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» Diario Cordoba
Fecha: 21/09/2024 10:50
La Velá de Santa Marina regresaba el pasado jueves al barrio tras décadas de ausencia y organizada por la Hermandad del Resucitado. Sin embargo, la celebración sirvió en la noche del viernes y la madrugada del sábado para la concentración de cientos de jóvenes a las faldas de la iglesia haciendo botellón, dejando una imagen que recuerda a los días de Cruces y causando más de una molestia a los vecinos y vecinas de la zona. Mientras la barra de la Velá de Santa Marina funcionaba en la trasera de la iglesia, entre las calles Moriscos y Miguel Amate Escudero, donde también se ha instalado un escenario para diferentes actuaciones, en la parte de delante y en otras zonas de alrededor, como en Conde de Priego, cientos de jóvenes acudían para hacer botellón. Los propios jóvenes y adolescentes reconocían que se habían citado a través de redes sociales, mientras que los vecinos de la zona y algunos de los trabajadores de la hermandad señalaban que no contaban con que la Velá sirviera de excusa para tal encuentro. Incluso un local de hostelería de la zona, pegado a la iglesia y que suele montar ahí la terraza, tuvo que retirarla dada la cantidad de gente que había. #Vídeo Ambiente en la Velá de Santa Marina la noche del viernes al sábado #CórdobaEsp pic.twitter.com/N529MgbChZ — Diario CÓRDOBA (@cordoba) September 21, 2024 Corte de tráfico La Policía Local tampoco contaba con la reunión, y tuvo que cortar el tráfico. Se pudo ver a varios agentes en la zona, al menos dos en la puerta de la propia iglesia y otros tantos controlando la situación desde Conde de Priego. También estaban situados, precisamente para derivar el tráfico, entre la Puerta del Rincón e Isabel Losa. Según han informado fuentes municipales a este periódico, hubo varias patrullas asignadas a la zona y esta noche las volverá a haber y se ampliarán en función de las necesidades del servicio. En cuanto a las sanciones interpuestas, fueron un total de 21: 12 por miccionar en la vía pública, cinco por botellón, y otras cuatro a establecimentos (dos por exceder autorización, una por venta de alcohol a menores y otra por dificultar la labor inspectora de los agentes. Jóvenes en la zona, en la noche del pasado viernes. / CÓRDOBA Los vecinos, hartos Preguntado por este periódico acerca de esta concentración, el presidente de la asociación vecinal La Fuenseca-Santa Marina-Orive, Juan J. Giner, aseguró que se están recibiendo numerosas quejas de vecinos y vecinas de la zona denunciando "el hartazgo" y manifestando su "cabrero" porque siempre le toque a los mismos. Para Giner, "llueve sobre mojado" y entiende que la administración, en este caso el Ayuntamiento, deberá tomar cartas en el asunto. Ya durante la celebración de las Cruces, la que se monta en esta zona suele normalmente concentrar también a muchísimos jóvenes, lo que ha provocado, más de un año, que los residentes hayan exigido medidas para evitar que la fiesta pierda todo el sentido. Sobre el botellón de esta noche, Giner entiende que la cofradía del Resucitado simplemente ha recuperado una fiesta y ha celebrado una verbena como tantas de las que suelen celebrarse por estas fecha. El representante vecinal califica los hechos como un "fenómeno social" que es el botellón y se pregunta "a quién fue el primero al que se le ocurrió que allí se podía hacer botellón". Sí entiende Giner que aquí hay que sentarse a hablar y por eso han pedido que se reúna la comisión de Cruces para poder abordar el asunto y dar de verdad solución a un problema de ruidos y suciedad que parece siempre tocarle a los mismos. Botellón en Santa Marina. / CÓRDOBA Por su parte, la asociación San Lorenzo existe también ha manifestado sus quejas y ha acusado al alcalde, José María Bellido, de no hacer nada ante esta aglomeración. La hermandad no preveía que esto ocurriera El hermano mayor del Resucitado, Francisco Mora, ha señalado a Diario CÓRDOBA que "nosotros no podemos prever lo que va a hacer la ciudadanía para divertirse" y ha dejado claro que la intención de la hermandad con la celebración de esta verbena no era, obviamente, que derivara en un botellón. Mora ha indicado que la cofradía lo que tiene es una barra con comida y bebida y que organiza algún concierto, todo para el barrio y los vecinos de la zona. Con ello, lo que entiende el hermano mayor del Resucitado es que es la administración la que debe hacer cumplir la ley y castigar a quienes hacen botellón teniendo en cuenta que está prohibido.
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