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  • Central: la abundancia de 9 encendió la ilusión, pero los goles fueron a cuentagotas

    » La Capital

    Fecha: 09/09/2024 08:47

    En el mejor momento del pibe Módica, llegaron Enzo Copetti y Marco Ruben, lo que parecía garantizar la cuota goleadora en Central. Pero no fue así. Marco Ruben arrancó con todo, convirtió contra Lanús, en su primer partido tras el retorno. De ahí en más no volvió a anotar. El poder de gol de un equipo suele serlo todo y para que ello ocurra es necesario contar con futbolistas cuyas principales características estén emparentadas con eso, con el gol. En el momento en que arribaron Enzo Copetti y Marco Ruben, Agustín Módica estaba atravesando un muy buen momento, lo que hizo que las ilusiones en Central se potenciaran. Es que a ese andar goleador del juvenil se le iban a adosar la experiencia de otros dos goleadores. Pero lo que sucedió de ahí en más fue algo que estuvo lejos desde las expectativas. Desde que comparten plantel, hubo 15 partidos, en los cuales entre los tres anotaron apenas cuatro goles (en tres partidos): uno Ruben, uno Copetti y dos de Módica. Ahora el escenario en cierta forma cambió porque Módica ya no está disponible por la grave lesión (rotura del ligamento cruzado anterior y menisco externo de la rodilla derecha) que sufrió en cancha de Independiente, por lo que hace ya varios partidos que no está disponible. Incluso el propio Ruben debió mantenerse al margen por el desgarro que sufrió en el clásico, pero siempre hubo al menos uno en cancha. Hasta hubo dos partidos (Unión y Gimnasia) en que los tres sumaron minutos. Incluso Luca Martínez Dupuy y Tobías Cervera aparecieron nuevamente en acción luego de que quedaran relegados justamente por eso que sucedió, el presente de Módica y los arribos de Ruben y Copetti. Hoy Cervera ya no está porque fue cedido a préstamo a Platense. Claro que la sequía de los 9 en Central no se debe pura y exclusivamente a la falta de puntería de ellos, ya que en muchos de esos partidos hubo poco sustento por parte del equipo a la hora de asistirlos, pero es contundente la distancia entre este presente y aquel momento en que Copetti y Ruben llegaban para competir o acoplarse a Módica. Copetti3.jpg Enzo Copetti convirtió un solo gol desde que llegó a Central. Anotó el tanto canalla en el empate ante Godoy Cruz. Llegó Copetti Cuando Copetti hizo pie en Rosario, Central recibía a Caracas por la Copa Libertadores y desde uno de los palcos del Gigante de Arroyito el exRacing veía cómo el pibe se despachaba con un doblete. Todavía Marco no estaba en Arroyito, pero a esa altura su regreso a Arroyito era un secreto a voces. El máximo goleador de la historia canalla se sumó después de Peñarol y en apenas cinco días pudo salir a pista, al igual que Copetti. Ese momento se marca con especial énfasis porque pareció un punto de inflexión, un trampolín en el que las expectativas picaron aún más alto. Marco ingresó en el partido ante Lanús (Módica y Copetti fueron titulares) y fue el autor del empate, sobre el final. En la fecha siguiente llegó el viaje a Mendoza para enfrentar a Godoy Cruz y más allá de que no fue triunfo, el tanto canalla llegó por intermedio del otro 9 que había llegado como refuerzo: Copetti. Dos partidos seguidos con goles de los centrodelanteros que parecían podían darle un tremendo salto de calidad al ataque canalla. Un poco más acá en el tiempo, apenas tres partidos después de aquel empate en Mendoza, un doblete de Módica, que fue titular ante Sarmiento, en un equipo prácticamente alternativo porque Miguel Ángel Russo decidió guardar lo mejor que tenía porque se venía la revancha contra Inter, en Porto Alegre. Un panorama que pintaba encantador, sólo era cuestión de que el equipo genera lo mínimo indispensable para asistirlos. Modica3.jpg Agustín Módica lo grita con alma y vida ante Sarmiento. El juvenil venía entonado y sufrió una grave lesión de rodilla. Después de los goles de Módica Por los motivos que sean, aquellos goles de Módica fueron los últimos gritos de un centrodelantero en Central. Quizás hubo poca asistencia por parte del equipo, también falta de eficacia de los protagonistas en cuestión, pero lo cierto es que ninguno de ellos pudo volver a marcar. Lo llamativo del caso es que en todos los partidos siempre hubo al menos uno de ellos, en varios otros dos y, lo dicho, hasta hubo dos encuentros en lo que actuaron los tres. Es necesario mencionar también que algunos imprevistos hicieron su parte, porque primero llegó ese desgarro de Ruben que lo marginó del equipo durante cuatro partidos y al toque la lesión de rodilla de Módica, lo que definitivamente menguó la potencia del ataque. Y lo peor de todo es que el juvenil deberá esperar un largo tiempo para volver a las canchas. Chances contra Boca La lectura podría ser distinta si Copetti o Ruben hubiesen marcado en este último partido frente a Boca, en el que dispusieron de muchas ocasiones para hacerlo, sobre todo Copetti. Pero no sucedió. Y cómo será la importancia del gol para un 9, quien sea, que el propio Copetti se despachó con una frase contundente, de mucha autocrítica. “Soy un jugador que vive del gol y este tipo de situaciones no me pueden pasar”, razonó en relación a ese puñado de situaciones claras que tuvo en La Bombonera que falló. “Sé que todavía le debo al hincha de Central, pero confío en que ya se me va a abrir el arco”, agregó. Marco también tuvo la suya en el final del encuentro y a él también se le atoró el grito de gol. En definitiva, aquel gran momento de Módica al que se le sumaba la experiencia de Ruben y Copetti, y que potenció las expectativas en los primeros partidos de ese nuevo ciclo, hoy marcan una distancia evidente con la realidad.

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