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  • Descubrieron huellas de dinosaurio idénticas separadas por 6000 kilómetros y una hipótesis está cerca de comprobarse

    » La Nacion

    Fecha: 27/08/2024 14:43

    Escuchar La Universidad Metodista del Sur, en Texas, Estados Unidos, concluyó una de sus arduas investigaciones acerca de los dinosaurios al rastrear huellas totalmente idénticas a 6000 kilómetros de distancia, lo que dejó en claro la existencia de un supercontinente que le siguió a Pangea. El estudio detalló cómo lucía la Tierra hace 120 millones de años, cuando las bestias gigantes merodeaban por toda la superficie. A diario, diferentes programas y expediciones dan con los restos fósiles de dinosaurios que pisaron este planeta hace millones de años. La Argentina es uno de los países de Suramérica donde más de estos rastros pueden encontrarse, como el del Argentinosaurus, una de las especies más grandes que existió. Lo cierto es que luego del meteorito que terminó con toda la vida animal, hace 66 millones de años, sus huesos, como sus huellas, quedaron enterrados bajo tierra, perdurando así por el paso del tiempo. Comparación de las huellas de dinosaurio en Brasil y Camerún (Fuente: SMU) Según destacó el medio británico The Sun, en el estudio los paleontólogos se sorprendieron al descubrir huellas idénticas en Brasil y en Camerún. ¿Cómo es esto posible? La respuesta se halla en la imponente Gondwana, un supercontinente que unió a América del Sur, África, India, Madagascar, Australia y la Antártida. Más de 260 pisadas de dinosaurios quedaron fosilizadas sobre el barro colindante a ríos, arroyos y lagos. Luego, con la separación de esta mega masa de tierra por los constantes cambios geológicos, quedaron divididas por el océano Atlántico. Las huellas de dinosaurio que quedaron fosilizadas en Brasil son idénticas a las halladas en Camerún, lo que sugiere que existió un megacontinente después de Pangea (Fuente: SMU) “Determinamos que, en términos de edad, estas huellas eran similares”, señaló Louis L. Jacobs, paleontólogo de la unidad académica antes mencionada. De esta forma, se asoció la unión de los actuales continentes en un hábitat común para las diferentes especies de dinosaurios que vivieron parte de su existencia allí. “En sus contextos geológicos y tectónicos de placas también eran similares. En cuanto a sus formas, son casi idénticas”, agregó el experto. Se estima que África y Suramérica comenzaron a distanciarse hace 140 millones de años gracias al movimiento de placas tectónicas que hizo que el magma ascendiera y provocara una nueva corteza oceánica. Es por ello que el costado oriental del cono sur de América parece encajar a la perfección en la parte occidental del centro africano. Se cree que los dinosaurios vagaron por Gondwana, un continente que unía a América del Sur, África, India, Australia, Madagascar y la Antártida (Fuente: SMU) “Una de las conexiones geológicas más jóvenes y estrechas entre África y Sudamérica fue el codo del noreste de Brasil, ubicado contra lo que ahora es la costa de Camerún, a lo largo del Golfo de Guinea”, indicó Jacobs y concluyó: “Los dos continentes eran continuos a lo largo de ese estrecho tramo, de modo que los animales a ambos lados de esa conexión podían potencialmente moverse a través de ella”. Pangea, el supercontinente que abarcaba todo Mucho antes de definir la existencia de Gondwana, en nuestro planeta solo había un continente que lo comprendía todo. Se llamaba Pangea y estuvo entre el final de la Era Paleozoica y comienzos de la Mesozoica, es decir, hace 335 millones de años. Con los sucesivos cambios, las placas tectónicas se movieron pocos centímetros al año, lo que generó las separaciones y formaciones de otros continentes. Los siete continentes alguna vez estuvieron reunidos en una sola masa, un supercontinente llamado Pangea (Archivo) Luego de ello, la parte sur de la Tierra se convirtió en una masa de territorio uniforme, hasta que continuó con el paso hacia la estabilización que conocemos en la actualidad. Durante ese periodo el planeta estaba lleno de vida, hasta que un meteorito de 14 kilómetros impactó con la superficie y arrasó con tres cuartas partes de la vida animal y vegetal. Así es como se finalizó con el período Cretácico y se abrió la Era Cenozoica, en la que aún nos encontramos hoy en día. LA NACION

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