Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Juan Pablo Geretto vuelve con su Maestra Normal: "Siempre me paré en el lugar de la educación pública"

    » La Capital

    Fecha: 22/09/2024 08:58

    El actor oriundo de Gálvez regresa a Rosario con uno de sus personajes emblemáticos: se presenta del 26 al 29 de septiembre en el Teatro Astengo Vuelve un clásico: Juan Pablo Geretto encarna nuevamente a la Maestra Normal, uno de sus personajes más icónicos. Después de un tiempo fuera del país alejado de la actuación, y de una temporada teatral en Buenos Aires en la comedia “Exit” con Nancy Dupláa y Fernanda Metilli, en septiembre comenzará una extensa gira por todo el país con su característico unipersonal. En Rosario, dará cuatro funciones en el Teatro Astengo (Mitre 745): el jueves 26 y viernes 27, a las 21, y el sábado 28 y domingo 29, a las 20. Las entradas se pueden adquirir en boletería o de forma online a través de la plataforma TuEntrada. Suscriptores de Tarjeta BLC acceden a un 20% de descuento y sorteos exclusivos. En la Maestra Normal, Geretto reconstruye en el escenario uno de los ámbitos más inolvidables de la infancia, para bien o para mal: los actos del colegio. La docente se dirige a alumnos, familiares y pares, desarrollando con agudeza una crítica humorística de los lugares comunes de las instituciones educativas. Juan Pablo se convirtió en un rosarino honorífico, por adopción del público. Desde sus comienzos en los años noventa en los café concert, revolucionó la cartelera local con su unipersonal “Sólo como una perra”, que sostuvo durante diez años. A ese gran éxito le siguió “Como quien oye llover” y después la “Maestra Normal” (2009), que significó su desembarco definitivo en Buenos Aires y en la televisión nacional. Por sus trabajos en distintos medios, recibió el Martín Fierro al actor Revelación y el Konex a la labor unipersonal de la década. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Juan Pablo Geretto (@juanpablogeretto) >> Leer más: Juan Pablo Geretto, el regreso de un nombre indeleble en la escena de la ciudad En diálogo con La Capital, Geretto habló del regreso de uno de sus personajes clásicos, de cómo resignificó su paso por la escolaridad a través del humor, y de su vínculo con la actuación, a sus cincuenta años. - ¿Por qué la decisión de volver al personaje de la Maestra Normal en este momento de tu carrera? Para mí no tiene el peso de un regreso. Hay algo en mí que convive todo el tiempo con eso. Es verdad que cuando la gente te ve, y después no te ve, parece que uno regresa de algún lado, pero no lo vivo así en la diaria, en lo personal. Sí me da un poco de fiaca sacarme la barba, es lo único. El resto está todo entrenado. - Aunque no lo sientas como un regreso, implica retomar un personaje muy emblemático, que la gente quiere mucho. ¿Qué te pasa con esto? Cuando retomé ahora en los ensayos y demás, es la primera vez que lo ensayo con cincuenta años al personaje y lo estoy redescubriendo. Como si fuera alguien ajeno a mí que lo hubiera escrito, para bien y para mal. A veces pienso que no pienso decir tal barbaridad pero igual me río y la sigo diciendo. Me causa mucha gracia como si no lo hubiese escrito yo, y hay algo de nuevo en eso para mí. No me aburre nunca porque siempre le encuentro alguna novedad. - ¿Cambiaste en algo en texto? ¿Le agregaste referencias a la actualidad? Lo pensé. Vimos el texto y fue una decisión no cambiarlo. La cuestión de la actualidad es como un maquillaje a un problema profundo que siempre es el mismo. A través de muchos años el espectáculo fue quitando capas de actualidad y profundizando en esas problemáticas de base que nunca cambiaron. Que no cambiaron con estos, ni con aquellos, ni con los de más allá. Hace 200 años que viene en degradación la educación pública, con algunos sístoles y diástoles, pero más para abajo que para arriba. Siempre me paré en el lugar de la educación pública. En un lugar crítico que reconoce que es algo tan necesario que hay que criticarlo para mejorarlo y que siga existiendo, no para anularlo. Me parece que así también lo hacen saber los docentes con el amor que le tienen a este personaje. Cuando subo algo de la Maestra, siempre tiene unas repercusiones que no tienen otras cosas que subo. Eso me genera mucho orgullo. - El paso por las instituciones escolares es una experiencia sin dudas formativa, pero no siempre feliz. ¿Qué ocurre al retomar desde el humor el paso por estos espacios que también pueden ser opresivos o complejos? Para mí no fue nada feliz y poco formativo. Tanta fue esa marca que ahora estoy haciendo esto. Creo que a través de los años, fui pudiendo entender a esas personas, a esas docentes. Nadie ingresa a la docencia pensando que se va a hacer millonario o que se va a salvar. Hay algo de vocación, algo de emoción, algo de pretensión de ayuda y de cambio hay, y después el sistema es más fuerte. Hacer tanto revisionismo sobre un tema, se van abriendo como capas. Y hay algo de eso que vino como a ser mullida toda esa aspereza que viví en la infancia. Hasta el día de hoy no entiendo por qué sacan a un pibe del juego y lo meten en un colegio a quedarse quieto. Es completamente antinatural. Creo que sí habría que revisar para qué está el colegio, en qué momento histórico estamos que tenemos colegios que siguen formando para la industria y no para ser mejores en lo que nos gusta o para ayudarnos a investigar sobre nosotros mismos. Para mí el humor fue muy necesario para volver cómoda esa zona incómoda de mi vida, y entender cuán equivocado estaba en algunos conceptos y cuán acertado en otros. >> Leer más: "Porno y helado" estrena segunda temporada y sus protagonistas cuentan detalles - Venís de hacer una temporada muy exitosa en teatro con Nancy Dupláa y Fernanda Metilli, una comedia clásica. Ahora volvés al unipersonal, que es de cierta forma tu marca registrada. Se podría pensar que es donde estás más cómo, ¿pero es tan así? No, en este momento no. Todavía no lo sé porque no reestrené, pero a priori no tengo ganas de estar solo en un escenario. Lo hago porque me divierte la Maestra y me divierte hacerlo. Esta experiencia con las chicas fue espectacular, fue divertidísimo ir a trabajar todos los días con ellas. La verdad es que me hubiese encantado que esto pudiese seguir pero por cuestiones contractuales no se pudo. Tal vez más adelante lo retomemos. Después de tantos años de unipersonal y también de pandemia, de la cual me costó un poco volver, fue muy lindo tener esta experiencia con Nancy y con Fernanda, como también tuve con Flavio (Mendoza) y con Florencia (de la V) en otro momento (en la obra "Tres empanadas"). - En el unipersonal explorás un universo de personajes que suelen ser eminentemente femeninos, mientras que en otras obras de teatro y otras experiencias de actuación, hacés de varón, por decirlo de alguna forma. ¿Qué sentís que pasa ahí? Creo que nunca he pensado en términos femeninos y masculinos en ese sentido. Siempre fue una persona hablando desde algún lugar. Las últimas veces que hice a uno de los personajes, a Ana María y el perro, lo hice con barba y nadie dijo nada. Me parece que la emocionalidad, o por lo menos la mía, no tiene que ver con algo femenino o masculino, sino con algo humano. Me importa que quiera transmitir algo, y a veces me sirve el punto de vista femenino o el masculino, pero siempre le busco la vulnerabilidad, la ternura. Eso es parte de mi forma de mirar las cosas. - Hace poco dijiste que actuar no es tu pasión ni tu vocación. ¿Tenés alguna? Me gusta mucho no hacer nada. Creo que hubiera sido un gran heredero si me hubiera tocado el caso, pero no lo fue. En algún momento estuve más preocupado por no tener ese impulso de la pasión o de la vocación, pero ahora estoy más amigado con eso. Creo que lo que le da sentido a mi vida es tratar de pasarla lo mejor posible y tratar de hacérsela pasar bien a los demás, sin que esto signifique querer agradar a todo el mundo. Creo que cada vez hago menos esto y me hace más feliz. Y cada vez hago más feliz a la gente con la que verdaderamente conecto. Cuando actúo, la paso mejor que antes. Y cuando no actúo, la paso bomba. - Atravesaste muchas etapas y muchos proyectos. ¿Sabés qué es lo que viene o tenés algún deseo en ese sentido? Tengo intriga por lo próximo, que no sé qué es. En la ecualización, antes estaba más alta la ansiedad y más baja la intriga, y ahora va ganando la intriga. Uno se pone más grande y más confiado en que si llegó hasta acá, va a poder llegar más adelante también. Siempre supe qué hacer o qué camino tomar, así fueran los equivocados. No digo que todos los caminos equivocados tengan que enseñarte algo, porque a veces las cosas pasan y son una putada y nada más, pero tengo también buenos recuerdos de los caminos equivocados. No sé qué se viene, no sé en qué rubro será. He tenido muchas vidas en una, o muchas partes que conforman una vida muy rica.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por