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» Misioneslider
Fecha: 26/09/2024 18:16
La línea B del subte porteño, una de las más transitadas de la red, ha sido noticia en los últimos meses debido a problemas de demoras y quejas por la antigüedad de sus trenes. Con una media diaria de 183.561 usuarios, se hace evidente la necesidad de una renovación en su flota para mejorar la calidad del servicio. Renovación total de la flota En respuesta a esta situación, el Gobierno porteño ha anunciado la compra de 29 formaciones cero kilómetro, cada una compuesta por 6 coches, con una inversión de us$ 294.400.000. Esta adquisición no solo implicará la renovación de los trenes, sino también la implementación de obras de infraestructura para incrementar la potencia de la catenaria a 1.500 voltios, lo que permitirá una mayor eficiencia energética y la adopción de tecnología más moderna. «Al estandarizar el material rodante en la línea mejorará la operatividad, el servicio y agilizará los procesos de mantenimiento», afirmaron desde el Gobierno porteño. Este cambio supondrá un avance significativo en la modernización de la línea B, que se había quedado rezagada en comparación con otras líneas de la Ciudad. Proceso de licitación ampliado El proceso de licitación original, que contemplaba la adquisición de 16 formaciones para reemplazar los antiguos trenes Mitsubishi, se ha ampliado para permitir la participación de distintos oferentes como proveedores del nuevo material rodante. Este proceso podría extenderse hasta 48 meses, con el objetivo de garantizar la selección de la mejor opción para la renovación de la flota. Esta medida representa un paso importante para mejorar la experiencia de más de 180 mil personas que utilizan diariamente la línea B del subte, brindando un servicio más seguro, confortable y eficiente. Los nuevos trenes contarán con aire acondicionado, cámaras de seguridad y tecnología de punta, lo que contribuirá a elevar el estándar de calidad del transporte subterráneo en la Ciudad. Desafíos y beneficios de la renovación La antigüedad de los trenes actuales, con una media de 60 años, ha generado problemas de mantenimiento y operatividad en la línea B. La renovación de la flota no solo resolverá estas dificultades, sino que también permitirá la adopción de tecnologías modernas como el sistema CBTC, que mejora la seguridad y eficiencia del servicio. La incorporación de trenes alimentados por catenaria y el abandono del tercer riel supondrán un avance significativo en la infraestructura de la línea B, lo que se traducirá en un servicio más confiable y sostenible para los usuarios. Además, la estandarización del material rodante facilitará la operación y el mantenimiento de los trenes, garantizando un servicio óptimo a lo largo del tiempo. En resumen, la renovación total de la flota de la línea B del subte porteño representa un importante paso hacia la modernización y mejora del servicio de transporte público en la Ciudad. Con una inversión significativa y la implementación de tecnologías de vanguardia, se espera que esta iniciativa contribuya a brindar una experiencia de viaje más segura, cómoda y eficiente para los miles de usuarios que utilizan diariamente esta línea.
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