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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 25/09/2024 08:20
Cada vez es más común ver historias de parejas que buscan hijos y recurren a la gestación solidaria -popularmente conocida como subrogación de vientre- para formar una familia. Estos casos son mayormente de personas extranjeras y no es común que ocurra en Argentina, pero surgió un caso en la ciudad de Paraná que sentó un precedente en materia judicial, pero que también levanta una cortina de discriminación, intereses económicos y falta de aplicación de normas vigentes. En agosto de este año, el Juzgado Federal Nº 2 de Paraná falló a favor de Leandro Laurencena y Rubén Báñez para que sus prepagas cubran el procedimiento de fertilización para que una mujer, amiga de la pareja, geste a su futuro hijo. Este es un fallo inédito en la justicia de la capital entrerriana, pero esta no es la primera vez que la pareja logra un hito de este calibre en la ciudad, sino que previamente lograron la autorización del Registro Civil para inscribir a ese niño por nacer como suyo legalmente. El deseo de ser padres, dependiente de la Justicia entrerriana Leandro y Rubén son ingenieros, iniciaron su noviazgo en 2011, en 2021 tomaron la decisión de casarse y un año después comenzaron a investigar las opciones disponibles para formar una familia con el método de gestación solidaria. “Una amiga nuestra se ofreció a ser la gestante y fue el acto de amor más increíble que podíamos recibir”, comentó la pareja a ANÁLISIS, “para nosotros fue todo muy natural, porque ella nos hacía sentir así. Se notaba que lo hacía por amor, por un deseo propio de ella y eso fue muy lindo”. Automáticamente, iniciaron los trámites y procedimientos legales para que la Justicia de Entre Ríos autorizara la práctica. Consultados por la experiencia en los Tribunales de Paraná, recordaron: “El proceso judicial fue largo, duró aproximadamente seis meses. Por suerte la jueza que nos tocó en el Juzgado de Familia Nº 3 fue muy respetuosa y profesional y, luego de analizar toda la documentación y pruebas que presentamos en torno al vínculo con la gestante y su deseo genuino de acompañarnos, presentó la sentencia favorable para que llevemos a cabo el proceso de gestación por sustitución. Se trata del primer caso de una pareja homoparental en Entre Ríos”. Los ingenieros remarcaron que esta sentencia les brindó la sensación de “haber ganado un derecho más, para nosotros y para otras parejas que puedan llegar a querer realizar el mismo proceso, a futuro, en la provincia”. No obstante, advirtieron a ANÁLISIS que, desafortunadamente, durante el proceso no se encontraron con profesionales empáticos: “A nuestro entender, no estaban preparados ni capacitados para participar de este proceso, quizás por convicciones propias o por falta de conocimiento sobre este tema”. Para Leandro y Rubén, estos trabajadores de uno de los Equipos Técnicos Interdisciplinarios de Tribunales “pusieron en riesgo, por momentos, la posibilidad de que llegáramos a una sentencia favorable, no nos hicieron sentir cómodos para nada, con preguntas fuera de lugar tanto a nosotros como a la gestante… presentaron un informe que no tenía ningún tipo de respaldo bibliográfico”. Para la pareja, estos trabajadores juzgaron sus deseos de ser padres y su sexualidad frente a la posible paternidad: “Hasta llegaron a preguntarnos si no teníamos miedo de que discriminaran a nuestro hijo o hija en la escuela, solamente por querer ser padres y tener un hijo de esta manera”. Incumplimiento de la ley y el negocio de las prepagas Virginia León, una de las abogadas que patrocinó a la pareja, detalló a ANÁLISIS que se presentó un amparo contra dos obras sociales, ya que sus clientes tenían distinta cobertura médica. El motivo de esta instancia judicial fue que ambas empresas negaban la cobertura porque la Gestación por Sustitución no está contemplada como tal en la Ley Nº 26.862 de Fertilización Asistida, vigente en nuestro país desde 2013. Cabe aclarar que esta normativa tiene el objetivo de “garantizar el acceso integral a los procedimientos médico-asistenciales de reproducción médicamente asistida”. La ley entiende a este último concepto a todos los procedimientos y técnicas que requieran de asistencia médica para la consecución de un embarazo. Asimismo, la Resolución 1045/2018 determina que las obras sociales deben cubrir en su totalidad los medicamentos que se requieran para la reproducción. “Esta práctica se hace pero, al no estar expresamente prevista en la ley, las obras sociales y empresas de medicina prepagas entienden que no están obligadas a cubrirla”, explicó la letrada y acotó: “En Argentina ya hay más de 80 casos de gestación solidaria, pero en su mayoría son costeados por las personas que se someten a técnicas de reproducción humana asistida”. En esta línea, destacó que las parejas del mismo sexo tienen el mismo drecho de acceder a una técnica de fertilización humana de alta complejidad. No obstante, el vacío legal provoca que las prepagas y obras sociales se nieguen a cubrir esta práctica. La sentencia favorable llegó dos meses después de iniciado el proceso y se procedió a intimar a las obras sociales a pagar el tratamiento de fertilidad como a cualquier otra pareja. Sin embargo, los ingenieros resaltaron: “Nos encontramos luego con que, a partir de nuestro caso, las prepagas comunicaron a los médicos especialistas en fertilidad que no realicen más pedidos médicos para presentar amparos en casos de gestación por sustitución. Esto nos parece una situación de discriminación no sólo por parte de las obras sociales, sino de los médicos que aceptan estos convenios. Comercialmente les conviene, pero dejan de lado a todas las parejas no heterosexuales, como nosotros, que tengan el deseo de formar una familia con este método”. En esta línea, advirtieron: “Todas las parejas que vengan después de nosotros se encontrarán con más trabas para lograr que se cubra el tratamiento de fertilidad como corresponde y como lo dicta la ley. Todas las clínicas de fertilidad están actuando de esta forma y esta bajada de línea desde las obras sociales tomó fuerza en el último tiempo”. Gestación solidaria: una práctica con prejuicios Si bien la gestación por sustitución o solidaria tiene una larga trayectoria, más después de que personajes de la farándula optaran por esta vía para formar sus familias, aún se juzga a las parejas que tomen esta alternativa. “Existe desconocimiento y muchos prejuicios”, consideró Virginia, “cada cual puede tener su opinión y es respetada, pero creemos que la gestación solidaria es una práctica que permite a personas que no puedan gestar -independientemente de su género- formar una familia y tener hijos. Siempre que se trate de un proceso donde las personas involucradas presten su consentimiento, es una técnica de reproducción humana asistida válida”. Por su parte, Leandro y Rubén manifestaron: “Es difícil mantener la calma cuando hay un deseo muy grande en el medio, pero también la posibilidad de llevarlo a cabo o no depende de otras personas que no siempre tienen la buena voluntad de abrir la cabeza y ver que hay otras opciones de paternidad” y agregaron: “Fuimos juzgados en algún momento de todo este proceso por querer ser padres por esta vía y no por adoptar, pero la realidad es que cada quien lo vive como puede y quiere”. En este contexto, la pareja aclaró que consideraron la adopción y asistieron a charlas informativas, pero “de entrada nos aclararon que los tiempos son muy largos y vimos que el mismo sistema de adopción tiene muchas cosas para mejorar, para que los chicos no pasen años en hogares esperando una familia, cuando hay muchas que tienen el deseo de adoptar”. Para los ingenieros, el proceso por el que atraviesan forma un precedente importante para otras parejas no heterosexuales que deseen ser padres por gestación solidaria y afirmaron: “Hoy no sólo somos nosotros dos, sino que somos muchos los que estamos esperando felices y con mucho entusiasmo la llegada de este bebé tan deseado. Vale la pena y esperamos que nuestro caso pueda ayudar a muchas otras parejas que quieran encarar este camino”. Fuente: Análisis
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