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  • Ruidos Políticos que retumban en la Economía Argentina

    Concepcion del Uruguay » La Calle

    Fecha: 25/08/2024 06:35

    La economía argentina se encuentra en una encrucijada tras una semana turbulenta en el ámbito político que ha tenido repercusiones significativas en los mercados financieros. Los recientes reveses sufridos por el gobierno de Javier Milei en el Congreso han desatado una ola de incertidumbre entre los inversores, poniendo en jaque la estabilidad que el equipo económico había logrado construir en los últimos meses. El punto de inflexión llegó con la aprobación en el Senado de una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, un proyecto que cuenta con el respaldo de la oposición y que ha sido duramente criticado por el oficialismo. Esta decisión legislativa, que amenaza con aumentar significativamente el gasto público, ha encendido las alarmas en el mercado financiero, provocando caídas en los bonos y acciones argentinas. El impacto de esta turbulencia política se reflejó inmediatamente en los indicadores económicos. Los bonos argentinos experimentaron su cuarta caída consecutiva, llevando el riesgo país de vuelta a la zona de los 1.600 puntos básicos. Este incremento en la percepción de riesgo de la deuda argentina es un claro indicador de la preocupación de los inversores internacionales sobre la capacidad del país para mantener la disciplina fiscal prometida por el gobierno de Milei. En el mercado cambiario, la situación no fue menos tensa. Aunque las cotizaciones del dólar contado con liquidación (CCL) y del dólar MEP se mantuvieron por debajo de los 1300 pesos, esto solo fue posible gracias a una intensa intervención del Banco Central. Según estimaciones del mercado, la autoridad monetaria habría destinado alrededor de 60 millones de dólares en una sola jornada para mantener bajo control las cotizaciones, una cifra que sorprendió a los analistas por su magnitud. Estrategias y fragilidades Esta fuerte intervención del Banco Central en el mercado cambiario pone de manifiesto la determinación del equipo económico de mantener la estabilidad a toda costa. Sin embargo, también genera interrogantes sobre la sostenibilidad de esta estrategia en el mediano y largo plazo, especialmente considerando la fragilidad de las reservas internacionales del país. El ministro de Economía, Luis Caputo, intentó calmar los ánimos del mercado reiterando que «el equilibrio fiscal no se negocia». Esta declaración buscaba contrarrestar el impacto negativo de la aprobación de la nueva fórmula jubilatoria, que tendría un importante costo fiscal, especialmente a partir del próximo año si el Congreso insiste en su aplicación a pesar del veto presidencial anunciado. Sin embargo, el mercado parece estar más preocupado por la falta de consenso político en torno a las políticas económicas del gobierno. La reciente ruptura entre el oficialismo y el bloque del PRO liderado por Mauricio Macri ha puesto en evidencia la fragilidad de las alianzas políticas que sostienen el programa económico de Milei. Esta situación genera dudas sobre la capacidad del gobierno para implementar las reformas estructurales que ha prometido. Otro factor que ha contribuido a la inquietud del mercado son las recientes declaraciones del presidente Milei sobre el cepo cambiario. Al afirmar que «es mentira que no se pueda crecer sin cepo», Milei parece haber puesto en duda el compromiso del gobierno con la eliminación de los controles de cambio, una medida largamente esperada por los inversores. Esta percepción se vio reforzada por los comentarios posteriores del ministro Caputo, quien sugirió que lo importante es salir del cepo «bien» y no tanto «si es un mes antes o un mes después». Estas señales contradictorias sobre la política cambiaria han generado confusión en el mercado. Esta incertidumbre sobre el futuro de los controles cambiarios se suma a las preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal, creando un cóctel potencialmente explosivo para los mercados financieros. La situación actual pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el gobierno de Milei para equilibrar sus objetivos económicos con la realidad política del país. Por un lado, el gobierno se ha comprometido a mantener una estricta disciplina fiscal y a implementar reformas estructurales que considera necesarias para reactivar la economía. Por otro lado, la falta de mayorías en el Congreso y la creciente oposición a algunas de sus medidas más controvertidas dificultan la implementación de su agenda económica. Buscando la confianza perdida El mercado financiero, siempre sensible a la incertidumbre política, está reaccionando con nerviosismo ante estos acontecimientos. La caída en los precios de los bonos y acciones argentinas refleja una creciente preocupación sobre la capacidad del gobierno para mantener el rumbo económico prometido. La estabilidad cambiaria, lograda a costa de una fuerte intervención del Banco Central, también genera dudas sobre su sostenibilidad en el tiempo. De cara al futuro, varios factores serán clave para determinar la evolución de los mercados financieros en Argentina. En primer lugar, la capacidad del gobierno para construir consensos políticos en torno a sus políticas económicas será crucial. La reciente ruptura con el PRO pone de manifiesto la necesidad de ampliar la base de apoyo político para asegurar la implementación de las reformas prometidas. En segundo lugar, la claridad y coherencia en la comunicación de la política económica serán fundamentales para recuperar la confianza de los inversores. Las recientes declaraciones contradictorias sobre el cepo cambiario han generado confusión y es necesario que el gobierno proporcione un mensaje claro sobre sus planes en esta materia. Por último, la evolución de las variables macroeconómicas, especialmente la inflación y el déficit fiscal, será determinante para la confianza del mercado. Si el Gobierno logra mantener la tendencia a la baja en la inflación y cumplir con sus objetivos de equilibrio fiscal, podría recuperar parte de la confianza perdida en las últimas semanas. En conclusión, la economía argentina se encuentra en un momento crítico. Los recientes reveses políticos han puesto en evidencia la fragilidad del consenso en torno al programa económico del gobierno y han generado incertidumbre en los mercados financieros. La capacidad del equipo económico para navegar estas aguas turbulentas y mantener el rumbo prometido será crucial para el futuro económico del país. Los próximos meses serán determinantes para ver si el gobierno de Milei puede recuperar la confianza de los inversores y avanzar con su agenda de reformas en un contexto político cada vez más desafiante. (*) Economista.

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