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  • Esta versión, con escaso juego y mucha garra, es producto de la transición

    » El dia La Plata

    Fecha: 28/08/2024 02:40

    Tiago Palacios ha bajado su nivel y está sintiendo los efectos de la etapa de transición / Fotobaires Se había acostumbrado a festejar seguido y ahora le cuesta horrores aceptar esta incómoda etapa de transición que decidió atravesar a partir del notorio recambio de su plantel. Estudiantes, campeón vigente del fútbol argentino, mantiene el carácter y el hambre de gloria, pero es evidente que ha perdido jerarquía individual y eso, lógicamente, lo llevó a extraviar buena parte de su tan elogiado funcionamiento colectivo. En el trámite de una noche que empezó siendo muy complicada (Boca lo superó claramente en la primera mitad), el equipo de Eduardo Domínguez logró recuperarse y dejó bastante frustrado a Boca. No sólo le empató, sino que hasta estuvo muy cerca de vencerlo, pero una cuestión casi milimétrica del VAR lo privó del último alarido. El gran mérito Pincha fue enderezar lo que estaba torcido y eso empezó a ocurrir cuando el DT enmendó el error de la formación inicial reemplazando a Sosa por Luciano Giménez. El recién llegado como refuerzo revitalizó una línea de ataque donde la soledad de Guido Carrillo lo expone a un sacrificio de nula cosecha. Haber empezado el partido con el artillero de Magdalena sin compañero de ataque lo hizo pagar un costo muy alto. Desconectado, entró poco en acción y su equipo jamás marcó diferencia por haber jugado con cinco mediocampistas. Carrillo solo arriba volvió a representar un sacrificio nada productivo para él. Así, se aleja del gol El ingreso de Luciano Giménez fue vital para modificar las condiciones de una pulseada donde Boca se había sentido más cómodo que en La Bombonera. Una media chilena que se fue rozando el palo izquierdo, un gol de meritoria factura hecho en la cara de Chiquito Romero, que Herrera anuló a instancias de los que miran un montón de televisores, y la movilidad por el frente de ataque que le dio presencia y otro vigor a la manera de generar peligro. CLARAMENTE SUPERIOR EL HUÉSPED POR MAYOR VELOCIDAD Y PRECISIÓN Estudiantes sufrió bastante en el primer tiempo. Padeció la rapidez del rival y, también, su mayor ambición para generar situaciones de ataque. Mansilla tuvo varios revolcones y Chiquito Romero observó más de lo que actuó. Eso ocurrió porque Boca, con mejores pases, fue el que se mostró más peligroso. El Pincha recién lo pudo equilibrar sobre el final del capítulo inicial gracias a la personalidad de Enzo Pérez para imponer un poco de respeto en la zona media. POSITIVA REACCIÓN Y ELOGIABLE MEJORÍA EN EL COMPLEMENTO Estudiantes hizo bastante para que su huésped minimizara las virtudes del primer capítulo. Boca se encogió, el Pincha creció en el medio y los cambios lo ayudaron bastante para irradiar el mensaje de que estaba dispuesto a todo. Todavía le están facturando a Diego Martínez (y esto seguirá) el ingreso de Marcos Rojo. Encima, la gente del Pincha le ratificó con furia a su ex-defensor que no lo han perdonado. La misma noche que había empezado fulera para el León terminó bien y casi se convierte en una fiesta de grandes dimensiones. La continuidad del torneo traerá más capítulos de la transición que decidió experimentar como producto de su política institucional. Domínguez ya demostró lo que vale y ahora sólo hace lo que puede.

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