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» La Nacion
Fecha: 24/08/2024 23:40
Escuchar Habitualmente, los partidos del fútbol argentinos son monótonos, anodinos, con pocas acciones de primer nivel y los goles, en cuenta gotas. Esta vez, en la continuidad de la 12° fecha de la Liga Profesional, se dieron en continuado dos goleadas que invitan a la reflexión: nada es lo que parece. En Córdoba, Instituto se impuso por 4 a 1 sobre Defensa y Justicia y, al rato, en Victoria, Tigre superó por 5 a 1 a Unión que, si ganaba, era el líder. Lo que provocó la ira de Kily González, el DT tatengue, enérgico en la hora de las declaraciones. Once goles en dos partidos, toda una declaración de principios. Con destrezas de todo tipo. Instituto cada día juega mejor X Pese a que el Halcón se puso en ventaja rápidamente en Alta Córdoba debido a un tanto de Gabriel Alanís, la Gloria dio vuelta el resultado del partido por los gritos de Facundo Suárez, Gregorio Rodríguez, Gonzalo Requena y Nacho Russo. Uno cada uno. El elenco local se prendió aun más arriba mientras que el visitante podría terminar la fecha en la última posición. Defensa se puso en ventaja. Matías Sosa se citó sobre la banda izquierda con Luciano Herrera, que mandó un preciso centro para que Alanís anticipe a una floja salida de Manuel Roffo, que luego tuvo un par de buenas intervenciones. Tan solo tres minutos después, la Gloria llegó al empate desde un córner por la derecha. Gastón Lodico metió un perfecto centro al borde del área chica y Suárez venció la resistencia de Quique Bologna, con un bombazo de cabeza. Síntesis de Instituto 4 vs. Defensa y Justicia 1 Un minuto después, Instituto lo dio vuelta. Giuliano Cerato metió un pelotazo largo frontal que Suárez, autor del primero, peinó sobre la banda derecha. La pelota le llegó a Rodríguez, que abrió su pie izquierdo y logró que la Gloria remonte el encuentro. Rápidamente, un tiro libre que primero sufrió un desvío y luego Requena resolvió. Y el broche de la tarde fue obra, en parte, de Silvio Romero, el balón derivó en Jeremías Lázaro y Russo, al final, solo tuvo que empujar la pelota. Más tarde, Tigre, que pelea por no descender, goleó por 5-1 a Unión, que no pudo subirse a la cúspide de la Liga Profesional, luego del 0-0 de Huracán contra Argentinos, en la Paternal. Con un hat-trick de Florián Monzón, y gritos de Blas Armoa y Gonzalo Maroni, el Matador celebró como nunca, desde que está Sebastián Domínguez, frente al Tatengue, que descontó a través de Nicolás Orsini. Armoa, la magia volvió a Victoria X Tigre creó un festival. Abrió el marcador con gran jugada colectiva que terminó con Martín Ortega llegando al fondo y metiendo el centro al primer palo para el anticipo de Florián Monzón. Justo antes del descanso, un córner fue aprovechado por Monzón, que atropelló a pura potencia para ganar de cabeza y estirar la ventaja. En el arranque del segundo capítulo, un pelotazo largo a la espalda de la defensa fue aprovechado por Tomás Galván, que la tocó al medio para la aparición de Blas Armoa. Y el saque del medio, Tigre recuperó el balón, Gonzalo Maroni encaró y sacó un zurdazo bajo que se metió contra el palo izquierdo de Thiago Cardozo y sentenció el cuarto. Fue en un abrir y cerrar de ojos. El equipo del Kily González descontó con Nicolás Orsini, pero siempre se mostró derrumbado, como si le hubiera pesado la presión de alcanzar la punta. Compacto de Tigre 5 vs. Unión 1 Monzón quedó mano a mano y la pinchó con sutileza por sobre el arquero para sentenciar el tercer en su cuenta personal y el quinto del elenco local. El mejor de la noche. El Matador salió del último puesto en la tabla anual y, por ahora, se salva del descenso. Por su parte, Unión no pudo aprovechar el declive de Huracán, quedó con 22 unidades y no se subió a la punta de la Liga Profesional. “Hicimos un partido lamentable, no rescato nada”, dijo Kily González, el DT de Unión. Y fue más allá, dolido por una actuación equívoca. “En el fútbol a veces viene bien tener una piña en la boca, no somos el Real Madrid, tenemos que entrar a la cancha y estar a la altura”, advirtió. Y fue más allá: “No deberíamos haber tenido miedo, no hay nada más lindo que pelear un campeonato... Hicimos un partido horrible”. LA NACION
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