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  • «La gentrificación va en contra de la calidad»

    » Diario Cordoba

    Fecha: 09/09/2024 08:06

    -Luis, usted que lleva varias décadas trabajando en el mundo del turismo de Córdoba. ¿Cómo ve el momento actual del sector? -¿La situación? Bueno, tú sabes que a mí me duele la boca de repetirlo. Es el tema del intrusismo. Y así seguimos, porque parece que hay una voluntad de no hacer nada por terminar con la lacra. Porque, la verdad está muy clara, la nuestra es una profesión regulada. La Ley del Turismo de Andalucía dice que para poder ejercer la actividad de guía de turismo es necesario estar en posesión de una habilitación oficial expedida por la Junta Andalucía. Y que el ejercicio de la profesión sin estar en posesión de esta habilitación significa la comisión de una falta que puede ser grave o muy grave de prestación de servicios clandestinos por intrusismo. Y hay un montón de prestaciones de servicios clandestinos por intrusismo, que nosotros denunciamos, pero no hay actividad de la inspección del turismo. Y así seguimos. -Veo, entonces, que desde las última vez que hablamos, que hace tiempo, ese tema sigue enquistado y no hay manera de meterle mano. -No hay manera. No parece haber voluntad por parte de la Administración turística de que la inspección del turismo actúe. Y eso sucede en Córdoba y en todas partes. -¿Es verdad que ahora existe cierta preocupación en materia de seguridad? -Bueno, sí. En Córdoba tenemos un cierto problema de carteristas. Córdoba ya no es una ciudad tan segura, como suele repetir el alcalde. La presencia de carteristas está a la orden del día, como también, delincuencia algo más violenta. El otro día conocí un tirón de una cadena del cuello de una señora, en las inmediaciones de un hotel. -Últimamente se habla mucho de turistificación, de saturación turística de las ciudades. ¿Qué opinión tiene usted al respecto? -A mí no me gusta esa palabra. Y gentrificación me gusta menos todavía. Eso va en contra de la calidad. Es que esto es como la pescadilla que se muerde la cola. Hay mucho turismo, mucho turismo de origen español, sobre todo, gentrificado, y valga la palabra horrible. Hay muchísimo turismo básicamente español que, en muy buena medida, es conducido por esta masa de intrusos. Porque no hay más turismo internacional del que había, ¿eh? No hay más. Estamos en un 90%, calculamos nosotros, 85% más bien, de lo que era el turismo internacional en el año 2019, el año antes de la pandemia. El español sí que ha aumentado notablemente, y mucho de ese turismo español está en manos de este intrusismo que lo lleva de aquí para allá de una manera masiva. De lo que se trata es de abaratar costos y estos son profesionales que se venden a un precio irrisorio y que, a veces, dan lugar la actuaciones ruidosas, porque, a veces, van incluso con megáfonos. Un grupo de guías turísticos en la Mezquita-Catedral. / Víctor Castro -Ustedes prefieren la calidad a la cantidad. -Es evidente. La calidad, ante todo. Se trata de ofrecer un servicio bueno. Nosotros somos profesionales que, como decía un profesor de la Escuela Superior de Turismo, hacemos una docencia turística y esa hay que hacerla con calidad, de una manera explicativa, docente, valga la redundancia, tratando de que el cliente se entere bien de lo que le estás contando, aplicando estrictamente los cánones que establece la legislación, que prohíbe que llevemos grupos superiores a 30 personas. Y otras comodidades, ya que disponemos de las nuevas tecnologías, pues se hace con radioguías. Yo llevo un emisor y mis 25 clientes llevan cada uno un aparatito receptor con su auricular, ¿no? Pues esta gentrificación va en el sentido contrario. -Pues antes parecía que el gran objetivo turístico era mejorar cada año el número de visitantes. -Efectivamente. Antes era «que venga la gente como sea», que conozca usted Andalucía en 24 horas. Pero yo no quiero eso. -Y en una ciudad como Córdoba, con tanto patrimonio de la humanidad, ¿no es contraproducente esa idea? -Claro que es contraproducente. Hablando sinceramente, Córdoba no es una ciudad en la que haya una turistificación desaforada. No la hay. Quizás en algún momento puntual, sí. Hablando en términos marxistas, lo que llaman los economistas el valor añadido y tal, la plusvalía. Bueno, pues uno se pregunta qué plusvalía deja esa clase de turismo. Sin pretender hacer de menos a las personas que tengan menos poder adquisitivo. ¿Cómo se cobra la tasa turística a las personas que vienen a las once y se van a la una y media? -¿Y en mayo con los patios? -Sí, quizás sea el único caso de gentrificación en Córdoba, y no precisamente en la Catedral, sino en el entorno de los patios. Ha habido momentos en mayo horribles. -Otro tema del que se está hablando mucho es el de la tasa turística... -Pues yo creo que eso también va en contra de la calidad, fíjate. Es decir, cómo se articula el cobro de la tasa turística. Porque es muy fácil hablar y acabar haciendo demagogia de vía estrecha. ¿Cómo se cobra eso, a quién, dónde? Automáticamente te responden: «En los hoteles». Pero, mire usted, si es que el turismo que viene al hotel justamente es el turismo de mayor calidad, el turismo que no va a ser gentrificado nunca. Al señor que viene con 200 personas, hoy y mañana y pasado, a las 11 de la mañana de un día de mayo y que se va a la una y media, ¿a ese no se le cobra la tasa turística? ¿Cómo haces para que ese turismo de menos calidad desista, sin querer, ya te digo, hacer de menos capacidad adquisitiva, pero es que este turismo es el que con más facilidad se masifica. El señor que viene a, no sé, al hotel... Y que duerme aquí, tiene más capacidad. Ahora, justamente, porque tiene más capacidad, a ese se le cobra con la intención de que desista de venir. Luis Álvarez, durante la entrevista. / A.J. GONZÁLEZ -Con todo lo que me está contando. ¿Cómo ve el futuro turístico de Córdoba? -Córdoba tiene futuro y está muy bien posicionada en todos los sentidos. Córdoba es una ciudad que se vende sola. Y que está de moda. No hay nada más que ver que la gente viene y te piden Córdoba y te vuelven a pedir Córdoba. Córdoba tiene un futuro en el turismo, sin duda de ninguna clase. Y ese turismo, ya digo yo, no quisiéramos que desistiera de venir con el argumento de que está más o menos masificada, porque no lo está. Córdoba está en ese sentido muy bien, muy bien. -¿Y el futuro de la profesión, pese a los problemas que me ha dicho al principio? -Mira, yo no quiero ser excesivamente pesimista. Pero como perviva todo el tema este del intrusismo, la profesión nuestra desaparece. Esto está claro porque el intruso cobra menos. Nosotros hemos perdido entre un 75y un 80% del turismo de lengua española. Se lo ha llevado todo el intrusismo. Perdimos la operación del Imserso, lo perdimos todo. La única ventaja que tenemos, en este momento, es que la mayor parte de los intrusos no hablan idiomas. Muchos de ellos dicen abiertamente ¿yo para qué me voy a molestar en hablar idiomas, si con el español tengo bastante? Llegaremos a que se acabe perdiendo también cuando la gente se tome el trabajo de estudiar. Suscríbete para seguir leyendo

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