13/09/2024 18:05
13/09/2024 18:04
13/09/2024 18:03
13/09/2024 18:02
13/09/2024 18:02
13/09/2024 17:56
13/09/2024 17:55
13/09/2024 17:54
13/09/2024 17:54
13/09/2024 17:54
» La Prensa
Fecha: 27/08/2024 15:01
En el corazón de la revolución digital, la IA y las criptomonedas están marcando el ritmo de la innovación. A pesar de sus avances increíbles y del abanico de posibilidades que le ofrecen a la humanidad, se ha empezado a reconocer que, como en muchos otros casos de tecnologías disruptivas, el impacto ambiental de su uso debe ser monitoreado. En el caso de la IA y las criptomonedas, lo que está empezando a tenerse en cuenta es su consumo energético. La minería vinculada a las criptomonedas, por ejemplo, representa un nuevo consumo de energía que no estaba previsto hace quince años. Un informe reciente publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que una transacción de Bitcoin requiere una cantidad de electricidad más o menos similar a la que una persona promedio en Pakistán utiliza durante tres años. Esto se debe a que los tokens criptográficos (la representación digital de la criptomoneda) se generan haciendo que una computadora resuelva acertijos complejos, lo que hace necesaria mucha potencia informática en una computadora especializada las 24 horas. El FMI realizó el mismo cálculo respecto a la IA. El reporte señala que los modelos de IA, como el popular ChatGPT, que dependen de centros de datos, también demandan nuevas cantidades de electricidad: en este caso, usar ChatGPT o una herramienta similar consume aproximadamente diez veces más energía que una simple búsqueda en Google. Para el FMI, estas dos actividades combinadas representaron el 2% del consumo mundial de electricidad en 2022 y las proyecciones indican que esta cifra crecerá al 3,5% para 2025. Esta nueva demanda energética, que equivale al consumo eléctrico total de Japón, ha sido el pistoletazo de largada para una tormenta de ideas que busca soluciones y mitigar su impacto climático. Las mismas proyecciones muestran que las criptomonedas y la IA podrían emitir hasta 450 millones de toneladas de CO2 para 2027. Aunque hay soluciones parciales, la clave para resolver el desafío es fomentar la adopción de tecnologías que sean más eficientes en el uso de energía. En otras palabras, poner el foco en cómo hacer para que la minería de criptomonedas y el uso de la IA puedan ser sostenibles sin necesidad de realizar retoques que limiten su potencial. En el caso de la IA se da algo curioso. Como en muchos otros problemas que enfrenta la humanidad hoy, puede ayudarnos a encontrar una solución para el problema hipotético que ella misma generará. Puesta sobre ello, la inteligencia artificial puede generar distintas herramientas que ayuden a optimizar su propio consumo energético y a encontrar una solución más inteligente que limitar su uso. De lo que se trata, en definitiva, es de reducir la demanda global de energía con un enfoque coordinado a nivel internacional que esté basado en la innovación, más que en las vías tradicionales. A medida que el mundo busca limitar el calentamiento global, las criptomonedas y la IA entran como nuevos jugadores en el ya tenso panorama energético global. Pero tarde o temprano lo que realmente alineará el crecimiento tecnológico con los objetivos ambientales para un futuro más sostenible será la innovación. ¿Por qué no empezar ahora?
Ver noticia original
 (1).jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por