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  • Los hermanos rosarinos que apuntan a ser número uno en Latinoamérica de la mano de Pampita

    » La Capital

    Fecha: 29/09/2024 10:45

    Los hermanos Ignacio y Germán Imaz están a cargo de Cruci, la fábrica de juegos para niños que lidera el mercado. Están focalizados en la diversificación y en esa línea los visitó Carolina Ardohain para pensar en una cápsula bajo la marca Pampita. “El abanico es infernal”. Esas palabras elige el rosarino Ignacio Imaz al momento de especificar la potencialidad de su empresa. Se refiere a que sus reconocidos juegos son creados para ocupar espacios en plazas, hoteles, casas, terrazas de edificios privados, colegios, clubes, complejos acuáticos y, bien sabe él que la lista puede continuar . Tanto que, hace pocos días, Carolina Ardohain -a quien el país entero llama Pampita-, recorrió junto a Ignacio y su hermano Germán la planta de Cruci en Rosario con la idea de proyectar u na cápsula bajo su marca . Cruci es el nuevo rebranding de la tradicional Crucijuegos que cambia su nombre tras 30 años para ajustarse a las nuevas metas de exportación. “Me interesa mucho que este tipo de figuras, como Carolina, vengan a visitar Rosario en este momento de la ciudad. Yo como empresario estoy muy focalizado en eso, en que la gente venga a nuestra ciudad. De hecho, nosotros recibimos muchas visitas en Cruci ”, describe Ignacio. El vínculo entre la empresa rosarina y Carolina comenzó en plena pandemia cuando ella los contactó para proponerles donar una plaza para el Hogar Santa Marta en Pilar. Ella conocía los juegos porque en la planta baja de su edificio sus hijos jugaban en ellos y le encantaba su diseño y calidad. A partir de allí , comenzó un vínculo con la empresa que hoy tiene un nuevo capítulo. 3 esta también debería salir grande 80502013.jpg Carolina Ardohain recorriendo la planta rosarina. Luego fue a participar de Experiencia Endeavor Rosario para hablar con los emprendedores. Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital Pampita como emprendedora “Carolina busca empresas apasionadas como éstas, donde en los productos la calidad, la seguridad estén garantizadas y siempre se piense en progresar e innovar”, explica Ignacio a suplemento Negocios de La Capital. En esta oportunidad, el equipo de I+D de Cruci empezó a cranear con ella la posibilidad de gestar una cápsula de juegos para casas particulares bajo la marca Pampita. Ella ya tiene este modelo de negocios con compañías de anteojos como Infinit, de suplementos nutricionales bajo el nombre Woman y, también, es embajadora de distintas marcas que promociona en sus redes. Ignacio aclara que aún no hay un contrato firmado para desarrollar esta línea, pero sí “está latente poder hacerlo”. Un dato más acerca del alcance que les permite Pampita a las empresas es que cuando hicieron la plaza para el hogar en sólo un día la cuenta de Cruci en Instagram sumó 15 mil seguidores. 80502027.jpg La idea es poder avanzar en una cápsula especial de juegos con la marca Pampita. Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital Una compañía que juega a lo grande Ahora bien, Cruci es una compañía que sorprende por su crecimiento. Quienes tienen la posibilidad de visitar la nueva planta, levantada sobre la autopista a Córdoba casi en el cruce con Wilde, pueden palpar en primera fila su potencial. “La empresa tiene un plan 2030 que es ser número uno de Latinoamérica”, proyecta con convicción Ignacio. ¿Cómo lo van a lograr? Están en el camino de certificar todas las normas que les permitirán entrar sin barreras a Europa y Estados Unidos. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Pampita (@pampitaoficial) “Queremos una fábrica para exportar, con tecnología de punta, somos una industria 4.0, certificada en ISO 9001, hace ya siete años. Estamos certificando 14.001 este año y ahora en noviembre vamos a certificar normas UNE, que son las europeas, para posteriormente certificar las SPM que son las normas americanas”, explica y agrega: “¿Cuál es nuestra intención? Certificar un proceso y un producto para poder exportar al mundo”. Hoy el 15% de su producción se comercializa en Uruguay, Bolivia, Paraguay y Chile, pero quieren llevar ese porcentaje al 30% en el corto plazo. También han vendido juegos a mercados como el mexicano, colombiano y panameño. No sólo exportar productos, sino know how En el predio donde se levantó la nueva planta de 17 mil m2 también se está terminando un edificio que dará que hablar porque no será un espacio cerrado para la administración, sino que allí proyectan un edificio innovador y de vanguardia. Por ejemplo, adelanta Ignacio que “en el tercer piso habrá un coworking de 400 m2 para I+D donde estamos trabajando en base a la economía del conocimiento. Vamos a equiparnos al máximo posible con impresoras 3D y toda la última tecnología para que los diseñadores puedan acelerar el proceso de creación”, cuenta. 7 80502023.jpg La planta tiene 17 mil metros cuadrados y van por más. Están construyendo una nueva nave. Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital En una primera etapa usarán esas impresoras para hacer las plazas completas en miniatura antes de fabricarlas en su medida real, pero la estrategia final es poder hacer grandes estructuras en 3D. “La idea es evitar la matricería e imprimir en 3D directamente piezas como, por ejemplo, todas las terminales de plástico que llevan el logo del cliente. No es más económico, pero sí te acelera los tiempos de producción”, añade. Y en ese mismo espacio proyectan poder dar respuesta a quienes requieran un desarrollo determinado pero que no necesariamente lo fabriquen en la planta de Cruci. Esa posibilidad la imaginan para clientes de distintas partes del mundo que prefieran fabricar los juegos, por ejemplo en China, pero elijan tener un diseño, desarrollo e ingeniería made in Argentina. Respecto del resto del edificio, en la planta baja habrá un bar, al que podrán acceder quienes quieran visitar la planta y desayunar, almorzar o merendar. Habrá allí un área comercial de exposición de los productos de Cruci, mientras que en el primer piso estará la atención a las 18 sucursales del país y en el segundo la administración que atiende a una base de 76 mil clientes. 80502037.jpg El edificio está en obra. Tiene un gran corazón libre, que llega hasta el último piso, con vista a todos los espacios. Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital Mientras que en el cuarto piso está proyectado un roof top para eventos especiales y allí Ignacio promete montar un juego con forma de cohete, que podrá verse desde la autopista, y será la atracción para los más chicos. Y también tiene entre manos una sorpresa que están desarrollando para el mes de la navidad, pero que no se puede anunciar porque están estudiando la factibilidad. Lo privado, más fuerte que lo público Si bien muchos están convencidos de que Cruci crece de la mano de las plazas públicas, y es real que el 45% de sus ventas van a ese mercado, cada vez es más lo que se vende en el ámbito privado. Diversificaron así su cartera para estar fuertes en los momentos en lo que hay menos inversión del Estado y también porque el ámbito privado cada vez demanda más. De hecho, cuenta Ignacio que las cadenas de retail les piden que hagan juegos para vender en grandes superficies, pero es una unidad que aún no pueden tomar hasta que no terminen con el resto de los proyectos en danza. 2 foto grande para adentro 80523819.jpg Los hermanos Imaz tienen claro cuál es el futuro que quieren para su empresa. La meta es ser los número uno en Latinoamérica. Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital Las plazas sustentables En la planta de Cruci ya hay montado un juego desarrollado con plástico reciclado. Es un camino que los directivos de la empresa saben que deben profundizar sobre todo si están decididos a crecer en mercados como el europeo y el norteamericano. “Hay muchas cosas que se pueden hacer, el juego que hicimos se hace con residuos y pigmentos, el problema es que la energía es muy costosa en Argentina y es caro de hacer”, agrega Ignacio. En números exactos, él calcula que el costo asciende a un 50% más, pero está convencido de que ese margen puede bajarse modificando procesos. “En el primer mundo a las personas que reciclan no les cobran impuestos o los subsidian, pero acá no. Yo creo que en algún momento eso se equilibrará”. Respecto de su mirada hacia adelante, Ignacio apuesta a que la empresa siga creciendo y sueña con que la tercera generación tome la posta cuando sea necesario. En ese tren de seguir apostando al futuro, están terminando de montar una nueva planta de 7.000 m2 en el mismo predio que la actual. Allí van a mudar el área de rotomoldeo, agregar maquinaria, hacer un laboratorio de calidad para las nuevas normas a certificar y montar un almacén para sus insumos. Así, el ritmo no se detiene en Cruci.

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