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  • «Hay que poner más suelo en el mercado, en menos tiempo y más barato»

    » Diario Cordoba

    Fecha: 22/09/2024 09:09

    ¿La petición de poder construir edificios con más plantas solucionaría el problema de la vivienda? Hay que procurar que esto no se convierta en un debate ni en un tema absurdo, todos debemos tener una especial sensibilidad. Estamos en 2024 y el mayor problema de la población es la vivienda. La vivienda es un derecho constitucional que no le corresponde resolver a las empresas. Hace años hablábamos de vivienda protegida y tenía que ver con una población casi marginal, ahora hablamos de vivienda normal para gente trabajadora que no puede acceder a ella, de jóvenes que no pueden hacer planes de futuro porque no hay vivienda ni en alquiler, ni para comprar. Aquí todos deberíamos buscar una solución y quienes tienen que resolver esto son las administraciones públicas. ¿Y esa solución por dónde pasa? Tendría que empezarse por reducir los impuestos, que suponen una cuarta parte de lo que cuesta una vivienda. Ahí ya tendríamos mucho campo recorrido. Pero la sensibilidad la debemos tener todos con este problema, que no es un problema de altura de edificios, tiene que ver con la edificabilidad. Si tenemos más edificabilidad, podemos tener más vivienda, más barata y en menos tiempo. Es cierto que si tú tienes 12 plantas en lugar de seis, ese suelo baja a la mitad. Las nuevas urbanizaciones tienen todas piscinas, porque en Córdoba es lógico que se quiera tener piscina, y no es lo mismo pagar esa comunidad entre 40 vecinos que hacerlo entre 20. Y si encima reduces los impuestos, más asequible es la vivienda. Y es que hay que tener una perspectiva global y no ver solo lo que pasa en Córdoba, sino lo que pasa en el resto de provincias, que en todas están permitidas más altura y más edificabilidad. Todas estas medidas tienen que redundar, no en la empresa y no en el promotor, tienen que redundar en el que va a comprar la vivienda. Insisto, será más vivienda, más barata y en menos tiempo. Tenemos que analizar, con sentido común, precisión y realidad, las nuevas necesidades en materia de vivienda y tenemos que tratar de alcanzar un pacto común en beneficio de la sociedad. Hay un ejemplo claro en una zona de Dos Hermanas donde se proyectaron viviendas con una altura limitada y, al final, por las necesidades que se detectaron y por petición también de la empresa se pasó de 6.700 viviendas a 20.000. Se adaptó el saneamiento, el tendido eléctrico, la acometida de agua.... Si tú tenías tres o cuatro alturas y ahora son diez, en el mismo espacio en lugar de caber 100 caben 300 viviendas. Es un ejemplo claro y no nos estamos yendo a Nueva York. María Dolores Jiménez, presidenta de Construcor. / RAMÓN AZAÑÓN ¿La reducción de impuestos mejoraría el acceso a la vivienda? Si todo el mundo tiene derecho a una vivienda, ¿por qué se cobra IVA o por qué se cobran los tributos que se cobran? Alguien que cobra 1.500 euros al mes tiene que pagar de impuestos una cuarta parte de la vivienda para que se recaude, eso no es justo. Gravar la vivienda me parece un disparate cuando es el mayor problema de nuestra juventud. Hay que conseguir la máxima edificabilidad de los suelos, tanto urbanos como en desarrollo, y rentabilizar los espacios. ¿Cómo aumentaría el margen de ganancias para los empresarios del sector si se permite más edificabilidad? Hay que diferenciar entre constructores y promotores. Los constructores edifican por metro cuadrado. Es decir, son unos precios que salen a licitación, tanto los privados como los públicos. Unos precios concertados. Lo que ahorras es, a lo mejor, la grúa, porque la misma te sirve para más plantas que para menos y se concentra más el trabajo, pero poco más. Además, los constructores tienen sus propios problemas, como es la falta de mano de obra cualificada o el encarecimiento de los materiales, con lo cual, la rentabilidad de un constructor es muy baja, por eso hay tan pocos que quieran edificar. Luego está en el caso de los promotores, que eso ya es otra historia. En el caso de la vivienda protegida, el precio va en función del coste de la construcción, de los impuestos o del precio del suelo. Por eso, si aumenta la edificabilidad, baja el metro cuadrado. En el caso de la vivienda libre es diferente, porque se adapta al poder adquisitivo y al lujo que cada uno pueda permitirse. ¿Y cuánto bajaría el precio de la vivienda para quien la compre? Es imposible calcularlo, pero se parte de la base de que el precio del suelo, especialmente si es público, no debe encarecerse porque aumente la edificabilidad. A partir de ahí hay que tener en cuenta todos los factores que influyen en el precio final de la vivienda, incluyendo naturalmente la fiscalidad, porque la recaudación no va a ser menor cuando se permite que haya más viviendas. Es decir, el Ayuntamiento va a seguir cobrando lo mismo, tiene que redundar en el que compra. Es imprescindible resolver el problema de la vivienda buscando soluciones innovadoras y sostenibles. "Si todo el mundo tiene derecho a una vivienda, ¿por qué se cobra IVA o por qué se cobran los tributos que se cobran?" ¿Y han hablado ya formalmente con el Ayuntamiento sobre esta propuesta? Todavía no hemos hablado formalmente con el Ayuntamiento, pero tenemos que trabajar juntos. Lo que no queremos es que esto se convierta en una pelea con el Ayuntamiento, con Urbanismo o con las asociaciones de vecinos. Porque no se trata de debatir si se puede o no se puede hacer edificios de más plantas, sino de ser conscientes del problema de la vivienda y tratar de buscar las soluciones más innovadoras y más sostenibles. Y la sostenibilidad pasa por más edificabilidad, por más espacio. Pero hay que trabajar para poner más suelo en carga en menos tiempo porque hace falta vivienda. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades. Y esa optimización de espacios y ese aumento que buscamos de la edificabilidad tiene que hacerse sin tener que tramitar modificaciones de los planeamientos. Básicamente, hay que poner más suelo en el mercado, en menos tiempo y más barato. Y para ello sería clave la figura del agente urbanizador. Hay que impulsar la regeneración y la habitabilidad de los cascos históricos y de todos los barrios que requieren una integración social y hay que reducir los trámites burocráticos y acortar los tiempos. Y, de nuevo, hay que promover otro marco fiscal que, por cierto, debería ser el elemento central del pacto por la vivienda. También han hecho alguna propuesta en relación a las ordenanzas reguladoras del régimen de obras y de rehabilitación. En Construcor entendemos que hay que hablar de regeneración, no de rehabilitación. Puedes pagar muchas subvenciones para poner ascensor y para poner ventanas, pero es que hay edificios que se caen a trozos. La solución pasa por derribar edificios y hacerlos nuevos. Y también es importante flexibilizar muchísimo la actuación en el casco histórico. Sí, hay que mantener una fachada, pero el interior tiene que ser confortable y te tienen que permitir que tú distribuyas ya con arreglo a la actualidad, a las necesidades y a las tendencias. Por ejemplo, ya se tendría que permitir la agrupación de varios edificios en una sola unidad. Hay que cambiar los usos y hay que ser mucho más flexibles para de verdad hacer más atractivo y habitable el casco histórico. También habría que buscar soluciones en relación a los impuestos para que esas personas que viven ahí puedan tener un incentivo que les compense hacerlo. Si se permite agrupar, hacer viviendas confortables, con placas solares, con buenas distribuciones y encima menos impuestos, te aseguro que los cascos históricos y los barrios se llenarían de gente. Y que, si hace falta un parking, se haga, o un gimnasio. No puedes hipotecarlo todo a la arqueología. Hay gente que se compró por seis o siete millones de las antiguas pesetas un pisito y no tiene ascensor y ahora todos son parches, parches y parches. Que a ti te den una subvención para un ascensor o para una ventana no va a suponer que dejes de vivir en un bloque peligroso, poco confortable y con pocas comodidades. Hay muchas rehabilitaciones que tienen que pasar, quizá, por demoler muchos edificios. Y a esa persona que está viviendo ahí habrá que darle todas las facilidades para que se pueda quedar con su casa o para que le den una VPO a un precio que pueda asumir. María Dolores Jiménez, presidenta de Construcor. / RAMÓN AZAÑÓN ¿Cómo califican el trabajo y la agilidad en la Gerencia de Urbanismo? La Gerencia de Urbanismo es clave para nosotros, para todos los empresarios en general. Tenemos que trabajar conjuntamente en las cuestiones que afectan al sector y a la ciudad y agilizar los trámites es siempre fundamental. Estoy segura de que trabajando juntos conseguiremos esa mejora de la agilidad. ¿Hay alguna novedad en torno a la anulación del sistema de recogida neumática? Es un tema de Gerencia sobre el que ya no tenemos nada que decir. Suscríbete para seguir leyendo

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