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» Diario Cordoba
Fecha: 27/09/2024 19:55
Cualquier manual de dialectología del español contemporáneo que se precie explicará con más o menos suerte los fenómenos fonéticos relacionados con la ‘relajación’ general -es decir, menor tensión articulatoria- que caracteriza el habla de muchos andaluces. Uno de dichos fenómenos está representado por la neutralización de /l/ y /r/ en ‘posición implosiva’ o ‘final de sílaba’. La mencionada ‘neutralización’ suele materializarse principalmente en lo que al oído común parece una sustitución de /l/ por /r/ -en casos como «arma»-. Así, un compañero andaluz decía hace poco a sus alumnos: «Mardita zea tu arma ze escriben con ele». Fuera de las aulas, esta realización fonética se asocia, incluso por quienes así pronuncian, a hablantes de bajo nivel cultural, o, dicho de otro modo, no es un rasgo lingüístico que goce de gran prestigio social. No obstante, si el resultado derivado de relajarse y neutralizar es el contrario, es decir, /l/, cuando, en teoría, debería pronunciarse /r/ -como en «cuelpo»-, el desprestigio será aún mayor. Y es que, ya lo decía el lingüista Hudson, a las personas no les importa reconocer que hablan mal, siempre y cuando se les permita puntualizar que otros hablan peor. Hace poco, algunos ciudadanos han vuelto a solidarizarse con María Jesús Montero, pues, según quienes la defienden, se le ataca «porque habla andaluz». Considero que su desprestigio no radica en su intermitente e inexplicable rotacismo -y no solo lingüístico-. Cuando se miente más que se habla, navegar en el velero de la ‘desvalorización’ que claramente ha padecido el andaluz no convencería ni a los hermanos Álvarez Quintero. Suscríbete para seguir leyendo
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