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  • Una maestra del Impenetrable chaqueño fue reconocida entre docentes del país

    » Facundoquirogafm

    Fecha: 19/09/2024 14:11

    Compartí en redes: Gloria Cisneros tiene 38 años y es la maestra de la escuela primaria 793 del paraje La Sara, en el Impenetrable chaqueño. Este mes es una de las caras de la campaña de celebración de la docencia organizada por Fundación Varkey y también es candidata al “Global Teacher Prize” de la fundación, que entrega un millón de dólares. De lunes a viernes duerme en la escuela en la que vive hace ocho años y consiguió que haya más alumnos. Los chicos comparten un aula plurigrado con luz de un panel solar y una antena de internet que le permite usar los contenidos educativos. La docente es de Taco Pozo, cerca del límite con Salta y Santiago del Estero. Proviene de una familia dedicada a cosechar. A los ocho años estudiaba de lunes a viernes y el fin de semana acompañaba a los padres a la cosecha. Gloria terminó la primaria en la Escuela 348 “José Hernández”. Un año antes lo había hecho su hermana Soledad. Las dos continuaron el secundario y fueron las únicas dos de la familia. Después cursó una tecnicatura en agroindustria, que debió abandonar. Quedó embarazada de Julia, su primera hija a los 19 y su pareja 18. Y cuatro años después nació Oscar, que tuvo varios problemas de salud. Gloria volvió a estudiar para ser maestra y asistía a clases con Oscar. Hasta que se recibió en 2013. Dos días después estaba trabajando. Su primer trabajo fue dar clases a un segundo grado donde había chicos con graves problemas de aprendizaje y comportamiento. Fue una experiencia traumática: los chicos la pateaban, la mordían. Una vez le tiraron piedras con una honda; otra, la quisieron cortar con un vidrio roto. “Llegaba a mi casa llorando y con un estrés insoportable, pero sentía que al día siguiente tenía que volver”, cuenta. Gloria continuó su camino, cambió de escuela y tuvo otros grados. Le hicieron propuestas que rechazó porque nunca dejó un ciclo sin terminar: no podía aceptar que los chicos se quedaran sin maestra en medio del curso. En 2017 le propusieron ir la escuela de La Sara: lo habló con el marido y decidió hacer la prueba. El día que se presentó para aceptar el cargo había otros nueve puestos disponibles en el pueblo, pero ella ya se había comprometido y mantuvo su palabra. Desde ese día hasta hoy lleva ocho años ahí.

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