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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 18/09/2024 14:12
El flagelo de las adicciones sigue siendo un desafío creciente en la ciudad de Concordia, afectando principalmente a jóvenes y familias que buscan una salida ante esta problemática. En respuesta a esta situación, hace 14 años surgió la Pastoral de Adicciones, una iniciativa de la parroquia de Pompeya que, a lo largo de los años, se ha consolidado como un referente de apoyo y esperanza. En una conversación exclusiva con Despertar Entrerriano, Elisa, coordinadora diocesana de la pastoral, compartió los avances, los desafíos y el impacto del trabajo que llevan adelante. La pastoral nació a partir de una necesidad evidente en la comunidad. “Cuando la diócesis cumplió 50 años, nos dimos cuenta de que el problema de las adicciones entre los jóvenes era cada vez más grave. Ahí fue cuando decidimos crear la pastoral para brindarles un espacio de apoyo y acompañamiento”, comenta Elisa. Desde entonces, el trabajo se ha centrado en acompañar a las familias y jóvenes a través de grupos de contención y programas de rehabilitación, destacándose la Comunidad de Vida y Rehabilitación Juan XXIII, un lugar donde los jóvenes pueden rehabilitarse por voluntad propia. “El proceso de rehabilitación dura alrededor de un año y ocho meses y se basa en cinco etapas, que van desde la disciplina y obediencia hasta la reintegración laboral”, explica Elisa. “Es un trabajo integral, porque no solo tratamos el aspecto físico, sino también las heridas emocionales y espirituales de cada persona”. Uno de los aspectos más destacados del trabajo de la pastoral es la estrecha colaboración con el Juzgado de Concordia. A través de esta relación, los tribunales derivan a jóvenes que enfrentan problemas legales relacionados con las adicciones, dándoles la oportunidad de rehabilitarse en lugar de ser encarcelados. “El juzgado nos manda jóvenes que están al borde de ir a la cárcel, y les dan la opción de venir a la Comunidad Juan XXIII. Para muchos, es una segunda oportunidad de cambiar sus vidas”, señala Elisa. “Nosotros creemos firmemente que meterlos en prisión sería como empujarlos a un infierno del que sería mucho más difícil salir”. Elisa también explica que el proceso es completamente voluntario. “No podemos obligar a nadie. Son ellos quienes deben pedir la internación cuando sienten que han tocado fondo. Ahí es cuando comienzan a hacer los trámites para ingresar, siempre con la posibilidad de volver a empezar si recaen”. El aumento de jóvenes, e incluso niños, afectados por las drogas en Concordia es alarmante. “Hemos visto casos de chicos de apenas 7 u 8 años que ya están involucrados en el consumo o el tráfico porque sus padres los utilizan como mulas para vender”, lamenta Elisa. A pesar de esta cruda realidad, la pastoral continúa trabajando incansablemente para ayudar a los más vulnerables, con la colaboración de instituciones como Salud Mental y Fortalecimiento Social, quienes también derivan casos a la comunidad. Elisa concluye la charla con un mensaje claro: “No importa cuántas veces caigan, nosotros siempre estaremos aquí para recibirlos de nuevo. Nos caemos, pero siempre nos levantamos. Es un proceso largo, pero vale la pena si logramos salvar aunque sea una vida”. La Pastoral de Adicciones sigue siendo un pilar fundamental en la lucha contra las adicciones en Concordia, ofreciendo un espacio de amor, fe y acompañamiento a quienes más lo necesitan. Para aquellos interesados, las puertas de la parroquia de Pompeya están abiertas todos los miércoles a las 18 horas para reuniones de apoyo a familias y jóvenes. Fuente: Despertar Entrerriano
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