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» Diario Cordoba
Fecha: 26/09/2024 17:28
El agua, en forma de chirimiri, se asomó tímidamente a las puertas del acto para ver si se contaba con su presencia en la presentación del Anuario Agroalimentario de Diario CÓRDOBA. Y no es que se contase con ella, es que se añora su presencia como la del hijo que se marchó de casa y solo regresa para los grandes eventos. El agua y su necesidad para hacer rentable el campo ha rociado (imaginariamente) toda la ceremonia en la que se ha puesto de nuevo de manifiesto la importancia que tiene el medio agrario para nuestra provincia y su enorme dependencia del recurso hídrico para subsistir y mejorar. La presentación del Anuario Agroalimentario de Diario CÓRDOBA ha servido, un año más, para reunir en el Círculo de la Amistad a cuantas personas, organizaciones, empresas y entidades tienen algo que ver con el campo de la provincia, incluidos los del ámbito ecuestre y taurino. A todos ellos se han sumado autoridades de todas las administraciones, de los cuerpos y fuerzas de seguridad, de CECO, de los sindicatos, de la Real Academia, de todas las facultades (públicas y privadas) relacionadas con la actividad agroalimentaria, y de organizaciones no gubernamentales. Este año, además, el encuentro ha tenido presencia aristocrática, pues entre los oyentes se encontraba Cayetano Martínez de Irujo, que le ha dado un toque rosa (o naranja mejor, que es su cultivo estrella) al evento, aunque su presencia, como es natural, se debía a su condición de empresario agrícola. Cayetano Martínez de Irujo, junto a Dolores Jiménez, en la presentación del Anuario Agroalimentario de Diario CÓRDOBA. / Ramón Azañón El vuelo sobre la provincia Y ese variopinto mosaico representativo de la sociedad cordobesa ha sido también el eje fundamental de la intervención principal de la convocatoria, la del flamante presidente de AsajaCórdoba, Fernando Adell. Antes de que el empresario tomara la palabra, como inicio de la ceremonia, un vídeo con un recorrido aéreo por la ciudad y la provincia daba a conocer la realidad de la empresa editora del periódico. Una vista panorámica que después fue haciendo en su alocución el representante de los gestores del 80% del terreno agrícola de la provincia. Así, los presentes en el Círculo en esta mañana de jueves han sobrevolado la dehesa, los pinares, los naranjos, la sierra y sus recursos cinegéticos, el cereal, la viña y el olivar. Y en todos ellos se ha podido captar algo que ahora se llama estrés hídrico, pero que para la gente del campo se llama sequía, la falta de agua, que es el origen mismo de la vida de todo el que tiene su existencia fiada a la tierra. Y, según ha recordado el presentador del acto, Francisco Expósito, jefe de Economía del periódico, un espacio agrario que, quizás por esas y otras vicisitudes, vinculadas a los precios (de venta de producto y de compra de medios de producción), a la falta de rentabilidad o la inseguridad del relevo generacional, está empezando a darse por vencido en algunas zonas ante el nuevo (no porque lo sea sino porque ahora estamos mirando más hacia él) generador de riqueza en forma de megavatios, como es el sol y sus “huertos” de energía renovable. El campo, que, como se ha dicho, es el principal sector productivo de la provincia, el mayor músculo económico, presenta sin agua, como señala Juan Niza en el interior del anuario, signos de flacidez. Por eso se hace necesario parar un poco el ritmo y hacer que ese goteo de aportaciones en forma de investigación se convierta en un flujo de energía que haga realidad cuantos retos se han puesto este jueves de nuevo sobre la mesa. Variedad, versatilidad y resiliencia Recursos hay, el principal, la versatilidad y la variedad del campo cordobés, los demás vienen de la mano de la resiliencia de sus gestores, su capacidad de renovación y de aguante, de las ayudas económicas de Europa, de las administraciones con sus políticas agrarias, de la universidad y sus capacidades de investigación para aportar un conocimiento que permita innovar de manera que las tierras sean sostenibles. En los dos sentidos de sostenibilidad, la primera de acuerdo a las exigencias de las nuevas normativas europeas, la denostada PAC; la segunda la de la sostenibilidad económica de las familias que dependen de ella, tanto desde la gestión como desde el ámbito laboral y, sobre todo, de cara a la globalidad en la que nos movemos, ser capaz de seguir abasteciendo de alimentos a una sociedad cada vez más amplia y más exigente. Los asistentes al acto recogen su ejemplar del Anuario Agroalimentario de Diario CÓRDOBA. / Ramón Azañón El campo, tan presente en nuestro entorno, pero tan distante a veces, tiene ante sí el reto de seguir siendo un lugar de vida y de futuro atractivo, que es su otro gran reto, el de ofrecer una forma de vida que evite la marcha de los vecinos del medio rural hacia otros puntos con mejor horizonte y dejar de ser ese ámbito laboral, profesional o empresarial donde la media de edad supera la cincuentena. Tras escuchar toda esta realidad y de la necesidad de que quede plasmado, con sus luces y sus sombras, con sus cifras y sus retos en el documento que Diario CÓRDOBA distribuye este viernes con el periódico, los asistentes salen de la sala de la presentación en modo reflexión y con el anuario bajo el brazo. El agua, a esa hora, ya se había marchado, como se asomó, sin dejar más huella que un color plúmbeo en el cielo y un levísimo olor a tierra mojada en el ambiente.
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