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» Diario Cordoba
Fecha: 23/09/2024 09:31
El próximo viernes 27 de septiembre se cumplen 20 años del inicio de la demolición de la antigua residencia sanitaria Teniente Coronel Noreña. A las 10.00 horas de ese día empezaba dicho derribo, poniendo fin así al abandono de un edificio que se empezó a construir en 1950 y que prestó atención sanitaria hasta 1984. Dos meses tardó la empresa Demoliciones Córdoba en demoler en otoño de 2004 el primer gran hospital de la Seguridad Social que existió en Córdoba. En 1990 se proyectó un plan para rehabilitar la residencia Noreña, víctima de la ocupación continua por su situación de abandono, pero dicho estudio quedó aparcado, de forma que esta infraestructura y todo el gran solar que había alrededor se convirtió en un espacio descuidado y plagado de ratas. El 31 de octubre de 2002 el entonces concejal socialista en el Ayuntamiento de Córdoba José Mellado anunciaba la existencia de un pacto con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para derribar el edificio y construir un gran equipamiento sanitario. La extinta empresa municipal Procórdoba se encargó de la descontaminación del suelo y retiró 100 metros cúbicos de amianto. A partir de ahí se produjo un acuerdo, que parecía que nunca iba a llegar, entre el Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Córdoba para el reparto del solar de la parcela de la antigua residencia, cuya superficie total era de 19.700 metros cuadrados. A la Junta le correspondían 9.000 metros cuadrados para construir un centro de salud, más otros 6.325 destinados a reserva en previsión de futuras ampliaciones; la Tesorería General de la Seguridad Social asumía 2.450 metros cuadrados para equipamiento administrativo; y el Ayuntamiento de Córdoba se quedaba con 1.951 metros cuadrados. Sin embargo, dos décadas después, lo único que ha visto la luz por ahora en dicha parcela es el centro Carlos Castilla del Pino, que fue inaugurado el 3 de julio del 2013. Estas instalaciones constan de un centro de salud, al que se trasladó el que había antes en el Parque Figueroa, y también un centro de especialidades dependiente del hospital universitario Reina Sofía y que acoge desde entonces las consultas y urgencias extrahospitalarias que hasta 2013 existían en el edificio de la avenida de América. También en un ala de este mismo edificio se trasladó la sede del distrito Córdoba-Guadalquivir. El centro de salud Castilla del Pino, al fondo, y la plaza de las Setas. / MANUEL MURILLO La historia En este solar no se llegó a edificar la Torre de Noreña, un edificio de 16 plantas anunciado por la Junta en 2006 para trasladar algunas delegaciones. Este proyecto estuvo rodeado de polémica por la altura con la que se ideó, 56 metros, un metro por encima del edificio más alto de la ciudad, la Mezquita-Catedral. Sin embargo, esta Torre de la Junta quedó en el olvido por la crisis financiera internacional que comenzó en 2008 y la Administración autonómica, según las fuentes de la Junta consultadas esta semana, no tiene previsto proyecto alguno de momento para el solar que sigue siendo de su propiedad en la antigua Noreña. A pesar de que esta particular torre nunca llegó a nacer, el Gobierno andaluz no desechó del todo la idea de contar con nuevos espacios para albergar delegaciones de la Junta. Con esta intención, el Ejecutivo autonómico lleva años trabajando en la reforma del edificio de los antiguos juzgados, inmueble que se había quedado sin utilizar desde la inauguración de la Ciudad de la Justicia. Cuando esta actuación, que está aún en ejecución, se termine, allí se trasladarán distintas dependencias de la Junta de Andalucía, entre ellas, la Delegación del Gobierno, que ahora está en la céntrica San Felipe, con el objetivo de que el Gobierno regional ahorre gasto en alquileres. Sin centro cívico Por otro lado, igualmente, no prosperó el propósito inicial del Ayuntamiento de Córdoba de construir un centro cívico en el solar que le pertenecía en la antigua Noreña, planteamiento que se remontaba a 2007, con el fallecido Andrés Ocaña (IU) como presidente entonces de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Más de una década después, el Ayuntamiento de Córdoba, con Pedro García (IU) como responsable de Urbanismo, tras atender las demandas vecinales, decidió trasladar la ubicación de ese futuro centro cívico Noroeste, inicialmente planteado para Arroyo del Moro, a la barriada de la Paz, a la calle Historiador Dozy. En 2020, el Ayuntamiento del primer mandado del popular José María Bellido comunicó el inicio de las catas arqueológicas en ese terreno de la barriada de la Paz para hacer el centro cívico, pero ya han pasado 4 años de aquel anuncio y el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia, destaca que «lo último que sabemos es que el Consistorio estaba a punto de sacar la contratación de este proyecto de obra, aunque aún no lo ha hecho». Fuentes del Ayuntamiento defienden que está encargado este proyecto a la Gerencia de Urbanismo y que está muy avanzado. Precisamente en ese suelo municipal de la antigua Noreña, la Fundación Cordobesa para la Integración Laboral de Discapacitados (Funlabor) tiene previsto construir 72 viviendas tuteladas para personas con discapacidad, gracias a la cesión durante 50 años de este terreno por parte del Ayuntamiento. El presidente de Funlabor, Antonio Ramón Guinea, recalca la necesidad de que en un futuro pueda ser realidad este proyecto, «ya que hay personas que, a pesar de su discapacidad, pueden vivir de forma autónoma, contando con determinados apoyos, que son más fáciles de prestar, al residir todos en un mismo entorno». Trabajos de demolición del edificio de la antigua residencia Noreña. / FRANCISCO GONZÁLEZ La 'Noreñita' En cuanto al suelo que la Tesorería de la Seguridad Social poseía en el solar de la antigua Noreña, el pasado año salió a subasta pública por un millón de euros y fue adquirido en dicha puja, confirman fuentes de la Subdelegación del Gobierno, aunque de momento allí no se ha edificado nada. Otro terreno que era propiedad de la Tesorería, junto al terreno de la antigua Noreña, conocido como Noreñita y donde se ubicaba la lavandería del desaparecido hospital, lo vendió esta administración de forma directa en 2016 a unos constructores, al no prosperar el intento de subasta, lo que reportó a la Tesorería 12 millones de euros. En ese lugar se construyeron viviendas unifamiliares. Así que 20 años después, en el solar de la antigua Noreña, con excepción de las infraestructuras sanitarias que se construyeron, no se ha obrado nada más, siendo gatos, ratas, insectos y vegetación los únicos protagonistas de este espacio baldío, y estando como vecino el Centro Abierto de Iniciativas Ciudadanas (plaza de las Setas), que acoge a veces actos festivos, así como el mercadillo de la Unión de Vendedores Ambulantes (Uvaco) martes y viernes. Lo que sí ha crecido de forma muy destacada en el entorno de la antigua Noreña es el barrio, con más viviendas, supermercados, colegios, una parroquia e incluso residencias de mayores que están en ejecución en un barrio que hace 20 años empezaba a nacer y que ahora, aunque es mayor de edad e incluso acoge a la Ciudad de la Justicia, sigue con muchas necesidades que cubrir. Suscríbete para seguir leyendo
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