25/09/2024 14:27
25/09/2024 14:27
25/09/2024 14:26
25/09/2024 14:26
25/09/2024 14:26
25/09/2024 14:25
25/09/2024 14:25
25/09/2024 14:25
25/09/2024 14:25
25/09/2024 14:25
Parana » Radio La Voz
Fecha: 25/09/2024 11:31
El licenciado en Relaciones Internacionales, Gustavo Tarragona, en comunicación con RADIO LA VOZ, analizó el discurso del presidente Javier Milei en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Tarragona afirmó que la presentación de Milei en la ONU le dejó “perplejidad. Creo que o no está bien asesorado o desconoce una larga y rica tradición de la política exterior de la Argentina que, entre otros pocos valores, ha mantenido a lo largo de muchísimos años la neutralidad frente a determinadas circunstancias, acontecimientos o procesos. Durante muchas décadas la Argentina perteneció a un movimiento político a nivel mundial como fue el de países no alineados”. “Lo primero que me causó fue perplejidad, porque por el otro lado también uno entiende que la cabeza visible del Poder Ejecutivo de un Estado no debería jugar en términos de política exterior solamente con sus ambiciones personales, sino que el Poder Ejecutivo es como la materialización de los intereses de la Nación. Creo que aquí hay una subordinación de los intereses de la Nación argentina a los intereses personales del presidente Milei, que tiene todo el derecho de intentar construir y proyectarse como un nuevo líder en este siglo XXI, reuniéndose con figuras de EEUU; pero es un juego delicado, sobre todo porque la Argentina tiene una muy larga y rica tradición en términos de su política exterior que durante mucho tiempo le ha dado confiabilidad, prestigio internacional. Hay que ver qué sucede ante esta posición extrema que el presidente Milei manifestó ayer en el discurso ante la ONU”. Tarragona consideró: “El abandono de este valor de la neutralidad de la política exterior argentina significa avanzar en una dirección opuesta. Me resulta bastante complejo entender cómo es que la mayoría de las potencias en el mundo avanzan con su matices y particularidades en la Agenda de los Objetivos del Desarrollo Sustentable y cómo la Argentina va a pretender insertarse y relacionarse más profundamente con el mundo en general si vamos en la dirección opuesta a la que el mundo plantea”. Con respecto a la cuestión Malvinas y la reanudación de vuelos desde Córdoba, indicó: “Yo lo veo con una cierta precaución, de alguna manera esto significa la posibilidad de un contacto físico con nuestras Islas Malvinas algo más estrecho que los escasos contactos que se están dando ahora, pero por el otro lado, en término de la complejidad de las relaciones internacionales de un Estado, si esto no significaría también aceptar en cierta medida indirectamente una situación de hecho que significa que nuevamente podemos estar declamando y, así lo tenemos establecido en nuestra Constitución nacional, los derechos irrenunciables sobre la soberanía de las Islas Malvinas pero después en la práctica esto no se verifica. Nos van a seguir solicitando el pasaporte, porque para los británicos eso es territorio propio de ultramar”. Analizó el licenciado que “la política exterior de la Argentina debería estar construida en términos a largo plazo, una práctica de Estado. Vamos de una situación a otra, pasamos de estar en una posición que miraba hacia otro lado en términos de violaciones a los derechos humanos en regímenes como el de Nicaragua, Venezuela, Irán, a tener un intento de un alineamiento irrestricto a los EEUU y a otros países, y en situaciones que son verdaderamente muy difíciles de sostener. Una política exterior de un Estado serio no se construye así”, concluyó.
Ver noticia original
 (1).jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por