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  • Tensión entre Cancillería y Defensa por el manejo de las bases en la Antártida: "La logística de Petri es lamentable"

    » La Política

    Fecha: 03/09/2024 01:18

    La tensión entre la Dirección Nacional del Antártico de la Cancillería con el ministerio de Defensa por el traslado de dos bases militares crece. Como reveló en exclusivo LPO, el inminente traspaso de administración de las bases e instalaciones antárticas al Ministerio de Defensa enciende las alarmas dentro de la Cancillería. La molestia gira alrededor de dos situaciones: la incertidumbre de los trabajadores y las consecuencias de esta decisión en lo que se especula puede ser una pérdida de soberanía que deja al país al borde del incumplimiento del Tratado Antártico y la ley 18.513. En Defensa aclararon a LPO que "de ninguna manera" se busca cambiar la orientación para militarizar la Antártida sino que el objetivo es unificar la logística para que funcione mejor. En ese punto, remarcan que las dos bases de Cancillería (las otras 11 las maneja Defensa) son las peores en términos de funcionamiento y de infraestructura. Bronca con Mondino por el traslado a Defensa de dos bases de la Antártida Esto fue refutado por fuentes de la DNA consultadas por LPO que afirmaron que a diferencia de las bases Carlini y Brown, administradas hasta el momento por la Dirección Nacional del Antártico (DNA), la situación logística en las bases y medios gestionados por el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR) que depende de Petri es lamentable. "La cantidad, calidad y variedad de alimentos son deficientes, con una notable escasez de carnes, embutidos, alimentos frescos, frutas y verduras. La falta de limpieza en algunos buques, la carencia de vajilla debido al hurto por parte del personal, y la escasez de elementos de higiene básicos, son solo algunas de las cuestiones cotidianas que el personal científico y técnico enfrenta en cada campaña antártica", asegura una importante fuente del espacio. En esa línea, planten que "en muchos de los buques y bases administrados por el Cocoantar, el personal técnico-científico se ha visto obligado a dormir en colchonetas de gimnasio colocadas en los pasillos o en lugares indebidos, poniendo en riesgo su seguridad personal debido a la falta de espacios adecuados. Las constantes averías en los buques asignados a las campañas, resultado de la falta de mantenimiento, son alarmantes". "En las últimas campañas, el abastecimiento de las bases estuvo en duda debido a la falta de presupuesto y a las demoras en los procedimientos administrativos del Ministerio de Defensa (MINDEF)", apuntan. El deterioro logístico ha sido acompañado por una serie de incidentes alarmantes a los que los funcionarios de la Cancillería se la atribuyen a la negligencia del personal militar. Entre estos hechos, se destaca el incendio de la jefatura de la Base Carlini, equipada recientemente con recursos de la DNA, que resultó en la destrucción total de la instalación. La cantidad, calidad y variedad de alimentos son deficientes, con una notable escasez de carnes, embutidos, alimentos frescos, frutas y verduras. La falta de limpieza en algunos buques, la carencia de vajilla debido al hurto por parte del personal, y la escasez de elementos de higiene básicos, son solo algunas de las cuestiones cotidianas que el personal científico y técnico enfrenta en cada campaña antártica A esto se suman la muerte de un suboficial del Ejército, ocasionada por una explosión, y el fallecimiento de un suboficial de la Fuerza Aérea en la Base Marambio, víctima de un accidente con el portón del hangar. Además, un violento ataque entre integrantes de dotación en la misma base ha intensificado la preocupación sobre la administración militar de las instalaciones antárticas. "Un punto crítico que expone la falta de acatamiento de la supervisión y competencias de la DNA por parte del Ccocoantar, es la construcción de la pista de aterrizaje en la Base Petrel, realizada floja de papeles, sin la evaluación de impacto ambiental correspondiente. Otra cuestión que deja al descubierto la irresponsabilidad de los altos mandos militares, es la decisión de realizar puentes aéreos sin descanso, llevando al límite la capacidad de las aeronaves", insiste la fuente. En las últimas campañas se han registrado problemas en la potencia de los motores del Rompehielos Almirante Irízar (RHAI), incumpliendo con los estándares necesarios para la ruptura de hielos, además de sufrir numerosos principios de incendio en la última campaña, siendo el más notable el del venteo de escape. Fuente especializadas remarcan que "con esta crisis en la capacidad logística del Cocoantar, los funcionarios del Ministerio de Defensa deben atender sus obligaciones y corregir estas deficiencias para garantizar que la próxima Pre Campaña Antártica de Verano y la Campaña Antártica de Verano se desarrollen con normalidad cumpliendo los plazos del Plan Anual Antártico". Por otro lado, añade, "las autoridades de la Cancillería deben estar conscientes de que los participantes bajo su responsabilidad quedan a merced de estas complicaciones en las próximas campañas antárticas". "Dado el escenario actual, en el que apenas logran mantener la administración de las bases y sus medios operativos, no entendemos cuál es la ventaja operacional para la actividad antártica del traspaso de administración. La DNA debería continuar con la administración de sus bases, mientras que el Cocoantar debería encargarse exclusivamente del sostén logístico", denuncian. Dado el escenario actual, en el que apenas logran mantener la administración de las bases y sus medios operativos, no entendemos cuál es la ventaja operacional para la actividad antártica del traspaso de administración. La DNA debería continuar con la administración de sus bases, mientras que el Cocoantar debería encargarse exclusivamente del sostén logístico En ese sentido, afirman que "la DNA debe dirigir y controlar la actividad antártica, tal como lo estipula la Ley 18.513, que establece sus competencias. Además, el Artículo 14 de la ley aclara que la DNA debe contratar los bienes y servicios para la actividad antártica, mientras que el Cocoantar debería distribuir los suministros de acuerdo con las necesidades identificadas por la DNA, que es la entidad con el conocimiento y la comprensión necesarios para garantizar el desarrollo de la actividad científica del Instituto Antártico Argentino (IAA), dependiente de la DNA". En Cancillería, con la excepción de Mondino, dicen que el expediente impulsado por la Secretaria de Malvinas Paola Di Chiaro es totalmente arbitrario. "En ciertos puntos, se hace referencia a la Ley 18.513, mientras que otros puntos estructurales se evitan cuando no conviene", reprochan. Mondino culpa al embajador en la ONU por la derrota en Malvinas Por último, plantean que "por estas deficiencias, exigimos que, una vez ejecutado el traspaso de administración, se estipulen las competencias de control de la DNA y se garanticen los estándares mínimos de seguridad en todas las bases asegurando a continuidad de la actividad científica sin objeciones por parte del personal militar a cargo". "Solo esperamos poder seguir trabajando y cumpliendo nuestras funciones como lo hemos hecho hasta ahora en las bases administradas por la DNA: la usina de la ciencia antártica, Base Carlini, y la tan codiciada Base Brown", concluyen.

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