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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 26/09/2024 11:50
El Dr. Alejandro Giorgio, defensor público en la Cámara de Casación Penal de Concordia. En una entrevista exclusiva con Despertar Entrerriano, Alejandro Giorgio, defensor público en la Cámara de Casación Penal de Concordia, explicó en profundidad los desafíos que enfrenta el sistema judicial al lidiar con personas detenidas por adicciones. En un análisis exhaustivo, Giorgio criticó la falta de políticas públicas eficaces y la inacción del Estado para combatir este flagelo que, según él, está deteriorando rápidamente a los jóvenes. Con propuestas para mejorar el sistema, el defensor reveló las fallas legislativas, la problemática creciente del narcotráfico y la urgencia de un enfoque más integral para las adicciones. El impacto de las adicciones y la ley segmental «Cuando un detenido ingresa por primera vez, muchas veces descubrimos que el verdadero problema no es el delito en sí, sino las adicciones», señaló Giorgio, destacando que en la mayoría de los casos, los detenidos o sus familiares confiesan las dificultades que enfrentan por los vicios. Sin embargo, la legislación actual impone que las internaciones por adicciones sean voluntarias, lo que representa un obstáculo crítico. “Hasta que no se ven acorralados por la posibilidad de una condena, no aceptan la internación, y muchas veces ya es tarde. Cometen hechos graves que complican cualquier posible solución”, explicó el defensor. El rol del sistema judicial y las adicciones Giorgio detalló cómo, cuando los delitos no son graves, se intenta suspender el procedimiento penal para priorizar la rehabilitación del individuo. «Por suerte, la fiscalía y los jueces comparten esta visión. Suspendemos el proceso, internamos a la persona y le damos seguimiento. Si cumple bien con el tratamiento, se archiva la causa», explicó. No obstante, aclaró que el tratamiento no significa que la persona esté curada, ya que las adicciones son una enfermedad de por vida. El deterioro de los jóvenes y la calidad de las drogas La situación es alarmante. «Hace unos años, el deterioro físico de los jóvenes era lento, pero ahora, debido a la baja calidad de las drogas y los productos químicos que contienen, los chicos se destruyen en muy poco tiempo», advirtió Giorgio. En especial, mencionó la peligrosidad del fentanilo, una droga extremadamente fuerte que ya ha llegado a Concordia y otras zonas. «Me han dicho que ya se ven ‘zombies’ en la ciudad», confesó. La facilidad de acceso a las drogas en Concordia «Las drogas están al alcance de cualquiera, en todos los niveles sociales. No es un problema solo de los barrios pobres», explicó Giorgio. Según él, tanto en Concordia como en otros departamentos de la provincia, la droga se ofrece en boliches y otros lugares de ocio nocturno. «Los chicos salen y les ofrecen pastillas como si fueran caramelos. La droga sintética está por todas partes», señaló. Además, expuso cómo el narcotráfico ha encontrado en los barrios de Concordia una fuente de subsistencia. “Vemos allanamientos y detenciones todos los días. Detenemos a una familia que vendía drogas y al poco tiempo el vecino abre otro punto de venta. Esto no va a parar hasta que no mejore la situación económica”, advirtió. Propuestas para combatir el narcotráfico y las adicciones Giorgio ha propuesto diversas soluciones, aunque muchas de ellas no han sido implementadas debido a la falta de apoyo estatal. Entre sus ideas más destacadas está la creación de un sistema de control con perros detectores de drogas en boliches y colegios. «Con controles aleatorios en las entradas de los boliches y en los colegios, daríamos una imagen de prevención. El Estado debería invertir en esto, pero no hay voluntad política», afirmó a nuestro medio. También propone destinar un fondo fijo a la lucha contra las adicciones, recaudado mediante una tasa municipal, que se utilice exclusivamente para programas de prevención y rehabilitación. «Siempre hay prioridades que dejan de lado el problema de las drogas. Si no destinamos un fondo exclusivo, nunca se hará nada», comentó. El Estado no acompaña El defensor subraya que, aunque hay instituciones privadas como Juan XXIII y algunas iglesias que están haciendo un esfuerzo significativo, la intervención del Estado es inexistente. «El Estado no acompaña ni a nivel nacional, provincial ni municipal. No veo un verdadero esfuerzo por parte de los funcionarios públicos», declaró. El proyecto de la cárcel granja Entre las iniciativas que Giorgio ha intentado promover, destaca la creación de una «cárcel granja» en Concordia, una idea que tomó de modelos implementados en Estados Unidos y Centroamérica. El proyecto, que iba a ser desarrollado en el predio de Frigorífico La Paz, pretendía ofrecer un tratamiento diferenciado a los jóvenes condenados por primera vez. “Queríamos darles la opción de cumplir su condena en un ambiente abierto, trabajando en la huerta, con animales y recibiendo formación en oficios. El objetivo era reducir la reincidencia”, explicó. Sin embargo, este proyecto fue desechado debido a la falta de continuidad política. «Logramos avanzar con un defensor de Paraná, y un funcionario político, pero al final Paraná se quedó con el proyecto y en Concordia nunca se hizo», lamentó Giorgio. Falta de articulación entre instituciones: Otra de las propuestas del defensor es la creación de un sistema coordinado entre las distintas instituciones que trabajan con adicciones. «Cada uno hace lo suyo, pero no estamos conectados. Falta alguien que articule el trabajo entre las organizaciones», explicó. Para Giorgio, esta articulación debería estar liderada por el municipio, pero hasta ahora no ha habido ningún avance en este sentido. La entrevista con Alejandro Giorgio refleja una realidad alarmante: el sistema judicial de Concordia, a pesar de sus esfuerzos, está limitado por la falta de políticas públicas y la inacción estatal. «Si no se toma una decisión política firme, vamos a seguir viendo cómo los jóvenes caen en el abismo de las drogas», sentenció Giorgio. Mientras tanto, las adicciones siguen siendo una crisis creciente en la ciudad, afectando a personas cada vez más jóvenes y sumiendo a sus familias en el desamparo. Fuente: Despertar Entrerriano
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