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» Diario Cordoba
Fecha: 21/08/2024 14:26
El microondas es un aliado indispensable de nuestras cocinas modernas: desde que se inventó en la década de los 40 y se popularizó en la de los 70 se ha convertido en un electrodoméstico que ha transformado tanto la forma en que preparamos y calentamos nuestra comida hasta el punto de que existen ya utensilios de cocina exclusivos para cocinar en el microondas y comidas para llevar pensadas exclusivamente para ello. A lo largo de los años, se ha gestado cierta desconfianza hacia el uso del micrrondas para calentar alimentos en recipientes como tupers, con preocupaciones sobre posibles transferencias de sustancias nocivas de los plásticos al contenido. Sin embargo, una nueva investigación ha generado una preocupación adicional al revelar que el microondas no es el entorno esteril que muchos tenían en mente. Una investigación revela las bacterias que resisten en los microondas Un reciente estudio publicado por el equipo de la Universidad de Valencia ha revelado que existen bacterias resitentes dentro del microondas que desafian la percepción que se tiene de estos aparatos como espacios libres de gérmenes. Lo investigadores han analizado hasta 30 microondas diferentes y de disitntos entornos como de laboratorios, de casas y de oficinas y han descubierto que no solo no se trata de une ntorno estéril, sino que dentro de él hay multitud de bacterias entre las que se incluyen algunas muy resistentes. En concreto, los microondas modernos tienen bacterias comunes en la cocina y la piel como pueden ser la Klebsiella o la Brevundimonas y que se asocian a enfermedades transmitidas por alimentos. Esto demuestra que aunque el microondas genere calor y radiación no es suficiente para eliminar a los microorganismos ya que no se distribuye de forma uniforme y algunas partes quedan sin alcanzar las temperaturas necesarias para acabar con las bacterias. A pesar de la cierta alarma social que puede generar este estudio, los investigadores han insistido en que no hay razón para entrar en pánico ni para dejar de utilizar el microondas, ya que aunque no sea un entorno totalmente estéril tampoco supone un alto riesgo para la salud. Los investigadores tan solo recomiendan tratar al microondas con el mismo nivel de higiene con el que tratarían cualquier otra superficie de cocina: limpiando el aparato de forma regular y con productos de limpieza convencionales para eliminar la suficiente cantidad de bacterias.
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