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» Diario Cordoba
Fecha: 20/09/2024 03:37
La oposición --y sí, sí, sobre todo Antonio Hurtado-- apura el apartado de ruegos y preguntas antes de que cambie el reglamento orgánico del Pleno para hacerlo más ágil y con menos tiempo para interrogar. Por ejemplo, ayer esta sesión de fiscalización, que es --recordémoslo-- la principal tarea de quienes se sientan en la oposición, duró 2 horas y 40 minutos (53 minutos solo de preguntas del portavoz del PSOE) y dio para repasar toda la actualidad municipal. Toda. A saber: la zona de bajas emisiones (que el PSOE pide ampliar y Vox suspender); los vuelos del aeropuerto (que todos quieren ampliar); el plan de tráfico para cuando la calle Alfaros esté en obras (no se avanzó pero se prevé que se hará en dos fases); el espectáculo nocturno del Alcázar que se retomará «a la mayor brevedad posible» (la empresa adjudicataria hará la obra y el Ayuntamiento la compensará después vía rebaja del canon o vía ampliación del tiempo de explotación); la convocatoria de empleo de Sadeco y la dificultad para que un 10% de las plazas lleguen a manos de personas con discapacidad; el futuro del C3A y de la casa-patio de Trueque; si se van a arreglar alguna vez los estanques de la calle Cairuán; el estado de los colegios públicos, o saber que los cuadros de Julio Romero que ofreció un coleccionista particular se podrán ver en Córdoba, quizá, en otra ocasión, pero no en las exposiciones del 150 aniversario del pintor porque estaban ya diseñadas antes de su oferta. El portavoz del PSOE, Antonio Hurtado, protagonista indiscutible del turno de ruegos y preguntas. / RAFAEL MELLADO También sirvió este turno de ruegos y preguntas --y justo después de debatir sobre la situación de la sanidad pública-- para saber que el alcalde, al que le llovieron críticas de todos los colores por haber promocionado en un vídeo la clínica privada de fisioterapia del exgerente de Sadeco, ha hecho algo similar (a veces grabar vídeos y a veces visitar empresas) 154 veces desde que es regidor. Él mismo dijo haberlas contado el pasado fin de semana: «No me duelen prendas de promocionar una empresa privada. Si solo lo hiciera con amigos entendería las críticas, pero es que lo he hecho 154 veces desde que soy alcalde; la última vez hace unos días cuando visité un obrador de pan», relató para reconocer que el panadero (a quien dijo no conocer previamente) le había regalado una telera que --añadió-- «estaba muy buena, por cierto». Nada de esto convenció a Hurtado, que lamentó «la confusión» del primer edil entre un vídeo comercial y una visita institucional, y que insistió en que colgó el spot en sus redes y luego lo borró porque no acaba de creerse qué son y cómo funcionan las stories de Facebook o Instagram. «Modernízate, Antonio, modernízate», le espetó con sorna la bancada popular. También sirvieron los ruegos y preguntas para saber que «alguien» --a saber si es algún concejal o un particular-- se ha empadronado en un edificio municipal, aunque no se dijo para qué. Tiró la piedra y escondió la mano el concejal del PSOE José Antonio Romero, que ha prometido investigar y, llegado el caso, contar más. En el apartado de gestión, el Pleno aprobó con el voto a favor de PP, PSOE y Hacemos y la abstención de Vox la revisión salarial del 2% de las retribuciones del personal eventual y de los funcionarios municipales de cara a 2025; así como las nóminas de los directivos, gerentes y concejales, que también subirán un 2%, aunque estas solo lo hicieron gracias al apoyo de PP y PSOE (votaron en contra Hacemos y Vox). Jesús Coca y José Carlos Ruiz, antes de la sesión plenaria celebrada este jueves. / RAFAEL MELLADO Tanto ruego, tanta pregunta y tanto dato en general provocaron a varios de los capitulares presentes en la sala el síndrome de piernas dormidas. Por eso, no sabemos si el dato mata el relato, pero podemos decir sin duda que lo entumece. Se vio, por ejemplo, a Jesús Coca, del PP, haciendo los 100 metros lisos entre los asientos de su bancada, y a José Carlos Ruiz, de Hacemos, saliendo del salón de plenos como Chiquito de la Calzada. Otros tantos ediles vieron cómo empeoraban sus lumbalgias y demás dolencias musculares. Paula Badanelli (Vox) no sabía cómo sentarse, ni Daniel García Ibarrola cómo estirarse sin salir en el plano de la televisión municipal. Luego está el frío polar que embarga al espacio y que obliga sobre todo a las concejalas (ellos casi todos van con chaqueta) a pertrecharse de fulares, rebecas y hasta de la denostada batamanta. No crean, pero los plenos son físicamente muy exigentes. Suscríbete para seguir leyendo
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