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  • Juego de tronos en los dos grandes partidos de Alemania: se busca candidato a canciller

    » Corrienteshoy

    Fecha: 16/09/2024 01:01

    Juego de tronos en los dos grandes partidos de Alemania: se busca candidato a canciller Las elecciones regionales de Turingia y Sajonia han dado la vuelta, como un calcetín, a la política alemana. Todavía quedan las regionales de Brandemburgo del 22 de septiembre , en las que la extrema derecha prorrusa figura también a la cabeza en las encuestas, y hasta esa fecha los partidos no moverán públicamente ninguna ficha.Entre bambalinas, sin embargo, todos están ya buscando un candidato a canciller que pueda desenvolverse en este nuevo mapa de cara a las elecciones de otoño de 2025. Y no les resultará fácil.El caso más público y notorio es el del actual canciller Olaf Scholz . Ningún otro jefe de gobierno, en la historia de la República Federal, ha sufrido unos índices de popularidad tan bajos y las encuestas auguran para el Partido Socialdemócrata en torno a un 14% de los votos. Quedaría incluso por detrás de Alternativa para Alemania (AfD) , que con el 17% se convertiría en partido necesario para casi cualquier formación de gobierno. En la Casa Willy Brandt, la sede del SPD en Berlín, se habla en cada pasillo de la necesidad de «hacer un Biden» , pero no hay quien ponga cascabel al gato.Noticia Relacionada estandar Si Los países vecinos de Alemania se oponen a su rechazo de inmigrantes en la frontera Rosalía Sánchez Fracasa el pacto de Estado migratorio entre el Gobierno germano y la oposiciónY es sobre todo por un motivo: con estas perspectivas de fracaso electoral, los aspirantes a apuñalar a Scholz en casa prefieren permanecer agazapados, como es el caso de Kevin Kühnert , que hasta 2021 presidió las juventudes del partido, los conocidos como \'salvajes Jusos\', y pasó entonces a ocupar el cargo de secretario general del partido, como trampolín a la candidatura a canciller. Comenzó la presente legislatura con una fuerte presencia mediática, pero a medida que el periodo legislativo se ha ido torciendo ha reducido su exposición, a la espera de tiempos mejores.Progreso adecuadoOtra cosa muy diferente es lo que pueda ocurrir con el ministro de Defensa, Boris Pistorius . Hombre de confianza de Scholz, se desempeñaba como ministro regional de Interior de Baja Sajonia cuando fue llamado a Berlín para hacerse cargo de una misión impopular y endiabladamente complicada: implementar el denominado «punto de inflexión», que viene a significar convertir un ejército abandonado por la política y los presupuestos durante décadas de pacifismo en una herramienta militar útil en tiempos de guerra y, además, simpático para la ciudadanía.Pistorius no solamente progresa adecuadamente en esa tarea, sino que por el camino se ha convertido en el político más popular de Alemania, muy por delante de Scholz. Más de la mitad de los alemanes cree que sería mejor canciller que Scholz . De hecho, el perfil de características que Forsa somete regularmente a examen señala que el 62% cree que habla de manera inteligible, el 56% lo considera competente y el 51% digno de confianza. El 50% le atribuye capacidad de liderazgo, en una cuestión en la que Scholz obtiene apenas el 10%. El 49% de los encuestados ve a Pistorius «comprensivo», que «sabe lo que mueve a la gente» y «leal». Y este último es el gran obstáculo para su candidatura: sólo se presentaría si el propio Scholz se lo pide, más que nada porque, si traiciona a su mentor, perderá buena parte de toda esta credibilidad que atesora.Scholz, por su parte, acaba de confirmar que quiere volver a ser candidato en 2025, quizá pensando en el potencial de pareja con Pistorius: poli bueno, poli malo ; el \'soft boy\' y el tipo duro; el hombre de Estado y el gladiador... Un histórico del partido, Franz Müntefering , se ha encargado de recordarle que «la cuestión del candidato sigue abierta», mientras su fiel ministro de Defensa, por su parte, guarda silencio al respecto, al contrario de lo que ha hecho en Los Verdes la segunda en discordia, la ministra de Exteriores Annalena Baerbock, que a un año de las elecciones ya dejado aclarado que no quiere ser candidata. Eso deja el camino libre al otro líder del partido, el vicecanciller y ministro de Economía y Clima Robert Habeck, aunque cabe señalar que el camino que le deja libre conduce directamente hacia el precipicio.La candidatura de los cristianodemócratas en principio correspondería a su presidente, Friedrich Merz (derecha), pero el bávaro Markus Söder cuenta con más aceptación EFELa encuestas auguran a Los Verdes un 11% de los votos, con tendencia a la baja, y su candidatura a la Cancillería no es un trofeo demasiado perseguido. Respecto al partido menor de la \'coalición semáforo\', en el Partido Liberal (FDP), al borde de perder la presencia parlamentaria, tampoco hay cola de aspirantes.Dos intentos fallidosDonde sí bullen las ambiciones es en el partido que ocupa el primer lugar en las encuestas, la Unión Cristianodemócrata, que ganará en 2025 con alrededor del 33% de los votos, según todos los sondeos. La candidatura de la CDU correspondería en principio a su presidente y líder de la oposición, Friedrich Merz , pero ya en dos ocasiones le ha sido arrebatada la candidatura, por el bávaro Stoiber y por la propia Merkel. No resulta demasiado difícil darle el empujón porque no es un político con popularidad. Según los últimos datos de Infratest dimap, Merz (23%) está muy por detrás del presidente de Baviera, Markus Söder (41%) y del presidente de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik Wüst (33%), cuando se pregunta por la preferencia de canciller.Los dos barones regionales han preferido el cargo de gobierno a la ingrata tarea de oposición, pero enseñan los dientes ahora que se olfatea victoria a escala federal. «No eludiría asumir la responsabilidad de nuestro país» , ha coqueteado Söder, medio en broma medio en serio. «Söder bromea, Merz se molesta y Wüst se contiene», resume Kirsten Girschick, analista política de ARD. La politóloga Ursula Münch, de la Universidad Militar de Baviera, tiene claro que «Merz no dejará que se lo quiten por tercera vez, sería una gran humillación». Y quizá sea esa la principal baza con la que cuenta para aferrarse a la candidatura: tras la despedida de Merkel, las luchas fratricidas por la sucesión hicieron tanto daño a la imagen de la CDU que quizá esta vez el partido se lo piense dos veces.

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