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» La voz
Fecha: 25/08/2024 01:25
A un año de las Paso 2025, reina el desconcierto en el espectro opositor cordobés. Las elecciones presidenciales y las de medio término han sido desde 2015 hasta 2021 una fuente inagotable de bancas. Esos comicios ayudaron, además, a posicionar y a reposicionar a dirigentes provinciales. El caso más emblemático es la contundente victoria de Luis Juez y Rodrigo de Loredo en 2021. Aquellos comicios le valieron a ambos las candidaturas de dos años más tarde para la Provincia y la intendencia capitalina, aunque luego perdieron ante el peronismo provincial. Pero todo cambió desde la irrupción en la escena política nacional de Javier Milei con La Libertad Avanza. Esa aparición convierte a 2025 en un verdadero laberinto para lo que queda en pie de Juntos por el Cambio. La fuerza tuvo un éxito electoral legislativo indiscutido, pero hoy está desintegrada a nivel nacional y en Córdoba apenas sobrevive a través de un interbloque en la Legislatura provincial. Milei espera tener una muy buena cosecha en Córdoba en los comicios legislativos de 2025. (Presidencia) Mar de dudas entre los radicales El radicalismo, socio mayoritario de eso que aún se llama Juntos por el Cambio, sigue atravesado por una interna que amenaza con extenderse todavía más luego de la última disposición de la Justicia federal de convocar a las partes y desestimar lo resuelto por la junta electoral partidaria, que había proclamado a Marcos Ferrer como presidente del Comité Provincia. El diputado nacional Rodrigo de Loredo es el que más urgencias tiene entre los radicales. En diciembre del año que viene vence su mandato en la Cámara Baja. “La Unión Cívica Radical va a presentar candidato a gobernador propio en 2027 y ese candidato será Rodrigo de Loredo”, asegura Ferrer. Pero antes de aquel turno, primero hay que atravesar 2025 y es allí donde aparecen las dudas en el partido centenario. No sin dificultades y algunas intermitencias, De Loredo viene mostrándose amigable al Gobierno nacional en Diputados. Además, cada vez que puede envía señales hacia La Libertad Avanza. Por ejemplo, el viernes pasado, habilitó que dos diputados que le responden –Soledad Carrizo y Luis Picat– a participar de una reunión con intendentes cordobeses que fue liderada por Martín Menem. El titular de Diputados estuvo en Córdoba apuntalando a la filial local libertaria que se prepara para competir el año próximo. “Rodrigo no puede querer conducir el partido y terminar aliado con Milei. Eso no es digerible por el partido por más desesperación que haya por lo que pueda pasar el año que viene”, asegura un allegado al jefe de la bancada radical en Diputados. Mestre, Ferrer y De Loredo, en el congreso de Villa Giardino (Gentileza). Otros sectores del radicalismo, como el que lidera el exintendente capitalino Ramón Mestre, rechazan abiertamente cualquier convergencia con Milei. Además, y lo que parece más determinante cuando llegue la hora de la verdad para el esquema de listas, parece poco probable que los libertarios habilitan algún tipo de alianza con partidos locales. “Nosotros seguimos con la idea de la renovación. Buscamos candidatos propios que sumen gente que no provenga de otros partidos. Queremos más ‘leones’ para el Congreso y se sean libertarios puros”, asegura Gabriel Bornoroni, el único dirigente del oficialismo nacional habilitado para representar el sello de Javier Milei en la provincia. De Loredo y Ferrer reconocen en privado las dificultades que plantea el escenario electoral de 2025 para la UCR de Córdoba. Las posibilidades se acotan. Una opción –que cuando es analizada genera inquietud puertas adentro del radicalismo– es la de volver a competir sin aliados y en soledad con la lista 3. “Es una alternativa que puede darse, aunque sería un riesgo grande porque la competencia será feroz”, reconocen cercanos a los referentes del sector interno Generación X. “Si vamos solos, será una carnicería”, advierten los radicales sobre la complejidad del nuevo panorama, bien alejado de aquellas cosechas en las que Juntos por el Cambio se quedaba con hasta seis de las nueve bancas que cada dos años se ponen en juego para Diputados. Sucede que además de la propuesta libertaria, en los cuartos oscuros estará la oferta del oficialismo provincial, que aún mantienen la incógnita sobre si será con o sin candidatura de Juan Schiaretti. Como sea, el tablero es en extremo desafiante para los radicales. 50° aniversario del fallecimiento de Perón: Martín Llaryora, Juan Schiaretti, Alejandra Vigo y Daniel Passerini en la Catedral de Córdoba. (Gobierno de Córdoba) Ante ese marco, hay una posibilidad que tibiamente empieza a ser evaluada: es la de intentar sostener algún tipo de articulación con lo que queda del PRO y sostener una propuesta de un Juntos por el Cambio reconvertido. Esa alternativa, sin embargo, depende fuertemente de qué planes tenga Mauricio Macri para el año que viene y qué nivel de juego abra a la conducción local de un partido que tiene a una dirigencia totalmente enfrentada. Su presidente Oscar Agost Carreño es parte del bloque de Martín Llaryora y de Juan Schiaretti en Diputados, Laura Rodríguez Machado está alineada con Patricia Bullrich y aparece con muchas chances de confluir con La Libertad Avanza, mientras que la pata macristas hará lo que decida el expresidente y actual titular del PRO. La inestabilidad de los “amarillos” complica los planes de los radicales. ¿Y Juez? Qué hará el senador Luis Juez y su Frente Cívico el año que viene para los comicios legislativos es otra de las grandes incógnitas. El aliado cordobés del presidente Milei evita pronunciarse sobre sus planes futuros. En público, asegura que “no es tiempo” para plantear cuestiones electorales en medio de la crisis. En privado, Juez ha dicho que en 2025 su espacio “no arriesga nada”, porque no tiene bancas que renovar. El senador Luis Juez en un plenario del Frente Cívico, en Córdoba. (La Voz) Su objetivo sería, entonces, evitar confrontar con la propuesta de Milei e incluso colaborar con el oficialismo nacional para generar condiciones de apoyo a una eventual nueva candidatura suya para la gobernación en 2027. Los radicales –entre ellos ni siquiera De Loredo– contemplan por ahora sumar al juecismo a su propuesta electoral para el año próximo. Creen que el senador apostará a consolidar su sociedad con Milei, en tanto y en cuanto la imagen del Presidente sigue en los niveles actuales.
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