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  • Celina Murga: "El cine argentino ha crecido tremendamente gracias a políticas estatales"

    » La Capital

    Fecha: 19/09/2024 13:24

    Pablo es un profesor universitario casado y con dos hijos, que comienza un romance secreto con una estudiante. Al mismo tiempo, Natalia, profesora universitaria, casada y con dos hijas, se lanza a un romance secreto con un estudiante. Dos historias espejadas, una protagonizada por un hombre (Joaquín Furriel) y la otra por una mujer (la mexicana Marina de Tavira), un contraste que expone matices y tensiones en los géneros, los vínculos, el deseo y las instituciones. De esto se trata “El aroma del pasto recién cortado”, el quinto largometraje de la cineasta paranaense Celina Murga, que desde este jueves 19 se podrá ver en salas de todo el país. Desde el estreno de su ópera prima “Ana y los otros” en 2003, la directora y guionista se posicionó como una de las voces más auténticas del cine nacional. En 2008, ganó una beca de Rolex para participar de un programa de mentoría que la unió con Martin Scorsese, con quien desde entonces sostiene un vínculo profesional y personal. Tanto así que el legendario cineasta fue productor ejecutivo de “La tercera orilla” (su anterior filme, estrenado en 2014 en el marco de la Berlinale) y también del actual proyecto. El nuevo filme de Celina viene de ganar el premio a Mejor Guión en el Festival de Tribeca en Nueva York y fue seleccionada como película de Clausura en la Competencia Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián, que comienza este viernes 20, casi en simultáneo con su estreno comercial en Argentina. El elenco, encabezado por Furriel y de Tavira (nominada al Oscar por su rol en “Roma” de Alfonso Cuarón), está completado por Alfonso Tort, la uruguaya Romina Peluffo, Emanuel Parga y Verónica Gerez. F ue escrita por la propia Murga, en colaboración con Juan Villegas, Lucía Osorio y Gabriela Larralde, y es una coproducción entre Argentina, México, Alemania y Uruguay. En “El aroma”, la cineasta retoma uno de los temas centrales de su filmografía: los vínculos humanos. Si hasta ahora se había destacado por su aguda capacidad para recuperar los puntos de vista de las infancias y las adolescencias (o una joven adulta en el caso de su primera película), en esta propuesta se enfoca en la adultez más espesa: esa mitad de vida la familia y el trabajo parecen haberle ganado todo el territorio subjetivo al deseo. A través de un preciso trabajo de guión, actuación y puesta, Murga se mete con delicadeza y contudencia en los recovecos más incómodos de la domesticidad, y encuentra algo de luz sin emitir juicios morales contra sus personajes. La tesis de género se va materializando orgánicamente en los detalles, sin necesidad de subrayados o declamaciones. En diálogo con La Capital, Celina habló de la construcción narrativa de la película, el estado actual del cine argentino y, por supuesto, su relación con Martín Scorsese. image (18).jpg Joaquín Furriel y Verónica Gerez en "El aroma del pasto recién cortado", la nueva película de Celina Murga - Una característica a priori distintiva de la película es que por primera vez te metés de lleno en el mundo adulto. No es algo planificado, cuando voy a escribir un proyecto me importa mucho elegir un material que me convoque, que me interpele y que sienta que es importante no solamente para mí sino para la sociedad y lo que está pasando a mi alrededor. Pienso en quiénes van a ver esta película, para qué hacerla, con qué sentido, con qué intención. Además hacer una película lleva mucho tiempo, mucha energía y mucho amor. Entonces hay que elegir bien porque vas a convivir con ese material durante años, es como elegir una pareja (risas). Surge desde un lugar más intuitivo del presente,de lo que me está pasando o lo que yo entiendo que está pasando a mi alrededor. Igual obviamente entiendo que hay algo de lo que por algún motivo me corrí, quizás por que crecí y se fue la niña interior. Me centré en personajes que tienen más que ver con mi presente hoy, en una franja etaria y generacional más cercana. Si bien hay niños en la película, es la primera vez que me enfoco en la subjetividad y el punto de vista concreto de estos personajes que están atravesando una crisis de mediana edad. - Otra cuestión destacable es que esas diferencias entre los géneros, y esa conflictividad en los vínculos, aparecen de formas muy sutiles. Lo sutil es algo que trabajamos mucho. Incluso es algo que Joaquín manifestó como una diferencia de los personajes que suele abordar. Tiene que ver con una intención de contar personajes que están atravesados por situaciones y emociones que no son unilaterales, porque así entiendo la vida. Uno tiene ganas de hacer algo pero a la vez tiene miedo de hacer algo. No es una cosa o la otra, sino que muchas veces esas situaciones de crisis personales o en una pareja son una combinación de emociones que de alguna manera te están tensionando. La sutileza tiene que ver con que no es una emoción que lo copa todo sino que es una mezcla de cosas y ahí es donde se abre el lugar de la sutileza, de lo contradictorio, que para mí es esencial para contar al ser humano. Para ubicar a los personajes en un lugar donde no hay buenos y malos, hay personas haciendo lo que pueden con lo que les pasa en ese momento. Son el tipo de personajes que me interesa contar, porque son los que más se acercan a las personas. - También ocurre que esos vínculos que los personajes establecen por fuera de la pareja no son idílicos ni tienen esa intensidad pasional, sino que son torpes y contradictorios como todo nuevo vínculo. La infidelidad se suele retratar como algo bastante superficial. Para mí en estos romances que los personajes tienen por fuera de la pareja, hay una búsqueda que tiene mucho más que ver con ellos mismos. Si bien por supuesto hay deseo y atracción sexual, en el fondo tiene más que ver con un deseo de reencontrarse individualmente con alguien que uno es y a la vez reconectar con un lugar de vitalidad. Eso creo que se ve en la película, cuando ellos están en la fiesta y de cierta manera se dan cuenta que están en un lugar equivocado, que ya no son esos jóvenes a los que pretenden jugar a ser un ratito. Eso los pone en jaque porque se dan cuenta que no es por ahí tampoco donde hay que buscar, pero a la vez es un lugar como de despertar. A veces cuando uno no sabe cómo salir de un lugar o cómo generar un cambio, patea el tablero de la manera más torpe. Siento que son parejas que quizás pasaron mucho tiempo sin hablar, que están tomados por la situación de la crianza, de sostener la pyme familiar como digo yo. Tenés el carro funcionando sin parar y de pronto un día te das cuenta que hay algo de ese mundo en el que estás que hace que ya no quieras estar ahí. Para mí tiene que ver con esta cuestión del cambio y de la naturaleza y los ciclos. Si la naturaleza está cambiando constantemente a nuestro alrededor, como nos cuesta asumir que somos parte de esa naturaleza y que necesariamente hay cambios en las personas a lo largo del tiempo, y que ese cambio puede incluir naturalmente incluye la pregunta sobre dónde estoy, con quién estoy, quién soy hoy en mi trabajo, qué quiero de mi vida profesional y familiar o de pareja. Ese lugar de pregunta sobre la propia individualidad que muchas veces no nos damos. Tiene que ver con eso la decisión de que ellos estén en ese ambiente. image (19).jpg Emanuel Parga y Marina de Tavira en la película "El aroma del pasto recién cortado", que se estrena este jueves en cines - ¿Cómo fue el proceso de construcción de esta historia, teniendo en cuenta que fue un proceso largo y que el guión lo trabajaron de manera colectiva? La primera versión del guión es de antes de la pandemia, del 2017. En ese momento gran parte de la sociedad estaba atravesada por la lucha por la legalización del aborto, y había una cuestión muy polarizada en relación a los discursos o los conceptos en relación al género. Nos empezamos a plantear, con Juan Villegas con quien empecé a escribir el guión, la idea de contar una misma historia transitada alternadamente por un hombre y por una mujer, y pensar qué pasa con los roles de género, cómo culturalmente nos manejamos al interior de las familias con eso, y también y sobre todo qué pasa dentro de un marco institucional. Rápidamente apareció este concepto del espejo. Estaban las familias y estaban las parejas pero no tan en primer plano como terminaron estando. Después vino la pandemia y se frenó todo. Estábamos por filmar. Y en ese tiempo seguimos escribiendo, se sumó Lucía Osorio y armamos como ese triángulo de escritura. Ahí empezaron a crecer mucho los conflictos internos de las parejas y el marco interno de las familias, para que no quedara tan por delante la cuestión de la tesis de género de alguna manera. Empezamos a buscar personajes más complejos, que atravesaran situaciones dramáticas que les permitieran crecer en complejidad, en tensión y en matices. Ahí empezaron a crecer los personajes de los esposos, esposas, y a aparecer estas capas que están hoy en la película. Me interesa mucho hablar de los vínculos. Ese período fue bastante largo y efectivamente más cerca de filmar se sumó Gabriela Larralde, a hacer la última versión del guion conmigo. - Un guion que ya ganó un premio importante en Tribeca. Fue el mejor premio que pudimos ganar, porque realmente lo sentimos como un premio al trabajo en el tiempo y al trabajo colectivo. Fue muy valioso porque de alguna manera corolaba esos siete años de trabajo. - Es imposible no preguntarte por tu vínculo con Martín Scorsese, que sin dudas es algo excepcional. ¿Cómo vivís que haya vuelto a acompañar una película tuya como productor ejecutivo? Para mí también es excepcional pero ya me fui acostumbrado porque es bastante continuo. Siempre conectamos mucho en relación a la pasión por el cine y el amor a la tarea creativa. En estos años, siempre que viajaba por algún motivo, lo veía en Nueva York. Se fue consolidando el vínculo creativo, profesional, pero también de amistad. Él es alguien muy generoso, y tiene mucha curiosidad y voluntad de estar informado de todo. Siempre me está preguntando en qué ando, para seguir apoyándome. En la pandemia, él empezó a tomar contacto con este proyecto, conocer el guion, cómo estábamos pensando el armado financiero, la propuesta de actores y de nuevo volvió a ofrecerme ser parte del equipo como productor ejecutivo. Fue algo bastante orgánico y natural que se fue dando gracias a este encuentro humano y muy genuino que armamos entre los dos. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Celina Murga (@celina_murga) - Después de quince años de sostener el vínculo, ¿qué te sorprende todavía de Martin? Me sorprende todavía algo que ya me sorprendió en aquel momento y es cómo él, siendo quien es, ocupando el lugar que ocupa en la historia del cine mundial, siga teniendo esa voluntad de ponerse al servicio de otros. No se volvio alguien cerrado sobre si mismo, sino que es alguien a quien le interesa aportar al desarrollo de otras personas y también al desarrollo de cinematografías más periféricas. Tiene mucha conciencia respecto de la importancia del cine en los países, la importancia cultural, económica e identitaria. Siempre está buscando la manera de que el cine mundial crezca de una manera no homogénea, sino que cada país pueda seguir desarrollando su propia filmografía, con lo difícil que eso es hoy con el monopolio de las plataformas. Siempre está hablando de eso, incluso tiene una fundación que se dedica a eso. Elije y entiende muy claramente su lugar, después de haber logrado todo lo que logró, hacer que eso también sea para el resto. Tiene mucha idea justamente de esta cuestión de los ciclos, de ser parte del entramado de una historia y pensar cómo aportar a esa historia. Creo que eso lo hace aún más grande de lo que es. Uno admira a alguien que puede jugar un partido no sólo para sí sino para la historia mundial. - Hablando de la importancia de las cinematografías nacionales, ¿cómo vivís estrenar tu película en este contexto de desfinanciamiento de las políticas de apoyo al cine argentino por parte del gobierno? Con emociones muy encontradas. Por un lado, con mucha alegría y mucho agradecimiento de poder estrenar una película en este contexto tan incierto. Y a la vez con una gran incertidumbre respecto de lo que va a venir. El cine argentino es un cine que a lo largo de los últimos veinte años ha crecido tremendamente, que se ha instalado con mucha fuerza en todos los festivales internacionales más importantes del mundo. Si te ponés a ver, no hay muchos países que tengan sistemáticamente todos los años la presencia que tiene Argentina en los festivales más importantes. Eso es gracias a políticas estatales que impulsaron su desarrollo, no es porque seamos Gardel. Yo soy producto de una generacion que se empezó a desarrollar en los dos mil, gracias a la confluencia de un montón de factores, como la aparición de las escuelas de cine, los festivales, pero sobre todo políticas estatales que nos apoyaron. Lo que observo con mucha preocupación es que el año que viene, y en cinco año ni hablar, la cantidad de estrenos de películas argentinas va a ser muy inferior y eso repercute en el desarrollo del país todo, y en el trabajo concreto de un montón de personas. De hecho ya se viene viendo. Con esta decisión tan tremenda de achicar fuertemente el presupuesto del INCAA, esto se va a ver con mucha fuerza en los próximos años. Lo vemos con mucha incertidumbre y dolor, y esperamos que se reactive la comunicación entre la gente que está actualmente en el INCAA y quienes estamos haciendo cine. Eso es algo inédito, porque en otros momentos se podía estar más o menos de acuerdo con las distintas gestiones, pero siempre habia un lugar de diálogo y ahora la verdad que no.

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