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  • Interiorizando en la fe de la iglesia mormona: Servicio comunitario y lazos familiares eternos

    Concordia » Despertar Entrerriano

    Fecha: 15/09/2024 12:23

    La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, comúnmente conocida como la religión mormona, se presenta como la restauración de la iglesia original que Jesucristo fundó en la Tierra. Según su doctrina, la iglesia perdió su autoridad tras la muerte de los apóstoles, pero fue restaurada en 1820 cuando José Smith, un joven de 14 años, tuvo una revelación divina. En esta revelación, se le indicó no unirse a ninguna de las iglesias existentes en ese momento. Guiado por nuevas revelaciones, Smith organizó la iglesia en 1830, sentando las bases de lo que hoy practican millones de personas en todo el mundo, incluidas comunidades en Concordia. En una entrevista exclusiva con el Presidente del Distrito Concordia, Claudio Carrera, este explicó: “Un punto central de la doctrina mormona es la familia, la cual consideramos eterna”. En la creencia mormona, los lazos familiares trascienden la muerte, lo que impulsa su interés por la investigación genealógica. Para fomentar este estudio, utilizan la plataforma FamilySearch, considerada «la mayor organización genealógica mundial», según Carrera. Este sentido de pertenencia y conexión se refuerza con las actividades diarias que la iglesia promueve para sus miembros. Con reuniones semanales, eventos recreativos y actividades específicas para jóvenes, la comunidad mormona se consolida en Concordia como un espacio de apoyo y crecimiento espiritual. El trabajo de los misioneros en Concordia Un componente clave en la difusión del mensaje de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el trabajo de los misioneros. Fernando Sánchez, un misionero de 19 años oriundo de Santo Domingo, Ecuador, explicó su labor en Concordia: “Como misioneros ayudamos a las personas a venir a Jesucristo para que puedan sentir el amor, la paz y la tranquilidad que nos da nuestro Salvador. Les ayudamos a desarrollar fe, actuar y arrepentirse de sus pecados, haciendo convenios en la iglesia para que puedan vivir en el cielo con sus familias por la eternidad”. Por su parte, Matthew Brimhall, misionero de 19 años de Snowflake, Arizona, compartió su experiencia en la ciudad: “Al principio fue difícil. Algunas personas no nos entendían y rechazaban el mensaje. Sin embargo, con el tiempo, comenzaron a escucharnos y a compartir sus historias. Hemos visto cómo la fe puede transformar vidas”. Para él, su misión va más allá de hablar sobre religión: “No sólo predicamos, también ayudamos a las personas, colaboramos con instituciones locales y trabajamos para mejorar las comunidades en las que servimos”. Compromiso humanitario y comunitario La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días también tiene un fuerte compromiso con la ayuda humanitaria. Claudio Carrera destacó que durante la pandemia de COVID-19, la iglesia proporcionó alimentos y suministros médicos en colaboración con la Municipalidad de Concordia. En momentos de crisis, como las inundaciones, la iglesia donó camiones llenos de alimentos, frazadas y artículos de limpieza. Una de sus contribuciones más significativas fue la donación de un ecógrafo al Hospital Masvernat, lo que mejoró la atención pediátrica en la ciudad. Este compromiso humanitario está financiado por el sistema de diezmos de la iglesia. “Donamos el 10% de nuestros ingresos, y con esos fondos mantenemos nuestros templos y financiamos proyectos humanitarios”, explicó Carrera. Además, la iglesia practica el ayuno mensual, donde los miembros donan lo equivalente a dos comidas, destinando esas ofrendas a los más necesitados. Con una estructura basada en la revelación continua, los miembros de la iglesia siguen las enseñanzas del actual profeta, Russell M. Nelson, quien a sus casi 100 años lidera con un fuerte enfoque en la familia, la fe y el servicio. En Concordia, los misioneros siguen esta misión, brindando tanto apoyo espiritual como material a la comunidad, reforzando los valores fundamentales de la iglesia: ayudar al prójimo y fortalecer los lazos familiares para la eternidad.

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