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» Diario Sanjuan
Fecha: 31/08/2024 08:12
Microeconomía: sin agenda a la vista POR MARCELO DELGADO La economía científica concentra gran parte de sus desarrollos, en la macroeconomía, los esquemas monetarios, el desarrollo de los sistemas productivos, los mecanismos distributivos; entre otros desafíos, y deja gran parte de la teoría microeconómica en manos del “sacrosanto mercado”. Es razonable que así sea, si presumimos que el comportamiento de los mercados responde los postulados de la “competencia perfecta”. Dicho de otro modo, que haya muchos oferentes y demandantes, los agentes económicos tienen información transparente, no existen acuerdos o carteles, todos tienen similares cargas fiscales y acceso al crédito. De esta manera, los precios se fijan por oferta y demanda y la retribución de los factores productivos, equilibra las asimetrías. Un esquema ideal que, en algunas economías, funciona para determinados bienes y servicios. Si miramos la economía local podemos afirmar con preocupación, que gran parte de los supuestos de la competencia perfecta no se verifican. Hay sectores con muy pocos oferentes y muchos demandantes, un claro ejemplo es la producción del cemento. En otros casos, se constituyen monopolios legales, como es el caso de la energía eléctrica o la banca oficial. Otros mercados concentran muy pocos compradores, como puede ser el sector de la lechería, mosto, o las grandes mineras en algunas provincias argentinas. Respecto de la transparencia (idéntica información en todos los agentes), no es posible en un país macrocefálico en CABA, (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Las asimetrías se profundizan en los esquemas fiscales y el acceso al crédito. Por todo ello, podemos afirmar que nuestro mercado es de competencia “imperfecta”. En este sentido entonces, para que las microeconomías, las regionales, los desarrollos sectoriales dinamicen la producción y viabilicen la función distributiva; deben estar acompañadas de agendas de desarrollo local. En muchos casos se mal interpreta que debe ser el gobierno que, con los instrumentos estatales, corrijan las imperfecciones del mercado. Las agendas son responsabilidad y tarea de las cámaras, los actores relevantes de los sectores, consumidores organizados, y cuando resulte necesario, la intervención estatal en sus distintos niveles de gobierno, conforme las imperfecciones que se deben corregir. En este sentido, por ejemplo, los municipios tienen roles relevantes en actividades como la minería o agricultura regional. Las provincias en la regulación de los servicios públicos monopolizados, como la energía o la banca. La Nación, frente a las asimetrías o desequilibrios fiscales, cambiarios o de competencia desleal en el comercio internacional. Así, con el aporte de cada uno de los actores y los soportes estatales, se construye una agenda local de desarrollo. Pensar en global y actual en local, es la clave. ¿Una vez estabilizada la macro, tendremos agenda micro, o será nuevamente el mercado puro y duro que tallará el camino?
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