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» Clarin
Fecha: 27/08/2024 10:44
Llegó el momento del año en que se toma las decisiones más importantes en las empresas agropecuarias, con el pronóstico climático como factor central. De cara a la campaña de granos gruesos 2024/25 hay un dato preocupante: la drástica caída en la intención de siembra de maíz tras el duro golpe que significó la chicharrita en la última cosecha y las primaveras consecutivas con escasez de precipitaciones. Pero las últimas previsiones climáticas podrían hacer repensar esa decisión a muchos productores. Un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destaca que según los análisis surge la probabilidad de "un menor grado de severidad del evento Niña durante septiembre, octubre y noviembre de 2024 y uno mayor a partir de enero 2025”. Esto quiere decir que el déficit de lluvias se haría más notorio a partir del verano, y no durante la primavera, como sucedió en las últimas tres campañas afectando negativamente las primeras etapas del maíz. "Las lluvias de septiembre tienen una alta probabilidad de acercarse a los valores normales y estarán supeditadas a efectos regionales", detalla la entidad, y agrega que hay que tener en cuenta este cambio respecto a lo que es elección de cultivos y fechas de siembra, ya que resulta positivo en el efecto de las lluvias para el 2024 y negativo para 2025. "Esto favorecería las siembras tempranas de maíz pero pone en mayor riesgo a los cultivos de soja de primera que cumplan su período crítico entre enero y febrero", advierte el informe. Se trata de un panorama preocupante en general pero que puede matizar la caída en el área sembrada con maíz, en un contexto en el que la intención de siembra del cereal cae un 21 por ciento a nivel nacional y hasta 30 por ciento en la zona núcleo, tras nueve campañas de crecimiento sostenido.
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