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  • Científicos alertan de “las fantasías” sobre el cambio climático: “Las emisiones aún aumentan”

    Parana » AIM Digital

    Fecha: 28/08/2024 04:06

    La idea de que podemos sobrepasar los objetivos de calentamiento global y luego solucionar el problema mediante el uso de la tecnología es “una creencia peligrosa”, advierten en un artículo Esta posición que sirve para justificar retrasos en la implementación de políticas medioambientales que aborden el abandono de los combustibles fósiles y puede provocar “un calentamiento global catastrófico” James Dyke, profesor de Ciencias del Sistema Terrestre y subdirector del Instituto de Sistemas Globales en la Universidad de Exeter (Reino Unido), asegura que, para ser sincero, está cansado. “Nos enfrentamos a las mismas discusiones y los mismos argumentos falsos una y otra vez”, introduce Dyke en una entrevista para La Vanguardia. Y continúa: “ya he perdido la cuenta de cuántas veces me han dicho que aunque está claro que el calentamiento superará los 1,5 centígrados no podemos decirlo todavía… Pues bien, ¿Qué se supone que tenemos que decir?”. Recientemente Dyke ha publicado junto con otros dos científicos -el profesor Sir Robert Watson, de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), y el Dr. Wolfgang Knorr, de la Universidad de Lund (Suecia),- un artículo con dos advertencias controvertidas. La realidad Los autores del artículo prevén que se sobrepasará el incremento del 1,5 centígrados porque las emisiones todavía no se reducen La primera es que sobrepasaremos el 1,5 centígrados de calentamiento respecto a niveles preindustriales que marca el Acuerdo de París; y la segunda, que vivir bajo la idea de que podemos sobrepasar los objetivos de calentamiento global y luego solucionar el problema mediante el uso de la tecnología es “una creencia peligrosa”. Estos tres científicos afirman que la promesa realizada por políticos y líderes empresariales para limitar el calentamiento a 1,5 centígrados adquieren una “calidad surrealista” en un contexto en el que continúa la producción de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero marcan niveles récord. En el mencionado Acuerdo de París de 2015, los líderes mundiales se comprometieron a tratar de limitar el calentamiento a 1,5 centígrados (en comparación con los niveles preindustriales) y mantenerlo “muy por debajo” de los dos centígrados. “Pero siguen negándose a hacer lo que eso exige: la rápida eliminación gradual de los combustibles fósiles”, alega Dyke. Este científico da por perdida la oportunidad de mantenernos por debajo del incremento de 1,5 centígrados y ve, igualmente difícil, que no superemos los dos centígrados, porque aunque el presupuesto de carbono que tenemos hasta esa cifra es mayor -y tenemos por lo tanto más tiempo-, “las emisiones tendrían que estar disminuyendo significativamente, y no es así; están aumentando”, valora. Para los autores, solución solo hay una, y esta es, en sus palabras, reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria, el transporte y la energía (que representan el 70 por ciento del total) y de los sistemas alimentarios (el 30 por ciento restante), a la vez que se mejora la eficiencia energética. “Sin embargo, muchos compromisos y políticas actuales sugieren que podemos evitar un cambio climático peligroso sin hacer esto”, defiende Dyke, y añade: “dicen que podemos sobrepasar cualquier nivel de calentamiento y que luego, podemos implementar la eliminación de dióxido de carbono a escala planetaria e incluso reducir la cantidad de luz solar que llega a la superficie de la Tierra… Todo para reducir las temperaturas hacia finales de siglo”. Esta “fantasía” de compensar las emisiones, nos ha llevado, según Dyke, a una situación en la que se cree que esto puede funcionar como una máquina de tiempo con la que “recuperar décadas de retraso en la eliminación de carbono”. El científico es contundente con su opinión al respecto: “es una tontería”. Malabarismos El mito de que los científicos del futuro podrán revertir la situación, nos invita a creer que podemos continuar contaminando Nuestro sistema climático tiene ciertos puntos de inflexión, y lo que para Dyke es igual de importante, también los tienen nuestros sistemas sociales. Los puntos de inflexión simbolizan umbrales que, una vez superados, es posible que no se pueda volver atrás. El científico cree que, de hecho, es posible que ya hayamos llegado a ese punto con la capa de hielo de Groenlandia, “que se está derritiendo a un ritmo tremendo y, en escalas de tiempo de un siglo, es posible que ya haya desaparecido” o con la desaparición de grandes secciones de la capa de hielo de la Antártida Occidental. Además, también existe una creciente preocupación por el colapso de la Amoc, la corriente atlántica. “Parece que cuanto más se investiga aquí, peor se pone la situación, ya que las consecuencias del cierre de la Amoc son potencialmente catastróficas; es asombroso que estemos siquiera cerca de que esto sea posible”, argumenta Dyke, quien quiere hacer hincapié en que a fin de cuentas, los seres humanos “estamos en proceso de expulsar el clima de la Tierra de un estado que ha persistido durante los últimos 2,6 millones de años”. Por otra parte, el mito de que los científicos del futuro podrán revertir la situación, nos encierra, según los autores, en una peligrosa trampa, pues pensamos que podemos continuar contaminando con la esperanza de que en el futuro la innovación y el crecimiento resuelvan el problema. “Deus ex machina: siempre fue un recurso argumental poco convincente”, añade Dyke. Por su parte, el profesor Watson, de la Universidad de East Anglia -y anterior presidente del Ipcc y del Ipbes- considera que la política climática se formula “cada vez más en términos de sobrepasar los límites”. Watson añade, a los argumentos presentados por su compañero, que no podemos olvidarnos de que el calentamiento tiene impactos (en el presente) sobre seguridad alimentaria e hídrica, pobreza, salud humana, biodiversidad y ecosistemas, y que, en el futuro, estos impactos “producirán un sufrimiento intolerable”. No está todo perdido Aceptar un fracaso no implica rendirse, sino identificar cuáles han sido los errores y actuar en consecuencia Asimismo, el Dr. Knorr, de la Universidad de Lund, argumenta que debemos repensar radicalmente “la forma en la que funcionan nuestras economías y sociedades y a qué intereses sirven”. “La realidad es que el calentamiento pronto superará los 1,5 centígrados y que el Acuerdo de París ha fracasado”, afirma, “y las promesas de cero emisiones netas y de recuperación tras el exceso nos impiden tomar medidas. Nos aseguran que no es necesario que ocurra nada demasiado drástico por ahora, pero mientras tanto, el planeta hierve”. Knorr, sin embargo, no considera que reconocer este fracaso signifique darse por vencido: “significa aceptar las consecuencias de los fracasos pasados y no cometer los mismos errores; debemos actuar ahora para proteger el planeta, en lugar de esperar que las generaciones futuras puedan reparar el daño”, cierra el científico. ¿Y qué hay de las soluciones? La propuesta de los autores 1 - Dejar los combustibles fósiles bajo tierra, abandonando la financiación a nuevos yacimientos de petróleo y gas. 2 - Centrarse en las reducciones a corto plazo de los combustibles fósiles, ya que la situación exige una acción inmediata, no promesas de equilibrar los presupuestos de carbono durante décadas. 3 - Basar las políticas en ciencia e ingeniería “creíbles”, en lo que se puede hacer en el mundo real ahora o en un futuro muy cercano. 4 - Ser realistas y enfrentar verdades difíciles, como son las enormes desigualdades en materia de riqueza, emisiones de carbono y vulnerabilidad al cambio climático. Fuente: La Vanguardia (España)

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