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» Diario Cordoba
Fecha: 13/09/2024 09:24
El pasado 26 de enero de 2024 publicaba un artículo titulado «Corazones grandes y pequeños». En él hablaba de un niño que, si bien aparenta tener una vida como la de sus compañeros de clase, libra una batalla diaria para encontrar a sus padres. Desde que su familia biológica le fallara con creces y de forma irreversible, convive temporalmente con una de acogida, a la espera de que aparezca quien lo llame «hijo» para siempre. Habíamos acabado el curso con la feliz noticia de que nuestro amigo estaba a punto de encontrar su hogar. En efecto, un matrimonio estaba decidido a adoptarlo y, de hecho, avanzaba con firme decisión hacia la cabecera de esa pista de despegue. Debían de estar muy seguros, en tanto que ya realizaban videollamadas al que decían considerar su retoño. Este, por su parte, se había despedido de quienes, pese a su corta edad, conocían perfectamente la crueldad de la historia, y contaba los días para refugiarse en el abrazo de, estos sí, papá y mamá. Sin embargo, el macabro destino que coordina el vuelo de su vida ha vuelto a lucirse: una semana antes de formalizar la adopción y comenzar la definitiva convivencia, aquellos que decían estar muy dispuestos deciden que, tras pensarlo mejor, «no les viene bien» la ruta diseñada. Por haber roto el corazón de un niño que ha perdido a sus padres no una, sino dos veces, deberían prohibir volver a circular por esa pista a quienes, tras alcanzar el punto de no retorno, aborten el despegue. Ya se sabe lo que ocurre cuando un avión no tiene más remedio que tomar vuelo y, por alguna fatalidad, no lo hace. ‘Mayday’, ‘Mayday’, ‘Mayday’ para Darío. Suscríbete para seguir leyendo
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