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  • Newell's: Lunari puso manos a la obra y edificó una victoria que alivia

    » La Capital

    Fecha: 22/09/2024 02:18

    El DT interino de Newell's, Ricardo Lunari, debutó y armó un equipo que, sin mucho fútbol, mostró la impronta que pretende y quebró con las rachas negativas. El primer abrazo de Ricardo Lunari , apenas el árbitro Luis Lobo Medina pitó el final, fue hacia Valentino Acuña. Eligió de destinatario al juvenil que lo hizo debutar de titular, en el primer partido del entrenador interino de Newell's . Celebró con el mediocampista de 18 años, uno de los pibes en quien confió, entre otras razones porque es unos de los rasgos y de la identidad que pretende imprimirle al equipo, desde el mismo inicio de esta nueva etapa. Características de la que dio algunos indicios frente a Tigre y con las que obtuvo un triunfo que Newell’s no alcanzaba desde hacía 9 partidos y que desembocaron, la fecha anterior, en la renuncia de Sebastián Méndez. Con tanto lastre, con tanta carga pesada, con tanta frustración general, se entiende la alegría del hincha rojinegro que concurrió al Coloso y de quienes lo siguieron a la distancia. Fue un desahogo. Y una caricia frente a tanta desazón acumulada. Lunari también lo vivió y disfrutó así, sabiendo que desde ahora es uno de los grandes responsables de cambiar la cara de un conjunto de flojo rendimiento en el año. Entendiendo que esta posibilidad, que tanto esperaba en su carrera profesional, no es para desaprovechar en lo personal. Su futuro, también está en juego. Dependerá su continuidad de lo que haga en el resto de la Liga Profesional. En lo que son “sus” 13 finales, empezó derecho en la primera. La primera imagen de Lunari fue saliendo por el túnel, caminando hacia el banco de suplentes y escuchando los primeros aplausos de los hinchas ubicados en la tribuna de la Visera y en la tribuna oficial Vieja Amelia. El técnico les respondió levantando la mano, con un saludo medido. Se lo notaba concentrado, aunque luego trató de distenderse y hasta para sonreír. Bromeó con la reportera gráfica del diario La Capital, que en esos primeros instantes no dejaba de enfocarlo para tomar las primeras imágenes del entrenador en el campo de juego del Coloso. Decisiones fuertes de Lunari El rótulo de interino no es un calificativo que lleve a Lunari a no introducir las variantes o tomar decisiones que considere aconsejables. Una de las particularidades es que, a diferencia de cualquier plantel, el de Newell’s no realizó los ejercicios precompetitivos en el campo de juego. Salieron a moverse solo los arqueros, Ramiro Macagno y Josué Reinatti. Se dio la imagen atípica a la de los futbolistas de Tigre ejercitándose en una mitad de la cancha y en la otra, nadie. No es una cuestión relevante. Solo expone que Lunari ejecuta lo que piensa. Lo demostró con la conformación del equipo titular. No jugó ninguna de las incorporaciones del último mercado de pases. Fernando Cardozo, Gabriel Carabajal y Lucas Bezozzi, al banco. Matko Milvjevic, de estar entre los once hasta el último partido, a no convocarlo. Adentro los juveniles Acuña y Mateo Silvetti. A otros pibes que nunca habían concentrado, Agustín Juárez, Pablo Altamirano y Joaquín Plaza, los puso de suplentes. Bien Silvetti en Newell's Lo de Silvetti le resultó bien. Encaró seguido, con decisión. Atacando fue extremo, defendiendo fue volante interno derecho. Lo de Acuña, no salió lo esperado. Anduvo mal con la pelota. Nada para cuestionar siendo que es un pibe que, a los 18 años, contaba con unos pocos minutos en la primera. La mano de Lunari se notó recurriendo a los jóvenes, a los que tuvo hasta hace muy poco en reserva. Y modificando el esquema. Alteró el 4-2-3-1 del Gallego Méndez para jugar con el 4-4-2. Al flamante entrenador le permitió lograr un mayor equilibrio colectivo, que el equipo no se desarme, no quede tan expuesto. Las fallas no se dejaron atrás del todo. El fútbol apareció poco, pese a que se vio al mejor Ever Banega de hace rato. Existieron errores en el retroceso, ante todo, y Ramiro Macagno resultó clave. Pero existió un orden. Y fue desde esta postura que la Lepra sacó adelante el partido contra los conducidos por Sebastián Domínguez, cuyo nombre está en mente para 2025, si es que lo de Lunari no resulta fructífero. Para empezar, Ricardo Lunari logró lo que tanto costaba, la victoria. Y fue por obra de sus determinaciones.

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