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  • Se multiplican en Rosario los espacios que integran espectáculos y gastronomía

    » La Capital

    Fecha: 29/09/2024 11:11

    La noche de Rosario busca reactivarse aliando despacho de comidas y bebidas con entretenimiento, en línea con el modelo del Café Concert En su libro " Rosario era un espectáculo", Héctor Nicolás Zinni sitúa el auge del Café Concert a fines de la década del 70, cuando funcionaban “de 35 a 40 los fines de semana, superando en número a los que había en Buenos Aires ”. Medio siglo después, la integración entre obras teatrales y shows musicales con propuestas gastronómicas se multiplica en una ciudad que sueña con recuperar, sostener y ampliar su oferta de cultura y entretenimiento, en el marco de nuevas ordenanzas recientemente aprobadas como la de nocturnidad y la de espacios culturales independientes. Y no solo en el centro. “La dinámica de la gastronomía tiene que ver con anexarle un DJ, un solista, espectáculos temáticos, baile. La agenda cultural es una alianza estratégica para la actividad de los restobares”, explica Carlos Mellano , vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar). Los locales gastronómicos en la ciudad suman 1.500 entre restaurantes, parrillas y pizzerías (en 2019, antes de la pandemia, eran 1.725, según relevamientos de la Cámara). La oferta de espectáculos en simultáneo con el despacho de comidas y bebidas “ está presente porque potencia y promueve la afluencia de público, sobre todo de jueves a domingo en el horario de la tarde y de la noche ”, continúa Mellano, que como empresario del rubro también apeló oportunamente a esta estrategia. En sus locales de la zona norte contribuye a atraer clientela en invierno, dice, cuando por razones estacionales merma la concurrencia. De momento el sector espera la reglamentación de la llamada ordenanza de nocturnidad , en rigor de espectáculos y entretenimiento público, aprobada por el Concejo municipal a principios de julio, y que vino a reemplazar una normativa que regía desde 2001. En paralelo también se sancionó el Régimen de preservación y fomento para Espacios Culturales Independientes, un reclamo histórico de espacios con programación artística de pequeña y mediana escala. Rosario Concert Por cierto el delegado gremial de la Asociación Argentina de Actores y Actrices en Rosario, Christian Álvarez, confirma que “en términos de teatro hay proliferación de bares y centros culturales” donde se realizan montajes y puestas, sobre todo monólogos tipo stand up (un género que casi sin requerimientos de escenografía lleva adelante un único comediante y atrae particularmente a las juventudes). El actor y director agrega que “las mismas salas de teatro están adaptándose hace rato a la idea de tener una propuesta gastronómica anterior o posterior a la obra”. En cuanto a la modalidad de trabajo, “generalmente en los bares no hay un pago a los artistas sino que el arreglo es que les dejan la entrada”, en referencia a la recaudación de cada función, que en una sala más formal pasa por la boletería y por otros criterios de reparto. Por el lado del Sindicato de Músicos, su secretario general, Hugo Vitantonio, cuenta que hay locales gastronómicos que programan bandas en vivo pero no siempre se sostienen “porque es necesario producir el espectáculo, hay que hacer difusión. Es una tarea”, advierte sobre la complejidad del rubro. Si algunos bares desisten de la movida tras probar un par de semanas, otros logran reinventarse y en un contexto de pérdida de poder adquisitivo por la crisis económica le proponen al público resolver en un solo paso lo que antes hacían en dos: ir al teatro y luego a cenar, ir al recital y luego a tomar algo. Es la lógica del Café Concert, es decir consumir mientras transcurre la puesta en escena. De Europa a Rosario Fue en la década del ‘60 que el Café Concert floreció como modalidad y como género, asociado al humor y también a la crítica social y política, en el marco de las sucesivas dictaduras y los consiguientes períodos de censura que atravesaba el país. La Recova, La Fusa, La Gallina Embarazada, El Gallo Cojo y El Pollito Erótico fueron algunos espacios emblemáticos de la noche porteña. En Rosario, siguiendo el libro de Zinni (editado por Homo Sapiens en 1996), brillaron entre otros El Gallo Azul, La Luna, La Semifusa y Aureliano en la galería El Patio, hoy sede de un emprendimiento -Paseo Star- que también postula una contigüidad entre espectáculos y gastronomía. >>Leer más: Con un espacio de servicios en el ex Arteón se perfila el "nuevo centro" de Rosario Si bien la tradición del Café Concert proviene de Europa y es más antigua, quedó asociada a la Belle Époque (fines del siglo XIX-principios del siglo XX), y a la ciudad de París. Esta atmósfera inspiró a Vanesa Morán Díaz, bailarina y directora de teatro oriunda de CABA, a especializarse en el rubro del music hall y el cabaret. Y a apostar por sucesivos escenarios en Rosario, donde eligió radicarse. Este sábado 5 de octubre inaugura en pleno Pichincha un Teatro Concert, que tiene como padrinos a Ana Provenzano y Dante Taparelli, e incorpora además estudio de baile y servicio de bar. Zona de espacios culturales En medio de los trabajos de reacondicionamiento, que se desarrollan contrarreloj en Salta 2829, la artista cuenta que vecinos y transeúntes le preguntan qué negocio funcionará en el local cuyo frente “estará pintado de fucsia al estilo de los cafetines de Montmartre, porque nuestra onda siempre fue vintage”. Al enterarse de la novedad, “nos desean suerte, es muy lindo todo lo que pasa. Al lado tengo otro estudio de baile, cerca están el teatro El Rayo y Kichi Duarte, que hace flamenco. Y a dos cuadras, por Ovidio Lagos, está García”, reseña en alusión al legendario reducto rockero y a la sinergia que puede surgir de un ambiente en común. Ese movimiento buscaba Club Fosse, tras pasar desde 2005 por los barrios Alberdi, Arroyito y Refinería. “Somos un teatro independiente que siempre quiso generar un evento que atrayera a los turistas y a los rosarinos. Que no salgan solo a comer, que vuelva Rosario a esa cosa cultural que siempre tuvo y fue perdiendo, sobre todo después de la pandemia”, se entusiasma Morán Díaz, además cantante y docente. “Debemos revivir esa cultura, ese ritual, para los más jóvenes. Nuestro teatro es musical, el género más popular porque lo entiende todo el mundo. El Concert tiene magia: estamos en cercanía con el público, atravesamos el espacio continuamente”, sigue con energía. Al estilo cabaret, su show estrella, se programará todos los sábados a partir del 12 de octubre, con incorporación de una gastronomía más amplia, en tres pasos (hasta aquí se limitó a picadas, pizzas y empanadas). “A la gente le encanta comer y ver el espectáculo. Como artistas nos fuimos acostumbrando y formando en eso: el público toma, pide, hay ruido a vasos, a cubiertos, pasa la moza; al silencio hay que ganárselo”, describe esta mujer de 52 años, que junto a su pareja, también actor, invirtió sus ahorros en mudar Club Fosse a un entorno donde pueda hacer ecosistema, circuito. >>Leer más: El viejo cine Atlas se convirtió en centro cultural, con bar, sala multimedia y café concert “Hubo una época en la que fueron muriendo los espectáculos de variedades en bares, la cultura del sainete, de lo circense, la revista. Es algo tradicional en Rosario, en especial en Pichincha, un lugar donde esto solía pasar”, completa Morán Díaz, tras observar hoy día un resurgimiento de la actividad. En ese sentido aporta que nuevas camadas de artistas se interesan, se capacitan e invierten en vestuario, en herramientas de trabajo, revisitando formatos clásicos o tradicionales breves que a su vez podrían enganchar a audiencias jóvenes, más vinculadas con las pantallas, la instantaneidad y los consumos fugaces. Habrá que ver si en la Rosario del siglo XXI se encienden, como dijo María Elena Walsh, “las nuevas luces del viejo varieté”. Rosario para todos los gustos La lista de salas y centros culturales con servicio de buffet, así como la de bares con propuestas artísticas es extensa. Aquí, nombramos solo algunos de estos espacios, por donde pasan músicos, actores y productores locales y de todo el país. -El teatro bar Caras y Caretas, con Héctor Ansaldi al frente, lleva 51 años en Corrientes 1518. Fue declarado "sala benemérita" por el Concejo municipal. - La Tornería es un joven espacio cultural en pasaje Amsterdam 1113 (Sarmiento al 4800). Inauguró en 2019 y resulta exótico en zona sur, donde este tipo de oferta no abunda. -Kika, con aires almodovarianos, funciona desde 2012 en Urquiza 1580. Se define como restobar, disco, cantina y espacio cultural. -El complejo cultural Atlas incluye gastronomía en su salón principal de Mitre 645 y un bar en el ingreso. Al igual que el Distrito Siete de Pichincha (Ovidio Lagos 790), antiguamente fue un cine. Ambos lugares se caracterizan por su amplitud y por albergar sobre todo shows musicales de diversos géneros. -El bar Birria, de Zeballos y España, tiene una profusa agenda de stand up, humor, jazz, shows acústicos y muestras de canto, al igual que el tradicional El Cairo, de Santa Fe 1102, en horario nocturno. -El Aserradero (Montevideo 1518), en sus inicios más orientado al folclore, tiene una agenda semanal variada. Se presenta como espacio cultural y gastronómico con música en vivo. -Refi, de Vélez Sarsfield 641, funciona en el edificio de la primera escuela técnica de la ciudad, “la técnica 10”. Ciclos de cine, festivales, música, teatro y circo son algunas de sus muchas propuestas, además de la posibilidad de comer y beber en el espacio de barrio Refinería.

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