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  • Verónica García, la representante de las empresas familiares de Madrid que forjó su carrera en el lujo

    » Diario Cordoba

    Fecha: 27/09/2024 17:04

    Verónica García Castelo fue elegida presidenta de la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (Adefam) este verano. Es la segunda de cuatro hermanos, dos de los cuales siguen en la rama de un negocio que converge en los factores que determinan buena parte de su vida: familia, empresa y lujo. No necesariamente en ese orden. "Dos de mis hermanos aún siguen en áreas de gestión en la empresa familiar, conviviendo con la primera generación", detalla. Sus padres, Gabriel García y Julia Castelo, fundaron un negocio hotelero que hoy supone una oferta de 230 habitaciones en Madrid y un empleo por encima del centenar de personas, entre puestos directos e indirectos. En esta estructura, la directiva, madrileña de nacimiento, es la consejera delegada de los hoteles Orfila y Heritage, probablemente las joyas del negocio familiar. Son dos establecimientos de cinco estrellas ubicados en Madrid que, además, son los únicos de la capital que forman parte de la prestigiosa asociación Relais & Châteaux, una iniciativa que reúne 580 hoteles de lujo y restaurantes gurmet en todo el mundo. "No tenía claro que quería ser empresaria. La vida me ha ido llevando. Era buena estudiante pero no tenía ninguna afición a algo muy marcado. Me atraía mucho la idea de viajar y vivir fuera, por eso decidí estudiar Administración y Dirección de Empresas en la European Business School". En París y Londres vivió dos estancias que hoy incorpora en su manera de gestionar. "Ves otra manera aproximarse a los problemas, de buscar soluciones y de enfrentarse a la vida". Pero no es solo eso: en la práctica, también le hace ser mejor anfitriona. "Sabes en qué cosas y con quién tienes que ser un poco más discreto, por ejemplo". Explorar el mundo La idea de explorar el mundo, que siempre le impulsó a la hora de tomar decisiones, pudo exprimirla en su primera experiencia profesional. En 1994, se incorporó a Loewe. Tenía 22 años y le encomendaron la tarea de introducir sus perfumes en Latinoamérica. "Fueron años de viajes a Paraguay, México y Miami. Me permitieron conocer de cerca el sector del lujo, sobre todo algunas de las claves del márketing, la imagen y la gestión de marca, que luego traté de aplicar en los hoteles". Con esta experiencia, ocho años después de introducirse en el segmento del lujo, García Castelo se incorporó definitivamente al negocio familiar convirtiéndose en la directora del Hotel Orfila. A ella se debió después el desarrollo del proyecto del Hotel Heritage, tanto en lo que se refiere a los aspectos de diseño y decoración como a la parte administrativa. "Hablamos de establecimientos de lujo, en los que se cuidan todos los detalles. Hay que satisfacer al instante cualquier petición. Esta actitud es la que marca la diferencia". Aunque no entiende una receta del éxito más allá del trabajo, sí que cree que una clave es saber escuchar. "A veces, los problemas en las organizaciones surgen porque las personas no están en los puestos adecuados. Yo creo que todo el mundo tiene algún don, y el desafío es descubrir ese don para que cada persona esté en ese puesto en el que pueda dar el máximo". Proteger el legado En su nueva etapa al frente de Adefam, García Castelo tiene claro que la apuesta que vertebra todo lo demás está en la juventud. "Necesitamos que las nuevas generaciones de las empresas familiares se involucren en nuestros actos", afirma. Además, quiere que las empresas de los asociados sean capaces de atraer el mejor talento y para ello irá a buscarlo a las aulas. Adefam ha iniciado un programa en los que responsables de empresas familiares pasan una jornada en institutos con jóvenes de 15 a 16 años que después visitan las instalaciones del negocio. "Igual que fomentamos el espíritu emprendedor, hay que fomentar el de la empresa familiar". Asimismo, considera que merece una atención prioritaria la promoción de la cultura empresarial en España, "ya desde los primeros estadios del sistema educativo", y con la mejora de la formación en el aula, de manera que casen las necesidades de las empresas a la hora de contratar y reclutar determinados perfiles y las necesidades de la sociedad. Para ello, ve necesario promover aún más el modelo de la formación dual porque puede suponer un gran beneficio en la mejora de la empleabilidad. Otro de los pilares de su mandato, que durará tres años, es la comunicación con las diferentes administraciones. "Queremos que nos ayuden a crecer, a invertir. En España hay mucha más empresa pequeña que en el resto de Europa y no somos tan competitivos". La directiva alude a los responsables y pide un plan de colaboración público-privado en el que compartan sinergias. "Generamos riqueza. Necesitamos una simplificación burocrática que elimine las trabas al crecimiento", sentencia. Revolución en el punto de mira La nueva presidenta de la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid ha vivido en primera persona una revolución de la industria hotelera que la primera generación que montó su negocio, la de sus padres, no podía ni imaginar: los pisos de alquiler turístico. "No es cuestión de prohibir el 100%, pero hay un tema básico y es que las plataformas no puedan anunciar viviendas ilegales", subraya. En esta línea señala que hay que mirar qué han hecho otras ciudades donde el fenómeno se ha regulado, como Nueva York. "No generan riqueza y los puestos de trabajo son de peor calidad. Tampoco pagan los mismos impuestos ni cumplen las mismas normas", insiste. Ella solo pide "una regulación específica" para equilibrar ambos modelos.

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