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» La Capital
Fecha: 03/08/2024 00:50
El Gallego Méndez experimentó con la formación ante las ausencias y le salió mal. Su plan fallido explicó la goleada de Estudiantes sobre Newell's en el Coloso. La cuestión psicológica juega su factor. Por supuesto. Pero fueron las que quedaron expuestas luego del desmadre futbolístico que ofreció el Newell’s del Gallego Méndez desde el vamos ante el campeón Estudiantes , con un esquema que hizo agua y jugadores que volvieron al ruedo, quedando al desnudo. En defensa el equipo del Gallego Méndez fue una sucesión de hechos bochornosos y sin dudas que las decisiones que tomó el entrenador tuvieron mucho que ver. El día anterior ya se sabía que Méndez podía plantar línea de tres abajo, ante las ausencias de los dos laterales titulares, Armando Méndez (desgarro) y Ángelo Martino (suspendido). Se especulaba con la vuelta de Ian Glavinovich, pero el que entró fue Leonel Vangioni. Y el experimento defensor quedó totalmente expuesto en esa defensa, donde nadie hizo pie, Gustavo Velázquez , que tiró por afuera, seguramente jugó el peor partido desde que está en el Parque y jamás coordinaron con Salcedo. Pero para colmo, al Gallego Méndez no solo no le salió bien el ingreso de Vangioni, que saltó a destiempo en el primer gol, fue fácilmente vulnerado en el segundo para cubrir el centro de Carrillo, no pudo detener la arremetida de Giménez en el tercero y en el cuarto la contra salió cuando no pudo cortar lanzado al ataque. La apuesta del Gallego Méndez por Cardozo Además, no se entendió que buscó con darle obligaciones defensivas a Fernando Cardozo. No fue carrilero, no tuvo ida y vuelta, no llegó a posiciones ofensivas y muy tarde a las defensivas, como quedó claro en el segundo gol de Estudiantes. En el complemento, perdiendo 2 a 1, sacó al paraguayo por Augusto Schott pero ya era tarde. Al punto que el mismo lateral también cometió yerros inconcebibles. Del otro lado, Brian Calderara, otro que entró, sí hizo bien su función ofensiva pero marcó poco. Al DT leproso pareció salirle bien la apuesta del pibe Tomás Pérez para cuidar a Julián Fernández. De entrada marcó el gol que ilusionó a todo Newell’s, su primero en primera división, pero luego nunca hizo pie en el medio junto a Juan Ignacio Méndez y quedó expuesto en el tercero de Estudiantes al inicio del complemento que definió todo. Ahí cortó el centro de Piatti desde la izquierda sin convicción y se la dejó servida a Carrillo para que marcara el segundo personal toque, en la polémica del cuarto gol, Palacios lo dejó pagando cuando lo encaró, mientras su compañero en el medio, el Méndez jugador, se confió pensando que la pelota se iba al lateral. Estudiantes sacó el pie y salvó a Newell’s de un papelón mayor. Del que el Gallego tuvo mucho que ver.
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