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» Diario Cordoba
Fecha: 07/09/2024 10:38
La ruta del caimán por el Guadalquivir empieza a tener el gustillo de las tradiciones populares de Córdoba que, a diferencia de otras, no deja de ganar adeptos. Este sábado a primera hora se han embarcado los primeros 40 cordobeses que se han inscrito en la cita, en la que participarán de aquí al lunes unas 540 personas, 15 idas y venidas de las 38 piraguas programadas, según el cálculo del Club de Piragüismo que preside José Luis Arranz. No solo no ha quedado ni un hueco libre sino que a última hora, tuvieron que habilitar un par de barcas más por un error de cálculo. Una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en la cara de niños y adultos a la hora de iniciar la aventura, una experiencia que no deja a nadie indiferente y que crea adicción. "Tenemos personas de todas las edades, desde los ocho años en adelante y también algún participante con discapacidad", explica Asunción Ariza, secretaria del Club. "Muchos repiten año a año y les encanta", explica, "hay años que nos ha llovido, pero este sábado el tiempo es perfecto para una ruta como esta". Lola, la mascota flotante en forma de caimán no se ha lanzado este año al agua porque después de 12 años ya está viejita y ha sufrido algún percance. Su figura está colgada a modo de recordatorio de que la ruta está ligada a la fiesta de la Fuensanta y coincidiendo con la Velá. Grupo de amigos a la vuelta del paseo en piragua por el río. / Víctor Castro Montarse en la piragua tiene su aquél, una vez dentro es difícil caerse, salvo que alguno se ponga de pie y la líe. Sin embargo, a la hora de subirse alguno se moja un poco más de la cuenta el trasero, como ha ocurrido esta mañana a primera hora. Con el calorcito, es lo que menos importa. "En el río, está prohibido bañarse, pero el año pasado al llegar al Puente Romano, había muy poca agua y nos pudimos parar y poner los pies en el agua", explica Arranz. Esta mañana había más agua que en otras ocasiones y la travesía ha transcurrido sin interrupciones ni paradas. "Es posible que hayan soltado agua para el riego y por la tarde disminuya, lo iremos viendo". Los que vienen de vuelta aseguran que se les ha hecho corto y que repetirían. "Es muy divertido, además, ver Córdoba, sus puentes y la Mezquita desde el agua te da otra perspectiva de la ciudad", asegura un grupo de jóvenes que han acudido juntos a vivir por primera vez la ruta y ya han acordado repetir el año que viene. "Nos enteramos por casualidad y ha sido un acierto", afirma uno de ellos. Para participar en la ruta, es necesario tener al menos ocho años. / Víctor Castro Los más pequeños salen entusiasmados y empoderados. "Yo he sido el capitán", afirma un joven experimentado mientras su madre, novata en estas lides, asiente con la cabeza, "la he guiado yo y le ha gustado mucho". Alguno sale con el pantalón completamente empapado. "Estoy más fresquito que nadie, ha sido superbonito, repetiría sin duda", afirma, no obstante. La ruta dura aproximadamente una hora. Parte del embarcadero, situado en la zona en la que habitualmente se instala el botellón de la feria, y desde ahí se dirige por el margen derecho hacia la isla de los pájaros. "Normalmente, hay muchas garzas en esa zona", comenta Arranz. A partir de ahí, se dirige hacia el puente de Miraflores y el Puente Romano para regresar después al punto de partida. Según Heidi y sus amigos, el paseo ha sido "un lujo". En su opinión, "la tranquilidad que se respira, el silencio, la vista de la ciudad y la compañía, además del ratito de deporte, no tiene precio". La verdad es que no, es gratis, así que doble lujo.
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