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» Diario Cordoba
Fecha: 26/09/2024 17:29
El comienzo del otoño, como desquite del parón estival, suele ser fecha propicia en Córdoba para la acumulación de ofertas culturales y sociales; pero este año, por su cantidad y calidad, el fenómeno se ha multiplicado de manera abrumadora. Algo que dice mucho y bueno de las potencialidades de una ciudad cuyo pulso algunos injustamente siguen considerando apagado. Dos propuestas extraordinarias, en todos los sentidos, destacan en esta ocasión. Una cita excepcional -o citas, porque la han acompañado cerca de cuarenta actividades de música, danza, rutas guiadas y exhibiciones ecuestres, entre otras- es el congreso que la Organización de Ciudades Patrimonio de la Humanidad (OCPM) está celebrando en Córdoba, que reúne, no se olvide, cuatro de estas distinciones de la Unesco. Una oportunidad única, con 75 ciudades de todos los continentes en liza, cuyo propósito era definir técnica, social y urbanísticamente el futuro de nuestros cascos históricos y «hacer de ellos lugares con más calidad de vida para los ciudadanos», según anunció el alcalde, José María Bellido, como declaración de principios antes de recibir a los congresistas. Difícil parece haber alcanzado retos de tanta ambición, pues la habitabilidad, la sobrecarga turística y la lucha contra el cambio climático no son asuntos que se resuelvan en cuatro días. Pero cuando mañana noche se ponga fin al encuentro en el parque de Miraflores con un espectáculo de 220 drones -cacharros que lo mismo sirven para hacer la guerra que para amenizar la paz- una cosa sí se habrá logrado, y es poner a Córdoba en el centro del planeta. Otro evento destacado es la muestra, singular en su concepción y por ello sorprendente, que se expone en el Museo Julio Romero de Torres como uno de los platos estrella del menú confeccionado en torno al 150 aniversario del nacimiento del pintor. Ha sido montada, previo desmontaje del discurso museístico acostumbrado, en colaboración con Telefónica; y se basa en comparar -o poner a dialogar, que dicen los entendidos- algunas de las piezas de ambas colecciones. De modo que quedan confrontados cuadros muy conocidos de nuestro Julio Romero con obras - sobre todo fotografías- representativas de la vanguardia artística nacional e internacional. Algunos de estos parecidos se aprecian claramente; otros, la verdad, requerirían la interpretación sofisticada de expertos en la materia, y para los que no lo somos resultan un tanto traídos por los pelos (se echa en falta un catálogo, o por lo menos un folleto informativo). Pero bienvenida sea iniciativa tan novedosa, que saca a Romero de Torres de las tinieblas folcloristas de antaño y certifica el merecido sello de modernidad que le corresponde. A todo esto hay que añadir los acontecimientos habituales del otoño cordobés, desde la celebración, mañana, del Día Mundial del Turismo a las convocatorias de la Noche Europea de los Investigadores, que también este viernes desplegará su velada central. Sin olvidar por supuesto Cosmopoética, sus atractivas conversaciones letraheridas y sus polémicas -esta vez la práctica ausencia de poetas locales, que no ha gustado nada a los ignorados/as-. Se contará también con la efervescente actividad de la Real Academia, que inicia el 2 de octubre oficialmente el curso -ya ha desarrollado sesiones extraordinarias- y tiene presidente de estreno, Bartolomé Valle Buenestado. Ah, y a partir del día 30 llegará la Semana de Gala. Se abre, en fin, un otoño entretenido. Disfrútenlo. Suscríbete para seguir leyendo
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