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» El Esquiu
Fecha: 13/09/2024 08:05
viernes, 13 de septiembre de 2024 01:38 Durante la mañana de ayer, Cristian Barros (padre) y sus tres hijos, Nery Nelson, Cristian Alejandro y Marcelo Ezequiel, fueron trasladados desde el Penal de Miraflores al edificio de Fiscalía General, donde a pedido de su abogado defensor ampliaron la declaración. Vale señalar que en el inicio de la investigación penal preparatoria, los cuatro imputados se abstuvieron de prestar declaración. En el expediente hay un quinto imputado, Gustavo Varela, quien fue beneficiado con la libertad bajo caución, aun cuando continúa ligado a la causa. Cristian (padre) y Ezequiel Barros fueron los primeros en sentarse ante la fiscal Paola González Pinto y dar su versión de aquel 7 de febrero del año 2014. Luego fue el turno de los otros dos hermanos Barros. Las audiencias se extendieron hasta pasadas las 11 de la mañana. Mientras los imputados daban su versión acompañados de su abogado defensor, Toledo, en la vereda del ingreso a la Fiscalía General familiares de los acusados se autoconvocaron de forma pacífica, y carteles y cánticos pidieron justicia para sus familiares. “Ellos son inocentes, no tienen nada que ver con esto. La Justicia debería buscar a los verdaderos asesinos”, expresaron los familiares. Testimonio endeble Finalizada la audiencia, el abogado de la familia Barros dialogó con la prensa y dio detalles de como continúa la investigación. “Efectivamente, mis asistidos han ampliado su declaración y hemos aportado desde la defensa pruebas que demuestran que ellos no pueden estar detenidos”, dijo Toledo. “La acusación de la Fiscalía está basada en un testimonio endeble. Es más, Vanesa Segura ya en el 2014 no tenía relación con la familia Barros. No hay prueba de la Fiscalía “, expresó el letrado. Toledo dijo también que presentaron ante la fiscal diferentes pruebas, entre ellas un video y el acta de la Comisaría Décima donde consta la detención de Marcelo Exequiel. “Ya pusimos a disposición de la fiscal de la causa el acta donde consta que mi defendido estuvo preso el día del crimen, es decir el 7 de febrero”. Toledo fue además consultado sobre los secuestros que “activaron” nuevamente la causa en el 2020, a partir del hallazgo de una sábana presuntamente con manchas con sangre y palos y pedazos de hierro con lo que los Barros habrían golpeado a Pachado para luego abandonarlo en un baldío. Días después, recordemos, producto de esos golpes, Pachado murió en el hospital. El abogado respondió: “Primero, no se pudo establecer a quién pertenece esa sangre. Mis clientes son una familia que se dedica a las changas y descartaban todo en el fondo. Ellos llevaban animales y tiraban ahí nomás los restos. No hay nada que los incrimine”, aseveró. Cabe recordar que la testigo clave, Vanesa Segura, al declarar por segunda vez ante la fiscalía, indicó el lugar de la casa donde los Barros supuestamente ocultaron los elementos con los que golpearon a Pachado. Al allanar el lugar, los investigadores encontraron los elementos descriptos por la testigo, quien dijo además haber estado presente la noche del 7 de febrero del 2014, cuando en la casa de la familia Barros se desarrollaba un festejo y fue entonces cuando al quedarse dormido por la ingesta de alcohol, Pachado fue atacado, según la testigo, por los ahora detenidos. El abogado cuestionó también la fecha del hecho. “El 7 de febrero, cuando ocurrió el hecho, la familia Barros no estaba en ninguna fiesta, sino que el evento familiar fue otro día. Tenemos pruebas sobre eso: acta de bautismo y otras pruebas que ya están en la Fiscalía”, concluyó Toledo.
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