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    » Cronista.com

    Fecha: 27/07/2024 03:21

    Por Marysol Antón Aunque viejo, el refrán que dice que"uno entra a un trabajo por la empresa, pero renuncia por un mal jefe" sigue vigente. Los talentos hoy eligen los ambientes laborales en los que pueden desarrollarse laboral y personalmente, y para esto es necesario contar con un líder positivo. Por eso las empresas se esfuerzan por formarlos en este sentido, porque, además, esto refuerza la marca empleadora. "Que los ejecutivos sean buenos líderes es fundamental para que una empresa sea y se mantenga atractiva. Hoy un buen líder es aquel que logra que las personas se desarrollen dentro de la organización. Ese desarrollo puede estar dado tanto por crecimiento jerárquico como por crecimiento personal", define Federico Carrera, co-founder y COO de High Flow. Martín Gerding, Director de Page Executive En este sentido, este experto asegura que"un buen líder debe conocer a las personas, generar confianza y ayudar a resolver los problemas urgentes e importantes, tanto de corto, mediano y largo plazo". Para Gustavo Aguilera, director de Talent Solutions y People & Culture de ManpowerGroup Argentina, para que un líder tenga estas cualidades debe tener 6 habilidades blandas desarrolladas: 1. Humildad, que pueda escuchar a su equipo y aprender de sus integrantes. 2. Empatía, que conecte con los otros, pero que también los impulse a la acción. 3. Innovación, es la propensión a la curiosidad, al learnability. 4. Congruencia, que tenga una alineación entre lo que es y lo que muestra. 5. Inteligencia emocional, vinculada a lo social, a poder impulsar al equipo. 6. Resiliencia, que tiene que ver con poder tomar decisiones en contextos complejos. A esto, Ayelén Nirenberg, Manager People Business Partner - South LAC de Mastercard, añade que"un buen líder se define por cuatro capacidades básicas: empoderar a su equipo, fomentar un ambiente de confianza y aprendizaje continuo, y guiar con el ejemplo. Entre las características de un buen líder, también se encuentra la capacidad de escucha y aceptación del feedback, como un paso clave para asumir la responsabilidad del desarrollo propio y mejorar su rendimiento ante el equipo". "Las personas quieren trabajar en empresas con buen clima. En este contexto, los líderes y mandos medios tienen un impacto significativo en el clima interno y en los vínculos que se desarrollan dentro de los equipos de trabajo, y por transición directa en la marca empleadora", indica Maximiliano Schellhas, director de Operational de Randstad para Argentina y Chile. El clima laboral y el tan ansiado compromiso que busca toda empresa en sus colaboradores"tiene un anclaje emocional que toma forma en los vínculos que se desarrollan con colegas y jefes. Por eso es que las áreas de Recursos Humanos deben velar por que sus líderes tengan las herramientas necesarias para guiar e inspirar", suma Schellhas. En coincidencia, Daniel Iriarte, director asociado de Glue Executive Search, asegura que"los buenos ejecutivos se componen principalmente de dos factores: la experiencia y el don natural de liderar. No todos los profesionales cuentan con este segundo elemento y es ahí donde las empresas pueden tomar la decisión de no promoverlos o capacitarlos. En este sentido es muy importante el executive coaching que acompaña a los ejecutivos para fortalecer sus capacidades de liderazgo adquiriendo nuevas competencias y herramientas". "Un líder positivo es una persona que genera influencia y consigue el compromiso de su equipo sin utilizar el poder de la jerarquía. Es un trabajo difícil que requiere ganar la confianza de las personas y apoyarlas en sus temas laborales y personales. Un liderazgo sano está basado en valores, alineados a la compañía, a la cultura y, por sobre todo, al bienestar general del equipo", refuerza Gastón Vilachán, gerente de Talento y Desarrollo en Ceta Capital Humano. Un buen líder se hace "El desarrollo es un camino que nunca termina, por lo que generar espacios para que las personas entiendan, adopten, compartan, prueben e intercambien es clave. Esto no significa que tienen que ser academias tradicionales de liderazgo como hemos visto, lo fundamental es entender de qué naturaleza es el desarrollo necesario y construir espacios para que las personas se adueñen de su crecimiento aprendiendo con y de otros", aclara Carolina Laudani, Senior Director de Integralis Consulting. Una empresa que tiene capacitaciones para sus ejecutivos es J.P. Morgan."Contamos con el modelo de executive training, que son entrenamientos de casos reales para desarrollar nuevos enfoques y soluciones. En ellos, planteamos la situación y cómo manejarlo, la idea es que se entienda qué es lo que espera la compañía como reacción e ir armando a nuestros líderes con la mejor preparación", detalla Nicolás Brodtkorb, director de Recursos Humanos de J.P. Morgan. Para Martín Gerding, director de Page Executive en PageGroup Argentina,"es esencial contar con programas de desarrollo de liderazgo para tener buenos líderes, y estos deben ser pragmáticos y personalizados a las necesidades y estilos individuales. Tales capacitaciones ayudan a identificar y potenciar habilidades, fomentar el autoconocimiento, desarrollar competencias específicas, facilitar la adaptación a diferentes estilos y promover una cultura de mejora continua. Adaptar el liderazgo a las particularidades de cada equipo y situación asegura una gestión más efectiva, y evita que los empleados renuncien debido a malos jefes, lo que es crucial para el éxito organizacional". "En Sanofi queremos que todos puedan desarrollar sus potencialidades, por eso desarrollamos distintas acciones como, por ejemplo, mentorías para mujeres o acciones de voluntariados en la comunidad donde los colaboradores exploran y refuerzan otras habilidades. Todos somos líderes independientemente de la posición que tengamos", cuenta Nicolás Todino, director de People & Culture de Sanofi Cono Sur. Guardián de la marca empleadora El estilo de los líderes de una empresa"refleja la cultura e impacta directamente en la imagen institucional. Un comentario de alguien que tuvo una experiencia negativa con su jefe y lo transmitió a otros a través de una conversación, un comentario en redes, entre otras acciones, devalúa la imagen de la empresa y hace mucho menos atractiva la marca para los futuros candidatos", advierte Cecilia Añon, gerente de Talento Humano y Cultura de CAT Technologies. Maximiliano Schellhas - director de Operational de Randstad para Argentina y Chile De esto se desprende que el liderazgo es un componente fundamental en la estrategia de una marca empleadora sólida. "Cuando los líderes inspiran y motivan, crean un ambiente de trabajo positivo que se traduce en empleados comprometidos y orgullosos de pertenecer a la empresa. Este entusiasmo se contagia, convirtiéndose en la mejor publicidad tanto interna como externamente. Los colaboradores satisfechos se transforman en embajadores de la marca", señala Gabriela Smud, directora de recursos humanos para Fiserv en LAS. "Volviendo al refrán de antes, lo que tiene mucho peso es cómo es el perfil del jefe en sí y cuál es la dinámica de trabajo. Una vez que uno está dentro de una compañía importa mucho a quién reportás, no solamente la marca empleadora", opina Agustín Dranovsky, CEO de Compañía de Tierras Sud Argentino. En este punto, Rocío Mondino, People Manager en Softtek Argentina, asegura que las encuestas son una herramienta válida para descubrir a tiempo cuando un jefe no está teniendo una buena comunicación con su equipo."Permiten evidenciar el bienestar mental y emocional, los aspectos más valorados de la actualidad y luego de estos sigue la salud financiera. Hoy desde la gestión de Recursos Humanos, con el rol de Business Partner, es fácil detectarlos a tiempo y poder acompañarlos diseñando un plan de formación que les permita potenciar esas habilidades blandas necesarias para la gestión de equipos. La cercanía en la gestión con los líderes y los equipos es clave para identificar oportunidades de mejora en el liderazgo", dice la ejecutiva. "La capacidad de elegir a los líderes permite prevenir la contratación de personas que podrían generar un entorno de trabajo negativo, seleccionando en cambio a aquellos que puedan inspirar y apoyar a sus equipos. A su vez, para detectar a tiempo a esos malos líderes es vital establecer mecanismos de retroalimentación constantes. La observación directa y la evaluación del clima también pueden proporcionar indicios de problemas de liderazgo", cuenta Daniela Borlenghi, cofundadora PickApply. Por último,"el mejor marketing para la marca empleadora son los propios empleados hablando en el mercado. De esta manera el liderazgo de la compañía es clave, porque logra espacios de trabajo adecuados, que potencian a sus colaboradores, y estos mismos terminan siendo los embajadores de marca", concluye Luis Salerno, socio de BPO de Auren Argentina.

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