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Basavilbaso » Riel FM
Fecha: 06/09/2024 09:12
En un gesto inesperado, la ex Presidente y actual vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, realizó una autocrítica del peronismo en una carta pública que analiza los errores cometidos en las últimas décadas y plantea una renovación para el futuro. La misiva toca varios puntos claves de la política argentina, desde la representatividad sindical hasta el déficit fiscal, y busca reorientar al peronismo frente a los desafíos actuales. Uno de los aspectos más relevantes de su reflexión es el análisis del rol de los sindicatos. Cristina afirmó que "las representaciones sindicales características del siglo XX y fundantes del peronismo ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores". En un contexto donde el empleo formal es cada vez más minoritario y solo el 40% de los trabajadores están sindicalizados, Fernández de Kirchner señaló la necesidad de revisar la relación entre el peronismo y los gremios para adaptarse a una nueva realidad laboral, marcada por la proliferación del empleo informal y las nuevas formas de contratación. Crítica al modelo estatal y el empleo público Otro de los puntos importantes de su autocrítica fue el cuestionamiento al modelo de Estado que, según ella, ha devenido en "ineficiencia e ineficacia". Fernández de Kirchner subrayó que el antiguo esquema de un Estado omnipresente ha generado una burocracia que la sociedad percibe como un "privilegio" injustificado y costoso. En este sentido, propuso la creación de una "nueva estatalidad" que involucre más participación ciudadana y sea capaz de brindar respuestas concretas a las demandas sociales. Este diagnóstico marca una crítica a la hipertrofia del empleo público y la falta de eficiencia en los servicios estatales, temas recurrentes en el debate político argentino. La ex presidenta destacó la importancia de reformar el aparato estatal para hacerlo más funcional y equitativo. Déficit fiscal y reforma tributaria En cuanto al déficit fiscal, Fernández de Kirchner fue categórica al señalar que no se han tomado las medidas necesarias para revertirlo. Según su carta, no se ha "impulsado la reversión del déficit fiscal" ni se ha avanzado en una reforma tributaria que construya "un sistema más racional y equitativo". Esta observación es un llamado a reorganizar el sistema fiscal, exigiendo que los sectores más concentrados de la economía asuman una mayor carga tributaria. El déficit fiscal, que ha sido un problema estructural para las administraciones argentinas, es un tema central en su propuesta de cambio, con la ex mandataria pidiendo reformas que simplifiquen la administración impositiva y mejoren la recaudación sin afectar a los sectores más vulnerables. Educación, seguridad y los desafíos pendientes La educación pública también fue objeto de su autocrítica. Fernández de Kirchner remarcó la urgencia de una "revisión y reforma profunda" del sistema educativo, afirmando que es una demanda compartida por todos los sectores sociales. En su análisis, la falta de inversión y las carencias del sistema limitan las oportunidades de aquellos que no pueden acceder a la educación privada, lo que amplía la desigualdad social. Asimismo, la ex Vicepresidente abordó el problema de la seguridad, destacando la necesidad de un plan integral que enfrente la creciente desigualdad social y la expansión del narcotráfico en las zonas más vulnerables. Criticó el "retiro del Estado" en estos territorios, lo que, según ella, ha dejado un vacío de poder que ha sido ocupado por organizaciones delictivas. Un llamado a reorganizar el peronismo En la conclusión de su carta, Cristina Fernández de Kirchner llamó a una reorganización del peronismo, destacando la importancia de alinear "pensamiento, palabra y acción". Según ella, solo mediante este alineamiento el movimiento podrá volver a ser una fuerza política mayoritaria y transformarse en una verdadera alternativa de gobierno, más allá de ser una mera oposición. La carta de la ex Presidente ha generado un debate dentro y fuera del peronismo, con sectores que valoran su autocrítica como un paso necesario para la renovación del movimiento, mientras que otros cuestionan su capacidad para llevar adelante los cambios que propone. Sin embargo, el mensaje de Fernández de Kirchner abre la puerta a una discusión profunda sobre el futuro del peronismo y su papel en la política argentina.
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