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» Diariopinion
Fecha: 23/09/2024 08:55
El operativo de limpieza que pusieron en marcha los municipios fronterizos de Clorinda y Nanawa permitió ganarle a la espesa vegetación que por años cubrió las márgenes del sinuoso río Pilcomayo, en su derrotero hacia el río Paraguay. Pero esta limpieza también dejó al desnudo la gran cantidad de pasos irregulares que se encontraban disimulados entre la vegetación, facilitando no solo el tránsito de personas y mercaderías, sino también de actos delictivos ante la dificultad de ejercer un control sobre cada uno de ellos. Como si todo fuera poco, desde la erradicación de la vegetación ribereña también salieron a la luz todos los escondites utilizados por gente en situación de calle que se dedica a la mendicidad. Se trata de unas 50 personas, entre mujeres, hombres, niños y adolescentes, que viven en esas condiciones en la zona de la ribera y la costanera de Clorinda. A partir de visibilizarse su triste realidad, ahora instalaron precarias carpas y se ocultan debajo de cartones, para no quedar expuestos a la vista de todos, especialmente de día, que es cuando ellos eligen dormir, después de deambular en busca de alimentos durante las noches. Ya fueron apuntados por comerciantes por hechos de ratería y robo de mercaderías, como también por haber protagonizado hechos vandálicos, estimulados por alguna sustancia prohibida a las que tienen acceso con facilidad en la ribera. La Policía interviene con frecuencia en el sector, pero sólo se logró hacer cesar algún hecho de ilegalidad o de alteración del orden público, aclarando en más de una ocasión que la institución que debe contenerlos no está preparada para encargarse de la rehabilitación de estas personas.
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