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» Clarin
Fecha: 24/08/2024 06:04
Los sábados 24 y 31 de agosto, a las 16, se presenta en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (Macba) la obra de teatro Varsovia 1944, adaptación de Chicos de Varsovia, inspirada a su vez en el libro homónimo de la periodista Ana Wajszczuk, sobre los niños protagonistas del levantamiento más sangriento que se produjo contra la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Con apoyo de la Embajada de Polonia y el Fondo Metropolitano de las Artes, el elenco está integrado por Laura Oliva, Cristina Dramisino, Carolina Kopelioff y Dennis Smith, quien también está a cargo de la música, dramaturgia y dirección. “Esta nueva versión de la obra no tiene ninguna diferencia con la anterior en cuanto al contenido, que está basado en el libro y aborda la misma temática”, cuenta Laura Oliva a Ñ, acerca de la comparación con la puesta original de la obra, que se realizó en 2022 en el Cultural San Martín. “Lo que sí cambia esta vez es que se trata de una versión de cámara, con un elenco más reducido y en un espacio precioso y menos tradicional, el Macba, que implicó una diferencia en la puesta más que en el contenido”, explica la actriz. El despliegue al que se refiere es un cambio en el que ya no está presente el juego de cámaras e imagen de las filmaciones que se realizaban en el momento de la actuación y se proyectaban en el escenario durante el transcurso de la obra, para dar paso a una propuesta de mayor intimidad y cercanía. “Como todo, gana y cambia en las nuevas versiones”, considera Oliva, y cuenta que llegaron al material cuando la autora les acercó el libro, en 2018, luego de haber visto una obra de Smith que ella protagonizaba, Elle y yo. Mismo tema, nueva puesta. “Con esa obra tuvimos una experiencia increíble y de alguna manera queríamos perpetuarla, seguir trabajando juntos con Dennis”, cuenta Oliva. “Pero notábamos que era muy difícil encontrar un material similar, tan emotivo, profundo y fuerte a la vez. De pronto nos llegó este libro. Más allá de la novela en sí y lo bien que está escrita, el tema del que habla, la problemática humana, es el mismo que se trataba en Elle… Nos encontramos con un material riquísimo, y con la prolongación natural para seguir en el tema tan complejo en el que nos habíamos metido. No tuvimos que salir a buscar el material, sino que vino a nosotros”. En esta tercera experiencia de trabajo lograron amalgamar sus experiencias y afianzar todavía más el vínculo actoral y personal que los une: “Trabajar con Dennis es trabajar con alguien que tiene la otra mitad de tu cerebro”, expresa. “Nos entendemos en todos los sentidos artísticos que uno puede llegar a compartir: gustos, elección de material, calidad de actuación, en lo que pretendemos de la actuación, siempre con respecto a la conexión emocional, qué se prioriza”, dice. “Brinda además muchísima tranquilidad en lo que hace a la puesta, que es de lo que se encarga él junto a la dirección, y a la adaptación de los materiales, porque confío cien por ciento en que su mirada va a ser inteligente, estética y profunda, y cuando uno elige un material y sobre todo se entrega a un director esa confianza tiene que existir, porque está poniendo su instrumento al servicio de la mirada de alguien. Hubo tal conexión a nivel estético en la puesta de Elle y yo que si había algo que faltaba en nuestra mutua confianza con esa experiencia quedó saldado y ahora si él me dice que me tire al río yo me tiro, no hay problema”, agrega entre risas. "Chicos de Varsovia", de Ana Wajszczuk. Para cerrar, la actriz, que también estrena por estos días la obra de su autoría Matar a mamá, reflexiona acerca de la temática de Varsovia 1944, en conmemoración del 80 aniversario del levantamiento de la capital polaca: “La obra habla en general de la naturaleza humana, de la que tengo una mirada bastante crítica. En especial, sobre la repetición de los errores, la desnaturalización, de la ideología utilizada para la confrontación. Uno se pregunta cómo es posible que seres humanos hagan esto contra otros seres humanos, creo que solo se explica a través de la ideología, que como todos los ‘ismos’ es un veneno que de alguna manera justifica las acciones más bajas del ser humano". Y agrega: "Me lleva a preguntarme cuál sería la situación en la que uno podría llegar a autojustificarse ciertos comportamientos. Aborda también la búsqueda de una identidad colectiva, en este caso la de un pueblo que se subleva contra otro que arrasa con sus derechos y con su humanidad, pero también la búsqueda de la identidad individual, donde cada uno de alguna manera en el último segundo es responsable de sus propios actos”. *Varsovia 1944 se presenta el 24 y 31 de agosto, a las 16, en el Macba, avenida San Juan 328.
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