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» Diario Cordoba
Fecha: 24/09/2024 01:17
Tres salidas, tres derrotas, tres sensaciones. Cero puntos. No había tenido el Córdoba una racha de improductividad de este calibre en la era Ania. Tampoco estaba en Segunda, claro. Podría decirse que mereció mejor suerte, que no fue un equipo desorganizado, que lo intentó con todo lo que tiene... Pero el caso es que cogió el bus de vuelta haciéndose preguntas incómodas sobre su realidad. ¿Qué tecla hay que tocar? Le reconocen los demás y se reconoce a sí mismo. Es su carácter. El de Iván Ania, un entrenador cuyas convicciones no pierden firmeza ni se deforman en función del escenario. El Córdoba CF tiene sello propio, es un equipo de autor. Es atrevido, le va el riesgo. Si eso le sirve para conseguir su propósito -salvar la categoría con suficiencia, si es posible- todo se dará por bueno. El caso es que cuando sale de su hogar todo se le tuerce. Sus propósitos chocan con la realidad. Al fin y al cabo, todo se termina explicando con matemática pura: le metieron un rotundo 4-1 en El Alcoraz. El contrario las mete y el Córdoba no. Ya está. Ya advirtió el asturiano en las vísperas de la Liga sobre una evidencia. "Lo que tenemos por delante no tiene nada que ver lo que hemos vivido hasta ahora", dijo. En Segunda todo es más preciso, más rápido. La presión agobia, las exigencias crecen, el foco deslumbra más. Los errores se notan... y se cobran el precio. Si son en un área, quizá se pueda salir con algo arañado. Si se cometen en las dos, pues ocurren estas cosas. Una idea de la diversión Divertirse para ganar o buscar como sea los resultados para que todo parezca divertido. Hay quien elige equivocarse poco haciendo lo mínimo; o, mejor dicho, haciendo lo que le sale bien, lo que le reporta réditos. Como la Sociedad Deportiva Huesca, que vive lejos de sus mejores épocas y se ha convertido en un recaudador de puntos al descuido. Hace pocos goles, casi ninguno en jugada elaborada. Vive del balón parado y de las pifias del adversario, busca la felicidad con espíritu de parásito. Aficionados cordobesistas en El Alcoraz. / LOF Un inocente penalti de Calderón llevó al partido a un escenario muy favorable para el Huesca. Sielva hizo el 1-0 y homologó el plan de los azulgranas. No les da corte pertrecharse y esperar. El Córdoba buscó sin encontrar: furiosos zapatazos muy desviados, elaboraciones sin fin... En dos minutos, los locales pegaron duro con dos goles más, producto de la suma de su pericia y la candidez de la defensa cordobesista. Un feo 3-0 despertó a los de Ania, que tiraron de arrestos para tratar de reparar la avería. Un gol de Adilson adecentó el marcador antes del intermedio y fue el testimonio de que el Córdoba estaba aún vivo. Tras el descanso lo intentó. Tuvo la pelota, llegó... Pero el que marcó fue el adversario. Todos los rivales seguirán diciendo que el Córdoba CF es fantástico, que tiene mucho potencial y que su fidelidad al estilo es encomiable. Pero algo no va bien. Y ese algo es básico: los resultados. Cuestión de tiempo... o de tocar teclas. Suscríbete para seguir leyendo
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