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» El litoral Corrientes
Fecha: 22/09/2024 10:24
Pedro Ferré fue el líder de la Organización Nacional y el Federal Nº 1 del país. El carácter de “República aparte” está dado por la idiosincrasia de un pueblo que desde el fondo de su historia, desde el primer “Grito Comunero” en 1764, luchó y se desangró por su autonomía provincial, armando 5 Ejércitos libertadores en procura de la Libertad y la Organización Nacional. La idea de República aparte autoimpuesta en la idiosincrasia correntina quizás estribe en una exacerbación del sentido de pertenencia. Sin embargo, la historia marca que la provincia si bien tuvo participación en los hechos consagratorios de la formación del país, siempre Corrientes mantuvo sus diferencias con el centralismo de la política argentina. Tanto el idioma Guaraní, incorporado en la Constitución provincial, la identidad gastronómica, la pertenencia histórica, precolombina al mundo o cosmovisión Guaraní, la semblanza y continuidad cultural de las danzas, como el Chamamé el sincretismo religioso con santos propios que participan del credo católico (Virgen de Itatíl) como así también la música, que engloban el ser en su completa dimensión, establecen a las claras la posibilidad de desandar el camino, institucional, de lo que se plantea como deseo en el inconsciente colectivo correnino; Su republicanismo independiente del centralismo porteño, que nace con el primer populista de nuestra historia Juan Manuel de Rosas. Los liberales de épocas anteriores pensaban que los pueblos del mundo eran pacíficos por naturaleza y que solo los monarcas deseaban la guerra para aumentar su poder y riqueza con la conquista de provincias. Fue el proyecto de Rosas y su Psicopatía y enfermedades psicológicas varias que lo obsesionaba con acumular poder y dinero. El doctor Dardo Ramírez Braschi expresó en una enjundiosa síntesis: “Antes de la Constitución de 1853 las Provincias estaban unidas a través de un Pacto, específicamente denominado Pacto Federal el que nos dimos en 1831. En aquel momento las Provincias trataron de aglutinarse, manteniendo sus propios derechos y su propia soberanía. En ese marco la Provincia de Corrientes tuvo un rol protagónico con su representante Pedro Ferré, quien aún más propuso, propuso el proyecto para el Pacto Federal. Proyecto que abarcaba la cuestión política y económica para que las provincias acepten un Pacto de unidad. La Argentina no existía como tal, existía un puñado de provincias, las que eran soberanas. Cabe recordar que antes de 1853 las provincias y específicamente Corrientes eran soberanas y mantenían sus propios derechos. Tenían sus propios ejércitos, sus propias aduanas, sus propios recursos y su potestad política e institucional. Cuando el país se organiza en 1853, las provincias delegan ciertas facultades y derechos a ese estado nacional que se ha creado. Las provincias perdieron su soberanía y se transformaron en autónomas. Se organizan políticamente con normas por las cuales las provincias unidas por aquel Pacto de 1831, eran soberanas, tenían sus propios derechos, pero con la Constitución de 1853 se desprenden de su soberanía y pasan a ser autónomas. Y transfieren ese poder de acuñar monedas de redactar códigos de fondo, etc. y al entregar esas potestades pierden su soberanía. Y desde ahí la Argentina empieza a existir como Estado Federal y las provincias que vivieron, todas excepto Corrientes, bajo el “yugo” del tirano Juan Manuel de Rosas durante 23 años, volvieron a respirar los aires del 25 de Mayo de 1810 y del 9 de Julio de 1816. Pedro Ferré protagonista y abanderado El Pacto Federal de 1831 fue un acuerdo que suscribieron los gobernadores federales, a través de sus representantes, como contrapartida y en oposición a la Liga Unitaria o Liga del Interior, que se había formado el 31 de agosto de1830, bajo el liderazgo de José María Paz, entre su provincia, Córdoba y las que estaban bajo su influencia: Salta, Tucumán y Catamarca, en el contexto de las luchas civiles entre unitarios y federales. Coalición del Norte Fue una alianza entre las provincias del norte de la Confederación Argentina, establecida a principios del año 1840 para oponerse a Juan Manuel de Rosas gobernador de Buenos Aires y encargado de las relaciones exteriores de la Confederación. Sus fuerzas militares participaron en la guerra civil hasta su derrota ocurrida en septiembre de 1841. La Coalición llegó a controlar seis provincias simultáneamente, y pretendió aliarse con la aislada, Corrientes. El Pacto Federal recibió la profunda influencia de Buenos Aires, que gobernada por Rosas, cada vez se volvía más rica y poderosa, gracias a su puerto, su ganadería y la extensión de su fronteras. “El Nerón del Plata” como lo definió Pedro Ferré al enterarse, un mes antes de asumir en 1829, el plan de gobierno que expresó a sus amigos en Buenos Aires. Situación de la Argentina en 1840 La Argentina llevaba ya más de dos décadas sin un gobierno centralizado y sin una Constitución. El gobernador porteño Juan Manuel de Rosas, producto de sus “diabluras que son muy conocidas”, había sido legítimamente electo en su provincia y las demás le delegaron el manejo de las relaciones exteriores y la paz y guerra. Rosas logró poner a varios de sus aliados de gobernadores en diversas provincias, como la de Córdoba, donde gobernaba Manuel López, alias "Quebracho", y San Juan, donde lo hacía Nazario. En su propia provincia, Rosas gobernaba con la ‘‘"suma del poder público"’’, es decir, con absoluta discrecionalidad y sin obligación de dar cuenta de sus actos a nadie. Desde que asumió Rosas en Buenos Aires se las ingenió para “comprar” los afectos de dos caudillos: Facundo Quiroga, a quien lo termina Matando en Barranca Yaco, porque el Tigre de los Llanos comenzó a hablar de “que era posible y saludable que nos diéramos una Constitución Nacional” y el otro Estanislao López en Santa Fe, que terminó siendo un dócil servil de Rosas. De Estanislao López, dice Pedro Ferré en sus memorias: “le había confesado que se sentía “sometido” psicológicamente por el tirano psicópata, y que ejercía sobre él una fuerza que no la podía neutralizar. Así fue como Estanislao López, hasta su muerte se valió del poder de Rosas para permanecer en el cargo por espacio de 20 años. No era precisamente un Republicano que creía en la alternancia y la renovación. En todo el país había grupos de opositores que pretendían forzar un cambio de política, entre los cuales el más destacado era la Asociación de Mayo, dirigida en Buenos Aires por Esteban Echeverría. Pero la persecución de Rosas a sus opositores los obligó a conspirar en su contra o exiliarse, generalmente lo hicieron en Montevideo o Chile. Corrientes en Soledad De las 14 provincias argentinas existentes: Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Luis, San Juan, Mendoza, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Jujuy; solamente la nuestra quedó en pié luchando contra el tirano. De ahí que subrayo este título “República Aparte”, porque salvo dos “gobernadores Poncho Yeré: Rafael Atienza, engañado y Pedro Dionisio Cabral” con toda mala intención, mantuvimos el sillón de Juan José Fernández Blanco desde 1821 impecable y Republicano. Fue don Pedro Ferré quien inspiró el Pacto de 1831 y era su obsesión organizar la Nación y darnos una Constitución Nacional. Corrientes fue su Patria Nunca la mencionó como “mi provincia” en todos sus relatos él dice “Mi Patria”, pues hasta que no fuéramos una Nación organizada y con la Constitución en la mano, no podía hablar de Patria. ¿Unitario o Federal? - La equivocación arranca cuando aviesamente los revisionistas y también honestos historiadores, aunque ingenuos en muchos casos y sorprendidos en su buena fe en otros, nunca se enteraron que la palabra “Unitario” no definía precisamente una política centralista, portuaria, hegemónica y dominante desde Buenos Aires, sino que a decir del notable historiador correntino Hernán Félix Gómez, los “unitarios” eran los que buscaban la UNIDAD DE PAÍS. Y esa unidad de país, la que muchos argentinos la querían conseguir, procuraba su concreción a través de la sanción de la Constitución Nacional que Juan Manuel de Rosas nunca la quiso. Cinco Ejércitos Libertadores Los armó Corrientes en su lucha contra el tirano: Las batallas de Pago Largo con Genaro Berón de Astrada; el 2º Ejército con Juan Lavalle al frente, el Tercer Ejército con la jefatura del notable militar José María Paz; el 4º Ejército con Joaquín Madariaga sufriendo el duro contraste de Vences y el 5º Ejército que participó en la batalla de Arroyo Grande. No menos de 5.000 hombres correntinos murieron en los campos de batalla, en un país que no superaba el millón de habitantes. Si Argentina entra en guerra ¡Corrientes la va a ayudar! No son frases antojadizas o impregnadas de un orgullo inflamado. La mencionó Sarmiento cuando se enteró que el Ejército Correntino comandado por el gobernador Santiago Baibiene, triunfó en la Batalla de Ñaembé. Es que en 1870, al estallar la rebelión de Ricardo López Jordán, el Presidente Sarmiento movilizó casi todo el ejército nacional en contra del nuevo gobernador entrerriano, porque no admitía que un crimen como el que había ordenado contra Urquiza, a quien sucedió en el cargo, podía justificar un nuevo Gobierno. Corrientes nombró a Baibiene comandante del “Ejército de observación del norte”, con mando sobre las milicias provinciales y las unidades del ejército nacional acantonadas en Corrientes. Baibiene le salió al encuentro el 26 de Enero de 1871, salvando así el prestigio del país y ayudando así a nuestra Argentina.
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