de lo que cualquier ser humano puede soportar. Atraídas por el olor de la barca se acercaron unas 15 ballenas Minke y otras pasaron por debajo de ella. Algunas de estas ballenas acostumbran rascarse el lomo con el fondo de las pequeñas barcas, esto hace que a veces las arrastren o en otras ocasiones las voltean. El agua comenzó a colarse por los agujeros que les hicieron a los cueros y tuvieron que estarlos taponando constantemente con otros pedazos de cuero, a la vez que se vieron en la necesidad de utilizar una bomba para sacar el agua. Finalmente arribaron a la isla Pickford, en Terranova, demostrando de esa manera que el santo irlandés también pudo llegar a América, 800 años antes que Colón. Con esto quedó demostrado que la hazaña lograda por los monjes irlandeses 800 años atrás, pudo ser perfectamente posible, aunque con los inconvenientes comentados, pero que finalmente fueron superados por los expedicionarios. Llegaron a América del Norte, pero no a América Central donde llegó Colón, pero tuvieron éxito porque demostraron que pudo haber sido posible el hecho de que los monjes irlandeses hayan podido hacer ese mismo viaje en el pasado. Por otra parte cabe mencionar que ya hace tiempo circulaban versiones de que Cristóbal Colón no fue el primer navegante en llegar a América, ya que según algunos historiadores, mucho antes los Vikingos, navegantes nórdicos, habrían llegado a América antes, específicamente a la región que hoy es Paraguay. Para aseverar esto, algunos investigadores afirmaron haber encontrado en algunas regiones del Paraguay, restos de utensilios de los vikingos, como ser espadas, flechas, escudos, cascos y algunos otros elementos pertenecientes a los navegantes nórdicos. Todo esto estaría confirmando que en un pasado remoto los vikingos, conocidos navegantes de la antigüedad, habrían llegado a estas tierras, aunque se desconoce en qué circunstancias y como habrían regresado al viejo mundo. Aunque muchos historiadores no están de acuerdo con esta teoría, allí están los restos mencionados de la cultura vikinga, como mudo testimonio de que estuvieron aquí vaya a saber cuándo, no hay una fecha determinada. Pero estuvieron.

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