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» Diario Cordoba
Fecha: 14/09/2024 10:29
Con la vuelta al cole, se repiten las imágenes de niños cargados de libros a sus espaldas, con un peso excesivo para sus pequeños huesos aún en formación. Aunque la situación se ha visto aliviada gracias a los materiales educativos digitales o a que, en ocasiones, los libros se pueden dejar en el centro escolar, todavía muchos alumnos cargan con mochilas repletas, lo que les puede provocar dolores de espalda y lesiones. De hecho, la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER) ha advertido esta semana de que el peso excesivo de las mochilas y permanecer sentados durante horas en el colegio contribuye a que el 70% de los niños, antes de los 16 años, tenga dolor de espalda en alguna ocasión. De ellos, el 8% podría tener problemas de manera crónica. Se trata, por tanto, de la segunda consulta por dolor más habitual en los centros de Atención Primaria. Otra dolencia que ya afecta a 9 de cade 10 menores es el llamado "cuello de texto" (text neck) o "cuello de móvil", y que alude a las afecciones musculares derivadas de usar durante mucho tiempo el teléfono u otros dispositivos electrónicos inclinados hacia adelante. Respecto a los dolores de espalda, sobre los 9 y 10 años, la zona más afectada suele ser la dorsal, mientras que a partir de los 15 se igualan las molestias en la parte dorsal y lumbar. Cabe precisar además que el 80% de los dolores lumbares en niños y adolescentes están relacionados con contracturas, malas posturas y la vida sedentaria. Por eso, los médicos recuerdan que realizar ejercicio físico diario es la mejor medicina para evitar lesiones y dolores, además de vigilar lo que se conoce como higiene postural y ergonomía. “La falta de ejercicio físico, el excesivo tiempo que pasamos frente al ordenador u otro tipo de dispositivos y una mala alimentación, son factores que favorecen la aparición de contracturas" Luis Álvarez Galavich — Presidente de la Sociedad Española de Columna “La falta de ejercicio físico, el excesivo tiempo que pasamos frente al ordenador u otro tipo de dispositivos, y una mala alimentación, son factores que favorecen la aparición de contracturas y el dolor de espalda. Cambiando estos hábitos, se evitan y por ello no debemos ponernos excusas”, avisa el doctor Luis Álvarez Galovich, jefe de la Unidad de Columna del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y presidente de la Sociedad Española de Columna. Las mochilas En cuanto a las mochilas, los facultativos de la sociedad médica indican que el peso no debe exceder el 15% o el 20% del peso corporal del niño o adolescente. Para ello, "los educadores tiene un papel esencial" a la hora de planificar los exámenes y los deberes, de forma que los escolares no tengan que cargar diariamente con todo el material, según avisan los especialistas. También aconsejan a los padres que adquieran mochilas con cintas anchas ajustables y respaldo acolchado y que las prueben antes en las espaldas de los niños para comprobar que el macuto no caiga por debajo de las nalgas y se adapta, por tanto, a la fisonomía y altura del menor. Asimismo, recomiendan que se coloque cerca del cuerpo el material con más peso. Dolor de cuello En el caso del móvil, el motivo de la afección es la siguiente: el peso medio de la cabeza de un niño ronda los dos kilos. Por cada dos centímetros que se incline hacia adelante, se multiplica por 2 la presión ejercida sobre la columna cervical, según GEER. "El síndrome del cuello de texto está relacionado cada vez más con la población joven, en la que vemos este tipo de patologías cada vez de forma más precoz" Antonio Fernández de Rota — Cirujano de columna Esta nueva 'enfermedad tecnológica' afecta en gran medida a niños y adolescentes, hasta el punto de que la prevalencia puede alcanzar hasta casi el 90%. Además, el uso prolongado de dispositivos móviles y una higiene postural incorrecta ejerce "una fuerte presión sobre la columna vertebral" y puede acarrear patologías de más gravedad, como hernias discales. “El síndrome del cuello de texto está relacionado cada vez más con la población joven, en la que vemos este tipo de patologías cada vez de forma más precoz. En los adolescentes, entre los 10 y los 20 años es donde es más común encontrar pacientes con estos síntomas, que acuden a consulta con un dolor cervical que no cede y que se muestra de manera mantenida en el tiempo”, apunta Antonio Fernández de Rota, cirujano de columna en Málaga y miembro del GEER. Ante ello, la sociedad médica recomienda mantener los dispositivos lejos de los ojos y evitar mirar hacia abajo, realizar descansos en su uso y mantener una postura erguida.
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