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  • Soledad Martínez, ministra de Neuquén: “Implementamos la no repitencia del secundario para que los alumnos permanezcan en el sistema”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/09/2024 04:41

    Soledad Martínez, ministra de Educación de Neuquén Es una mañana fría y diáfana en la ciudad de Neuquén. La ministra de Educación Soledad Martínez aceptó la propuesta de una entrevista que surgió a último momento y, haciendo un espacio en su agenda, propuso el encuentro en un café del Centro, donde suenan clásicos del rock de los 70 y 80. Es muy temprano, pero la ciudad vive con el ritmo del día de trabajo. Aunque vive en Zapala, a dos horas de la capital, Martínez ha decidido no mudarse. Es, dice, la manera de pensar su función sin dejarse llevar por el centro gravitatorio de la capital. Martínez, de hecho, fue intendenta de Zapala y luego diputada provincial. En esta entrevista con Ticmas, la ministra analiza la compleja realidad educativa neuquina, marcada por desigualdades derivadas de un crecimiento acelerado y desordenado. Aborda los desafíos del nivel secundario, la transformación educativa y el diálogo que mantiene con el sindicato de docentes. Neuquén es una provincia que tiene muchas particularidades —por el terreno, por el clima, por la base productiva— y cada una de ellas requiere una solución particular. —Neuquén es una de las provincias argentinas que tienen más recursos económicos, pero, en términos aprendizaje, de terminación de los trayectos, los resultados educativos son pobres. ¿Cómo esperan revertir la situación? —El dato de deserción y desgranamiento no nos parece significativo para calificar al sistema. Sin embargo, nos preocupan algunos otros indicadores, como, por ejemplo, que el 50.6% de los estudiantes de secundaria termina de cursar, pero no titula. El crecimiento de Neuquén, atado al desarrollo de Vaca Muerta, pero antes, en la década del 80, de YPF, tuvo poca planificación. Y cuando el crecimiento es así de explosivo, la poca planificación genera asimetrías extraordinarias, que es lo que se refleja en prácticamente todos los indicadores sociales de Neuquén. La educación es un punto de inflexión de todas esas variables. La provincia implementó un sistema de becas con el que esperan vertebrar las iniciativas para mejorar la calidad educativa (Imagen Ilustrativa Infobae) —¿Dónde ponen los principales esfuerzos? —Hay un proceso de creciente inversión en infraestructura educativa. A valores de hoy, hemos invertido unos once mil millones de pesos en tareas de reparación de escuelas, de mantenimiento y recuperación de edificios. Y se ha puesto en marcha el programa de becas más importante de la historia de la provincia, que son las Becas Gregorio Álvarez. Al momento tenemos 12.400 beneficiarios, pero hemos llamado a una segunda inscripción extraordinaria que, en diez días, convocó a más de 16.000 personas. —¿Cuál es el público de la beca? —Estas becas comprenden un universo de personas que va desde los 4 hasta los 35 años. Inicialmente —y seguimos pensándolo— pensábamos en lo que tenía que ver con la educación terciaria y universitaria, como una política que nos permitiera orientar la formación de recurso humano estratégico hacia aquellos sectores que tienen un fuerte impulso desde las políticas provinciales para el desarrollo de minería, petróleo y turismo en el sector privado, y luego los servicios sociales como docencia, enfermería, medicina, que son sectores que tienen menos recurso calificado del que se requiere. Pero con la masividad de la inscripción, el gobernador decidió que las becas fueran universales. El programa de becas va a ser un vertebrador de las iniciativas tendientes a transformar aquellos indicadores, que no son buenos. El programa se desarrolló en toda la provincia, con particular énfasis en los sectores más periféricos de los grandes centros urbanos. Hemos comprendido un universo muy importante de estudiantes de todos los niveles. —¿“Importan” docentes de otras provincias? —En los últimos siete u ocho años se ha incrementado la incidencia de docentes de otras regiones del país, en sintonía con el crecimiento de la población en general. —En los últimos tiempos, Neuquén ha sufrido una serie de medidas de fuerza: este año llegaron a casi 40 días de huelgas. —Fueron un poquito menos. La semana pasada se levantó la medida de esta segunda instancia. La particularidad es que en Neuquén hay un sindicato único, que tiene mucha fortaleza y tiene una tradición importante en la defensa de algunas banderas que nosotros también reivindicamos, en orden a garantizar recursos para la infraestructura y la defensa de los salarios docentes. Para nosotros es muy importante la jerarquización de la tarea docente. Pero, en nuestra opinión, no hubo una lectura del contexto social y político en el que la discusión —necesaria— debería darse. Darla con medidas de fuerza que interrumpen la regularidad de las clases, justamente no contribuye a fortalecer esas cosas que compartimos. La provincia está evaluando la escolarización obligatoria a partir de los tres años (Imagen Ilustrativa Infobae) —¿Cómo se entabla la negociación? Porque, en su momento, la huelga se disparó muy rápidamente. —Nosotros somos un gobierno iniciando y ciertamente la huelga se disparó muy rápidamente. Nosotros tuvimos una mesa de negociación salarial con una huelga mediante. Nos gustaría que eso no pase. De hecho, procuramos tener otro tipo de diálogo, leyendo el contexto y valorando que es necesario que el sindicato interpele a su empleador —en este caso al Estado—, respecto de las cosas a mejorar, pero sin resentir lo que para todos es una prioridad, que es la educación y que las infancias y las adolescencias estén en las escuelas. Estamos procurando que el diálogo sea de otra manera y que el reclamo, los cuestionamientos y las reivindicaciones se gestionen de una manera que, insisto, resientan menos el derecho a estudiar y aprender. —Neuquén tiene una gran tradición en la defensa de la docencia. Está, por supuesto, la figura de Fuentealba. —Es cierto. Y, tanto el gobernador como yo, somos producto de la educación pública y desde ese lugar respetamos el lugar que tiene la organización sindical. Pero, insisto, estamos procurando anticipar las discusiones salariales para garantizar un inicio más regular del ciclo lectivo. Y luego establecer un diálogo que sea todo lo fluido y todo lo tenso que deba ser, pero transitando la regularidad del ciclo lectivo, que este ha sido muy complejo. Hacer una caracterización lineal de 37 días perdidos es un error de lectura, pero entiendo que es una simplificación que se hace para poder describir un estado de situación. —¿Cómo implementaron el plan provincial de alfabetización? —Neuquén tiene una tradición vasta del plan de alfabetización. Tenemos nuestro propio plan jurisdiccional de alfabetización; en la segunda etapa, a partir de octubre, vamos a hacerlo también en media. Lo empezamos con una particular mirada en inicial, procurando la mayor inserción de alumnos de tres años, que también estamos evaluando la creación de las escuelas infantiles y en la obligatoriedad de la sala de tres, para lo cual la infraestructura es un capítulo imprescindible de tener garantizado. —En la provincia, la edad obligatoria va desde los... —Desde los cuatro. Tenemos la obligatoriedad de garantizar la sala de tres, si hay infancias que quieren acceder, pero no es obligatorio escolarizar a partir de esa edad. —¿En toda la provincia? —En toda la provincia. De hecho, hemos logrado la creación de las duplas pedagógicas en todas las salas de inicial, que son una parte importante de la perspectiva del nuevo diseño curricular. Era una asignatura pendiente. Nosotros asumimos con la definición de garantizar la creación de todos los cargos y horas que estaban pendientes. Eso implicó completar los aspectos que implica el diseño curricular de inicial y la creación de todos los cargos y horas para la implementación de la nueva currícula de la secundaria neuquina, que está en una etapa incipiente de puesta en marcha, con toda la complejidad que eso implica. Pero tuvimos todas creadas al inicio del ciclo lectivo para garantizar además un segundo año que inicie en simultáneo en toda la provincia, algo que no había pasado en el primer año. —¿Cómo evitan el abandono en el secundario? —Para nosotros, las becas Gregoria Álvarez son un elemento importante porque la regularidad y el rendimiento académico son condiciones para mantenerse dentro del programa. Y, como está acompañado por un grupo de monitores y tutores con un dispositivo de alerta temprana en las escuelas donde tenemos a los becarios, entendemos que, al final del año, vamos a tener mejores datos que los que recibimos. —¿En qué etapa están en la transformación del currículo? —La puesta en marcha del nuevo diseño curricular que aprobó la provincia tiene una complejidad extraordinaria. No solamente por lo que significó en términos de la perspectiva ideológica con la que se discutió el nuevo diseño, que todavía genera muchas tensiones en las comunidades de padres y en las educativas, sino porque ha transformado drásticamente la perspectiva de cómo se transita la secundaria: la organización por áreas, los interciclos planteados con la discusión respecto de la repitencia. —¿Cómo evalúan el resultado? —Estamos todavía en la puesta en marcha. Es el segundo año. El primer año se inició en algunas escuelas en mayo, otras escuelas en junio y en algunas se inició en octubre. Es muy incipiente como para hacer una evaluación, aunque entendemos que hay que hacer ajustes para precisar los aspectos de la implementación y el desarrollo. —¿Anularon la repitencia en la provincia? —No tenemos repitencia en el esquema por ciclos hasta la primera etapa, que es lo que sería el tercer año. Ahí sí hay una barrera respecto de la cantidad de materias que podés adeudar. —¿Cómo son las discusiones en torno a la repitencia? —Las discusiones todavía no están saldadas. Estamos evaluando la dinámica de la no repitencia para favorecer la permanencia de los alumnos en el sistema, porque cualquier medida para mejorar los resultados de los procesos de formación requiere que toda la población que tiene que estar escolarizada efectivamente esté escolarizada. Desde esa perspectiva, en el diseño curricular de media Neuquén ha optado por la no repitencia. Pero estamos haciendo evaluaciones permanentemente. Seguimos de cerca lo que pasa en la provincia de Buenos Aires, donde se están redefiniendo los esquemas respecto de esta medida. De momento, nosotros estamos ocupados en completar la puesta en marcha del diseño curricular y hacer una evaluación temprana de todas estas herramientas. —¿Cómo es la articulación entre educación y empleo? —Es algo que también emparentamos con las becas Gabriela Álvarez; que, decía antes, las pensábamos originalmente para la formación superior. Estamos esperando que Economía nos autorice una asistencia técnica del BID para terminar de caracterizar el mapa de la demanda de recurso humano calificado del sector privado, porque a uno le aparece más sencillamente los ingenieros o los licenciados en turismo, pero la cadena productiva es muy diversa y muy variada. Entonces, producto del nuevo diseño curricular, nuestras escuelas técnicas están definiendo sus ciclos orientados. En paralelo, el Ministerio de Trabajo ha lanzado en articulación con Educación un programa que se llama Neuquén Emplea, en donde se desarrollan mesas sectoriales y se produce un proceso de vinculación laboral. Y, mientras tanto, nosotros tenemos prácticas profesionalizantes en los últimos años de la secundaria. Nuestra intención es promover lo más que podamos la inserción en nuevos trayectos formativos, pero, si así no fuera, que aquellos que terminen el secundario puedan tener una rápida inserción en el mundo del trabajo.

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